Las Fuerzas Armadas de México recibieron con sorpresa el arresto de un general y de otros dos militares por acusaciones vinculadas con el narcotráfico.
El general brigadier de estado mayor Ricardo Martínez Perea, de 53 años, es el sexto oficial de alto rango detenido en los últimos cuatro años por sus presuntas relaciones con el tráfico de droga que operan en el país.
La Secretaría (ministerio) de Defensa informó el jueves que también quedaron a disposición de la Procuraduría General de Justicia Militar el capitán Pedro Maya Díaz y el teniente Javier Quevedo Guerrero.
Las autoridades advirtieron que no tolerarán actos de corrupción en las fuerzas armadas, de acuerdo con el compromiso del presidente Vicente Fox de destruir el poder de las organizaciones criminales.
Fox, quien asumió el gobierno el 1 de diciembre, concluye este viernes una visita oficial de dos días a Colombia, con el que México teje una alianza para intentar romper los cada vez más estrechos lazos entre narcotraficantes de las dos naciones.
Los tres militares detenidos son señalados como presuntos responsables de haber alertado a Gilberto García Mena, conocido también como El June y uno de los jefes del llamado cartel del Golfo, sobre una operación para apresarlo en el norteño estado de Tamaulipas.
Esa operación realizada el fin de semana pasado en forma conjunta entre la Procuraduría General y la cartera de Defensa, con participación sólo del ejército, se frustró al parecer por la filtración de información por parte de civiles y militares que protegen a García Mena.
Fuentes castrenses aseguraron que seguirán las investigaciones hasta sus últimas consecuencias y agotarán todas las instancias hasta detener a todos los implicados en el hecho.
La Procuraduría General logró asestar severos golpes al accionar de los carteles de Colima, liderado por Luis Ignacio Amezcua, de Juárez, del fallecido Amado Carrillo, y de Tijuana, de la familia Arellano Félix, al que Estados Unidos le declaró la guerra.
Estos logros son el producto de un arduo trabajo en colaboración con el ejército y la armada.
En el marco de esta lucha ya suman seis los generales arrestado desde 1997, cuando fuera encarcelado José de Jesús Gutiérrez Rebollo, jefe de la oficina de lucha contra el narcotráfico, quien fue condenado a 75 años de prisión.
El general Martínez Perea había afirmado semanas atrás que en México la lucha contra el narcotráfico no tendrá tregua y llamó a sus compañeros militares a «seguir con la difícil tarea» de abatir un problema que amenaza la seguridad nacional.
Las autoridades indicaron que el cartel del Golfo, que lidera Osiel Cárdenas y opera en Tamaulipas y Veracruz, registró un sensible descenso en sus actividades a raíz del arresto, en noviembre, de Hugo Baldomero Medina, también llamado «El señor de los traileres (camiones)».
La intensificación de la lucha contra las drogas en México impulsó a las organizaciones de narcotraficantes colombianas a extender la mano para rescatar a sus socios en el envío de cocaína a Estados Unidos.
La policía de Colombia ha reconocido también que cada vez son más estrechos los vínculos entre grupos de ese país y mexicanos en el tráfico de estupefacientes hacia territorio estadounidense.
El presidente Fox abordó la situación con su par colombiano Andrés Pastrana, en la reunión que mantuvieron este viernes.
«La visita de Fox a Colombia marcará en buena medida la estrategia diplomática de México para América Latina y también en relación con Estados Unidos», apuntó el analista Jorge Fernández Menéndez.
Fox viajó a Bogotá con el denominado Programa de Cooperación Antinarcóticos bajo el brazo, que, entre otras cosas, prevé no militarizar el combate a la producción, comercialización y consumo de estupefacientes.
El informe 2000 del Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos sobre derechos humanos sostuvo que la corrupción entre los militares mexicanos estaba en aumento.
También la Comisión Interamericana de Derechos Humanos señaló la impunidad en la aplicación de la justicia castrense en este país. (FIN/IPS/pf/dm/ip/01
