La muerte a los 94 años de Arturo Uslar Pietri, quien fue enterrado hoy, priva a las letras de Venezuela de su figura más conocida en el mundo, una voz crítica que contribuyó a la formación de varias generaciones y dejó resonancias en la vida política del país.
El escritor, quien falleció el lunes por la noche en Caracas a causa de una complicación respiratoria, había acentuado su alejamiento de la vida pública tras la muerte en 1996 de su esposa Isabel.
La paulatina pérdida de la vista provocó que Uslar Pietri abandonara a mediados de la década pasada una de sus actividades más permanentes, columnista de prensa, pero se mantuvo activo y pendiente de lo que ocurría en Venezuela y siempre con la voz crítica que le caracterizó.
«Los grandes problemas que afectan al país todavía están planteados, pidiendo respuesta y atención, lo que sucede es que el país está replegado, como arrinconado. Los grandes problemas ya no se debaten», comentó en enero en una de las últimas entrevistas que concedió.
«Las lanzas coloradas» (1931) es su obra más conocida, pero con «La visita en el tiempo» (1990) se hizo acreedor del Premio Internacional de Novela «Rómulo Gallegos» de 1991, un año después de que recibiera el premio «Príncipe de Asturias», de España, en reconocimiento de su trayectoria intelectual.
Uslar Pietri, quien cumpliría 95 años el 16 de mayo, fue además protagonista de buena parte de la historia política venezolana del siglo XX.
Ministro de Educación, de Hacienda y de Relaciones Interiores entre 1939 y 1945, parlamentario de 1959 a 1973, candidato presidencial en 1963 y embajador ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura de 1975 a 1978, fueron algunas de sus actividades públicas.
También fue un fenómeno electoral cuando le tocó competir por la Presidencia, obteniendo 40 por ciento de los votos de Caracas y 16 por ciento de todo el país. Poco tiempo atrás comentó que, de haber ganado, se habrían producido «muchas deformaciones, me habría apartado de lo que soy en el fondo: un intelectual».
Durante tres décadas fue el intelectual más conocido del país, ayudado por el espacio que tenía radio y en televisión denominado «Valores humanos».
Con ese programa llegó a millones de hogares para dialogar con «los amigos invisibles», como le llamada al público, con un impresionante caudal de conocimientos universales, en un lenguaje accesible a todos.
Uslar Pietri declaró en enero pasado que su mayor legado justamente era «Valores humanos».
«Yo creo que soy el intelectual que más tiempo ha invertido en la tarea de divulgación. 'Valores humanos' se transmitió durante 30 años, es fácil decir 30 años, pero hay que vivirlos. Fue un fenómeno que no se había dado», comentó.
La última década del escritor estuvo marcada por otro tipo de protagonismo, al integrar el «grupo de notables», que congregó desde 1990 a destacadas figuras de la cultura y de la política con el fin de pronunciarse sobre la realidad venezolana.
Así, el escritor fue uno de los críticos más duros de las segundas gestiones presidenciales de Carlos Andrés Pérez (1989- 1993) y de Rafael Caldera (1994-1999).
Algunos analistas entienden que en esa etapa Uslar Pietri, ya anciano y retirado de la creación literaria, se convirtió en una especie de «conciencia crítica» de la sociedad.
Los dos intentos de golpe de Estado de 1992, el primero de ellos encabezado por el hoy presidente Hugo Chávez, reflejaron el descontento popular y la falta de opciones políticas, según expertos, dos aspectos resaltados por los «notables» en una serie de pronunciamientos.
Sin embargo, la figura pública del intelectual no estuvo exenta de fuertes críticas. Durante décadas fue considerado un «conservador» y en plena agitación política de los años 60 se le calificaba de «humanista burgués».
La concesión del premio «Rómulo Gallegos» también estuvo rodeada de polémica.
El vespertino El Mundo acusó a Uslar Pietri en 1991 de plagio y presentó fragmentos de «La visita en el tiempo», del escritor venezolano, y de «Jeromín», publicado en 1903 por el jesuita español Luis Coloma.
Los dos libros se basan en la vida del mismo personaje, Don Juan de Austria, uno de los hijos bastardo del emperador Carlos V. Sin embargo, el jurado del galardón reconoció la novela del autor de «Las lanzas coloradas».
Uslar Pietri siempre recordó que su vocación por escribir le llegó desde la adolescencia. «Comencé a escribir cuando tenía 14 o 15 años», dijo en una oportunidad, al tiempo que comentaba que no hay trabajos suyos guardados sin publicar, ya que «nuca tuve miedo escénico».
Su primer libro fue de cuentos titulado «Barrabas y otros relatos» (1928) y lo dio a conocer cuando tenía 22 años. En los últimos años de vida su interés se centró en la revisión histórica de América Latina, que lo llevó a publicar el ensayo «Godos, insurgentes y visionarios». (FIN/IPS/ac/dm/cr/01
