La principal red de organizaciones no gubernamentales europeas dedicadas al desarrollo, la cooperación y a la ayuda humanitaria se disolverá debido a que la UE dispuso cesar sus pagos, luego de una auditoría que reveló cuentas poco claras.
El Comité de Enlace de Organizaciones No Gubernamentales europeas, conocido por el acrónimo francés CLONG, anunció que recomendará a sus 930 miembros «desmontar» sus asuntos «de forma ordenada», luego de que la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE (Unión Europea), suspendió los pagos a esta coalición.
La auditoría efectuada por la firma Ernst & Young concluyó que el CLONG gastó alrededor de un millón de euros (936.400 dólares) sin respetar las reglas de la UE o sin contabilizarlos, por lo que la organización debería recuperar ese dinero.
Sam Biesemans, portavoz del CLONG, dijo a IPS que la organización no podía seguir pagando sus cuentas y que sus empleados ya recibieron la notificación de despido. La disolución formal se resolverá en una asamblea que se celebrará en abril.
El CLONG consideró que la auditoría dispuesta por la Comisión Europea fue «una intimidación», de la que acusó directamente al actual comisario de la UE para Desarrollo y Asuntos Humanitarios, Poul Nielson. Ese funcionario habría actuado así con el fin de consolidar su poder en la Comisión Europea, agregó Biesemans.
«No hubo acusaciones de fraude. La auditoría encontró un problema de falta de claridad de la cual también es responsable la Comisión Europea, que efectuó controles. La Comisión está bloqueando los pagos y es evidente de que se trata de una decisión de Nielson», dijo.
Nielson había anunciado hace un año, al asumir el cargo, una política de «tolerancia cero» a los casos de mala administración en proyectos de desarrollo que recibieran fondos de la UE.
El bloqueo se produce en un momento clave de las relaciones entre la sociedad civil y la Comisión Europea, en que comienza a implementarse el nuevo acuerdo comercial y de asociación entre la UE y el grupo de los 77 países de Africa, Caribe y Pacífico firmado en Cotonou en junio.
El acuerdo ordena incluir a la sociedad civil en los procesos de decisión. «Lo increíble es que todo esto ocurre durante la puesta en marcha del acuerdo de Cotonou», comentó Biesemans.
La Comisión de Desarrollo y Cooperación del Parlamento Europeo reclamó a Nielson que le corte un poco las alas al CLONG pero que le permita sobrevivir, acotó el activista.
«Para que el CLONG pueda seguir operando, la Comisión Europea no debería usar el argumento de la auditoría para bloquear los pagos de los contratos existentes», dijo el presidente de la red de organizaciones no gubernamentales, Joaquim Miranda, en una carta dirigida a Nielson el 13 de diciembre.
La auditoría no debería derivar en «la parálisis de una organización que existe desde hace 20 años y constituye un elemento importante en la sociedad civil para la construcción de Europa», dijo.
«En general, debería ser posible reconciliar buenos métodos de contabilidad en respaldo de organizaciones no gubernamentales que han demostrado su valor y eficiencia», agregó Miranda. La Comisión Europea aportó de la mayoría de los fondos de que dispuso el CLONG desde la fundación de la red en 1975.
«La auditoría no encontró fraude o anomalías financieras por parte del CLONG (…), pero mostró un cuadro preocupante de mala administración financiera», respondió Nielson a Miranda en una carta el 21 de diciembre.
Nielson agregó que la Comisión Europea gasta 1.000 millones de euros anuales (936,4 millones de dólares) en programas realizados por organizaciones no gubernamentales.
«Este caso es el único en que nos hemos enfrentado con este tipo de mala administración financiera. El problema del CLONG es, espero, un caso aislado y no tiene nada que ver con la manera que trabajamos en conjunto con organizaciones no gubernamentales de cooperación con el desarrollo», expresó.
«Esa colaboración es esencial en nuestra lucha contra la pobreza y continuará siendo esencial tambien para la Comisión Europea», aseguró Nielson. (FIN/IPS/trad-eng/bk/da/ego/mj/dv/01
