COMERCIO-AMERICA CENTRAL: Región fragmentada ante el ALCA

Los países de América Central afrontan el reto de poner fin a su fragmentación ante la negociación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que le impide insertarse como bloque en el mercado internacional.

El estancamiento de la integración centroamericana debilitará la presencia de la región en el acuerdo continental, advirtieron funcionarios y expertos.

«En este momento no existe un bloque centroamericano en las negociaciones del ALCA», admitió a IPS Alvaro Sarmiento, el coordinador general del proyecto de apoyo a la participación de la región en las negociaciones continentales.

Sarmiento, un economista hondureño cuyo despacho forma parte de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA), sostuvo que ninguno de los siete gobiernos del istmo está coordinando con sus pares una estrategia unificada de inserción al ALCA.

Por esta razón, varios analistas consideran que Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá podrían estar labrando su propia desventura.

Se prevé que el ALCA, una iniciativa impulsada desde 1994, romperá en 2005 las fronteras comerciales de los 34 países que integran a la Organización de Estados Americanos (OEA).

«Siete votos unidos de América Central son algo, pero siete votos aislados son muy poco», explicó a IPS el economista puertorriqueño David Lewis, vicepresidente de Manchester Trade, compañía radicada en Washington que asesora a empresas y gobiernos sobre comercio internacional.

Lewis consideró que la actual fragmentación de América Central debilita sus posibilidades de tener peso cuando se tomen decisiones relativas al ALCA. «Aquí, al que se duerme se lo lleva la corriente», advirtió Lewis.

Las autoridades de la integración centroamericana explicaron que la unificación de criterios demandaría mucho esfuerzo y tiempo. Por eso, los actuales acercamientos son apenas intercambios de información entre Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua.

«Aquí hay una realidad. Cuando un empresario viene del extranjero a América Central lo que se encuentra no es una región, sino siete países muy distintos», dijo a IPS costarricense Helio Fallas, consultor independiente.

Fallas explicó que los gobiernos centroamericanos deberían procurar un mayor trabajo en conjunto para unificar las reglas comerciales.

De acuerdo con un estudio elaborado por Fallas, las principales debilidades de América Central en su preparación para ingresar al ALCA son las vulnerabilidades macroeconómicas, comerciales, productivas y de infraestructura.

Las economías centroamericanas mostraron el año pasado un paso cansino, con un crecimiento de apenas entre 1,5 y el cinco por ciento.

América Central constituye un mercado de más de 35 millones de habitantes cuyo intercambio comercial anual asciende a más de 2.500 millones de dólares.

Según los analistas, los centroamericanos recibirán la factura de su adormecimiento en abril, cuando los jefes de Estado y de gobierno de los 34 países que negocian el ALCA se reúnan en la ciudad canadiense de Quebec.

La Cumbre de las Américas podría decidir entonces adelantar la entrada en vigencia del acuerdo de libre comercio en 2003, dos años antes de lo previsto.

«Si América Central renuncia a ser un bloque, también está renunciando a un desarrollo equilibrado de sus países», expresó a IPS Marco Vinicio Ruiz, directivo de la Federación de Cámaras de Industrias de Centroamérica.

Ruiz, quien representa a los empresarios y preside la Cámara de Industrias de Costa Rica, sostuvo que la región debe prepararse para el ALCA con posiciones unificadas.

«Los empresarios pensamos que para el ALCA, América Central necesita tres condiciones: una voz unificada, un plan de modernización industrial y mejor infraestructura», detalló.

Otros analistas sostuvieron que la importancia de ser un bloque radica en la fuerza que brinda una posición unificada a la hora de negociar la inserción a los demás mercados del hemisferio.

Jorge Bardier, presidente de la Comisión de Comercio Exterior de la Cámara de Industrias de Uruguay, dijo a IPS que el quid del ALCA no es sólo lograr derribar las barreras comerciales propias, sino también asegurar un acceso justo a los otros mercados.

«Si los países y los bloques pequeños no logramos garantizar igualdad de competencia en el ALCA, esto será como nadar en una piscina con un tiburón al lado», expresó Bardier. (FIN/IPS/nms/mj/if/01

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