MEXICO: Jefes guerrilleros empiezan su marcha con críticas a Fox

Veinticuatro jefes de la guerrilla zapatista de México partieron hoy hacia la capital desde esta ciudad del meridional estado de Chiapas, con la resaca de una larga y solemne despedida en la que acusaron de mentiroso al presidente Vicente Fox.

Los guerrilleros habían llegado el sábado de tarde a San Cristóbal desde la selva. De noche se presentaron en una plaza de la ciudad que el 1 de enero de 1994 ocuparon para declarar la guerra al gobierno, donde los esperaban cientos de personas, incluso muchos extranjeros que dejaron jugosas ganancias a hoteleros y comerciantes.

La ceremonia de despedida de los líderes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), la primera de 30 del mismo tipo que tendrán antes de llegar la ciudad de México el 11 de marzo, empezó cinco horas después de lo previsto y se prolongó hasta cerca de la media noche.

Esta es una «marcha de la dignidad», no es la marcha de «la paz», como la publicita «el señor de mucha lengua» (Fox), dijo el subcomandante Marcos, líder del EZLN, tras asegurar que el mandatario quiere firmar una paz de mentira.

Entre los asistentes al acto se contaron cientos de indígenas considerados «bases de apoyo» del EZLN, incluso mujeres con niños pequeños. Todos tenían el rostro cubierto por pasamontañas, a la usanza de los guerrilleros, portaban carteles y entonaban arengas.

Al arribar los indígenas y los dirigentes del grupo insurgente la plaza pareció llenarse, hasta reunir a unas 20.000 personas. Pero la concurrencia no fue la que aguardaban algunos organizadores de la ceremonia, que confiaban en congregar a 40.000 simpatizantes.

Los participantes cantaron el himno nacional y el del EZLN, y los indígenas entregaron una bandera y una bastón de mando a Marcos, quien intervino con un discurso cargado de giros poéticos y salpicado de ataques contra el gobierno.

El EZLN inicia hoy una caravana por la justicia y la libertad, pero del gobierno ofrece a cambio una «paz de mentiras», expresó Marcos.

En contraste con la actitud de Fox, que hasta felicitó y deseó suerte a la marcha zapatista, el líder guerrillero se mantuvo en la línea de la conferencia de prensa que organizó el jueves en la selva, de crítica directa al presidente.

Marcos se equivoca en cuanto a los tiempos y el ambiente político reinante en el país, pero además desestima el respaldo popular que Fox ha logrado en el caso del conflicto de Chiapas y eso lo podría aislar, advirtió el analista Carlos Ramírez, recogiendo una opinión que comienzan a compartir numerosos observadores.

En menos de tres meses de gestión, el presidente retiró cuatro destacamentos militares de la zona de conflicto, presentó una ley de derechos indígenas al Congreso, como lo pedían los guerrilleros, y escogió a personas respetadas por el EZLN para ocupar cargos vinculados con la cuestión de Chiapas.

El acto que este domingo precedió la salida de los dirigentes zapatistas hacia el estado de Oaxaca, vecino a Chiapas, fue menos solemne que el de la víspera.

«Es que es temprano y muchos compañeros no pudieron dormir mucho», explicó un simpatizante del grupo, que hizo guardia toda la noche en el lugar donde pernoctaron los guerrilleros.

Los jefes del EZLN viajan en una caravana de automóviles, que al salir de Chiapas estaba integrada por más de una docena de unidades.

La marcha de los zapatistas es «un profundo acto de voluntad de paz», afirmaron el sábado en una carta abierta el escritor portugués José Saramago, premio Nobel de Literatura, el lingüista estadounidense Noam Chomsky, el cineasta Oliver Stone, también de Estados Unidos, y Laura Bonaparte, portavoz de las Madres de la Plaza de Mayo de Argentina, entre otros.

Pero otros dicen que esa hipótesis debe ser demostrada. Políticos conservadores mexicanos creen que el EZLN no busca la paz, sino que intenta ganar respaldo para regresar a la selva y continuar como fuerza beligerante.

Sectores radicales difundieron en San Cristóbal y en otras ciudades de Chiapas una publicación para sostener que Marcos debe ir la cárcel y no a la capital, y protestaron porque, a su juicio, Fox realizó demasiadas concesiones al líder rebelde. Además, la diócesis católica de San Cristóbal recibió mensajes anónimos con amenazas de muerte para Marcos.

Los hoteles, restaurantes y comercios de San Cristobal obtuvieron importantes ingresos con la llegada y salida de los jefes del EZLN, e indígenas pobres residentes en los alrededores vendieron artesanías a los extranjeros llegados expresamente para despedir a los guerrilleros.

Munidos de cámaras fotográficas y de vídeo, vistiendo algunos de ellos atuendo indígena o boinas y camisetas con la imagen de Marcos o las siglas EZLN, decenas de visitantes extranjeros, especialmente europeos, arribaron a San Cristóbal para ver a los jefes rebeldes e incluso para sumarse a la caravana que dentro de dos semanas entrará en la capital.

Las armas que los guerrilleros usaron sólo 12 días en 1994 quedaron en la selva. Los zapatistas se alzaron contra el gobierno de Carlos Salinas (1988-1994), y en 1996 interrumpieron el diálogo con la administración encabezada entonces por Ernesto Zedillo.

Fox, que el año pasado logró desalojar del poder al Partido Revolucionario Institucional, una organización tentacular identificada con el Estado desde su fundación en 1929, dirige palabras de aliento a los zapatistas y les desea suerte en su marcha hacia la capital. Pero el EZLN no cree en la sinceridad del nuevo presidente.

El objetivo de la marcha zapatista es movilizar a la sociedad a favor de su causa y pedir al Congreso legislativo que apuebe la ley de derechos indígenas apadrinada por Fox.

El grupo nombró como interlocutor ante la cámara de diputados a Fernando Yáñez, conocido como comandante Germán, un ex dirigente de las marxistas Fuerzas de Liberación Nacional que a principios de los años 80 llegó a Chiapas con Marcos para crear el EZLN.

Los guerrilleros condicionan la reanudación de las conversaciones de paz al retiro de otros destamentos militares de Chiapas, a la liberación de unos 54 presos zapatistas —cerca de 40 abandonaron las cárceles desde que Fox asumió la Presidencia, en diciembre— y a la aprobación de la ley de derechos indígenas.

El «zapatour», una palabra acuñada por políticos locales, recorrerá 12 estados antes de llegar a la capital. (FIN/IPS/dc/ff/ip/01

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