DESARROLLO-AMERICA: Québec se prepara para protestas contra ALCA

La ciudad sudoriental canadiense de Québec se prepara para recibir esta semana a unos 30.000 activistas que protestarán contra la globalización de la economía, durante la reunión de gobernantes de 34 países para continuar la negociación en curso del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

El ALCA será discutido en la Cumbre de las Américas por todos los países del continente menos Cuba.

El despliegue de unos 6.000 policías en la pequeña ciudad, de poco más de medio millón de habitantes, es el mayor en su historia, y una valla metálica de 4,5 kilómetros con bases de cemento evoca la situación de una localidad sitiada.

Un enorme cartel colgado sobre la fachada de un alto edificio de la ciudad dice: «SOS. Mensaje de resistencia contra la dictadura económica».

Cerca de allí, el famoso logotipo de la cadena internacional de comida rápida McDdonald's fue retirado por los propietarios de un local de esa firma.

«Esto es para protegerse de los vándalos», dijo un trabajador que instalaba paneles de madera en el exterior de las ventanas de un comercio, el cuarto de la misma cuadra en el cual realizó trabajos similares el miércoles, con prisa para continuar su labor en otros establecimientos.

«Nuestros gobiernos priorizan la negociación de acuerdos comerciales en vez de luchar contra la pobreza», afirmó la Alianza Social Hemisférica (ASH), una coalición de organizaciones de la sociedad civil americana que suman unos 45 millones de integrantes.

La ASH es la organizadora de la Cumbre de los Pueblos, que se llevará a cabo en Québec en forma paralela a Cumbre de las Américas.

Los gobernantes de Anérica «creen que el libre comercio y el mercado resolverán el problema del subdesarrollo, y que la globalización es un proceso irreversible que beneficiará a todos a largo plazo, pero incluso los países más ricos del continente recortan el presupuesto de servicios sociales que costó mucho conquistar», opinó la coalición.

Los críticos señalan que la mayoría de la población americana sufre problemas debidos a desempleo, exclusión social, ciolación de los derechos humanos, destrucción del ambiente, discriminación de las mujeres, trabajo infantil, analfabetismo y desmantelamiento de servicios públicos.

Según la ASH, «ALCA» no rima con «democracia» ni con «desarrollo sustentable», y ese punto de vista será sostenido en las calles de Québec, con demandas de que la negociación se desarrollo con transparencia y responsabilidad ante los 750 millones de habitantes de América.

Hasta ahora esas negociaciones se han llevado a cabo en forma secreta, pero se espera que un borrador del acuerdo sea dado a conocer esta semana por los participantes en la cumbre.

Las organizaciones de la sociedad civil recelan de un proceso en el cual sólo han participado gobiernos y empresarios, y piensan que el ALCA replantea las tesis del fallido Acuerdo Multilateral sobre Inversiones (AMI) y del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre Canadá, Estados Unidos y México.

«El ALCA es hijo del AMI, el cual era a su vez hijo del TLCAN. Cualquier nuevo acuerdo comercial que no promueva inversiones con criterios de respeto al ambiente es inaceptable», afirmó Konrad Von Moltke, del Instituto Internacional para el Desarrollo Sustentable.

En 1994, cuando se creó el TLCAN, el significado de su capítulo 11 no era claro. En la actualidad, las protestas contra el ALCA se basan en gran medida en ese capítulo, que permite a firmas privadas de países firmantes apelar a arbitraje privado contra gobiernos, con el argumento de que sus intereses comerciales son afectados por políticas nacionales.

Hasta ahora se han presentado por lo menos 15 demandas de ese tipo, en las cuales las partes deciden si los detalles del proceso se ponen a disposición del público.

Los tres gobiernos firmantes del TLCAN han sido demandados por diversos motivos, entre ellos normas de protección del ambiente, con reclamos de indemnización que suman más de 18.000 millones de dólares.

El gobierno canadiense fue demandado por prohibir a la firma SD Meyers, con sede en Estados Unidos, exportar desde Canadá residuos industriales contaminados con bifeniles policlorinados (PCB, por su sigla en inglés), que son en estremo tóxicos y también cancerígenos.

Esa prohibición se mantuvo entre noviembre de 1995 y febrero de 1997. En ese período, Estados Unidos permitió la importación de PCB. SD Meyers pide a Ottawa una indemnización de 50 millones de dólares por lucro cesante.

El gobierno de Canadá alega que sólo cumplió con su deber en el marco de la Convención de Basel, un protocolo internacional que exhortó a los países firmantes a limitar sus exportaciones de residuos tóxicos.

«Los canadienses piensan que es necesario seguir adelante con la liberalización del comercio con el resto de América, pero también opinan cada vez más que es preciso dar más importancia a cuestiones sociales», aseguró el canadiense Henri Masse, presidente de la Cumbre de los Pueblos.

«Pueden pensar que soy ingenuo, pero creo que debemos elaborar un modelo que permita la redistribución internacional de ingresos durante períodos de importante crecimiento económico como el que experimentamos en la última década, respete los derechos de los trabajadores e incluya protección del ambiente, con el cual no podemos comerciar», añadió.

El ALCA, cuya entrada en vigencia se prevé para 2005, sería una enorme área de libre comercio entre países que producen en la actualidad bienes por valor de 11 billones de dólares y participan en comercio internacional por valor de 3,4 billones de dólares.

El acuerdo propuesto «implica muchas dificultades, pero también numerosas oportunidades», opinó Juan Carlos Chávez, de la organización no gubernamental boliviana PRISMA, especializada en relaciones internacionales y ambiente, durante un simposio de tres días sobre cuestiones ambientales en Québec, preparatorio de la Cumbre de las Américas.

«Entre esas oportunidades está la de concebir un tratado de libre comercio basado en principios como el de promover mediante incentivos la producción de bienes con respeto por el ambiente y responsabilidad social», explicó. (FIN/IPS/tra-eng/gm/da/if ip/01

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