El Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (Hábitat) pidió más fondos para combatir problemas mundiales asociados con la urbanización, en vista del continuo crecimiento de las ciudades y sus cinturones de pobreza.
La agencia con sede en Nairobi, con un presupuesto de unos 24 millones de dólares, señaló que las contribuciones voluntarias que recibió para 1999 y 2000 fueron insuficientes para que la organización pudiera cumplir su mandato. Apenas 26 gobiernos realizaron aportes al organismo.
«El bienestar de más de 1.000 millones de personas sin techo o que viven sin un refugio ni servicios básicos adecuados depende de los esfuerzos combinados de todos nuestros socios», dijo la nueva directora ejecutiva designada de Hábitat, Anne Tibaijuka, en una reunión organizada esta semana en Nairobi.
«Sé que entre nuestros donantes y socios existe buena voluntad, pero necesitamos con urgencia más recursos financieros seguros, predecibles y a largo plazo», dijo a ministros, alcaldes, parlamentarios y organizaciones no gubernamentales de 171 países.
La designación de Tibaijuka hace cinco meses por el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, fue considerada un paso hacia la restauración de la credibilidad de la agencia, que ha experimentado problemas de liderazgo en los últimos cinco años.
Tibaijuka sustituirá a Klaus Toepfer, director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, quien ocupó la dirección de Hábitat en forma interina durante dos años, tras la renuncia de Wally N'Dow en 1997.
El llamado de Tibaijuka se produce en medio del crecimiento de la pobreza urbana y la degradación ambiental, causadas por niveles insostenibles de consumo.
La población urbana mundial se duplicó en los últimos 30 años al pasar de 1.500 a 3.000 millones, según Hábitat.
En 1950, Nueva York era la única ciudad con más de 10 millones de habitantes, pero actualmente, 19 ciudades exceden esa cantidad. Tokio encabeza la lista con 26 millones, seguida por Ciudad de México y Bombay, con 18,1 millones cada una.
Sao Paulo tiene 17,8 millones de habitantes, seguida por Nueva York con 16,6 millones.
En Asia y Africa, la migración del campo a las ciudades es cada vez mayor. La población urbana de Asia se estima en 36,7 por ciento, mientras la de Africa llegó a 37,9 por ciento.
Lagos (antigua capital de Nigeria), actualmente la sexta ciudad más poblada del mundo y la primera de Africa, con 13,4 millones, se convertirá para 2015 en el tercer centro urbano del planeta, con una población prevista de 23,2 millones.
Nairobi, la capital de Kenia, tiene un crecimiento estimado de cinco por ciento al año. Más de 50 por ciento de su población vive en asentamientos precarios.
Dar Es Salaam, Tanzania, crece a un ritmo de 10 por ciento al año, y se calcula que su número de habitantes se duplicará en los próximos siete años.
Esa rápida expansión saturó la capacidad de los gobiernos nacionales y municipales, y aunque el crecimiento urbano en general contribuye al producto interno bruto, la pobreza está cada vez más urbanizada, señaló Tibaijuka.
«Por si estas tendencias no fueran lo suficientemente preocupantes, tengamos en cuenta que el futuro ambiental del planeta está estrechamente vinculado con la administración de nuestras ciudades, localidades y aldeas», advirtió.
Hace cinco años, unos 171 gobiernos se comprometieron a lograr «vivienda adecuada para todos», en una conferencia organizada por Hábitat en Estambul, Turquía, destinada a mejorar la condición de vida de al menos 100 millones de habitantes de asentamientos precarios en todo el mundo.
El compromiso fue confirmado el año pasado en la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas, que fijó el objetivo para el año 2020.
En los países en desarrollo, el bajo nivel de desarrollo económico, la falta de recursos financieros, técnicos y humanos, y la ineficiencia de la cooperación internacional fueron identificados como los principales obstáculos para el cumplimiento de la agenda de Hábitat.
«Hábitat debe concentrar su atención en cuestiones de interés común de todos los países, y en particular de los países en desarrollo, y realizar una contribución sustancial para mejorar el ambiente de los asentamientos humanos», exhortó Ye Rutang, viceministro de Construcción de China, en la reunión de Nairobi.
Emmy Galama, representante permanente ante Hábitat del Consejo Internacional de la Mujer, se quejó de que las preocupaciones femeninas fueron marginadas en la agenda de Hábitat, pese a que las mujeres constituyen la mayoría de las personas sin una vivienda digna.
Durante la reunión de dos semanas, los delegados prepararán la sesión especial de la Asamblea General de la ONU sobre asentamientos humanos, que se realizará en junio en Nueva York, bajo el nombre de «Estambul más Cinco». (FIN/IPS/tra-en/ja/mn/mlm/dv/01
