Los países de América Latina y el Caribe albergan en la actualidad a 61.080 refugiados, 46.900 de los cuales están en México y Costa Rica, según un informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR).
En México hay 24.000 refugiados y en Costa Rica 22.900, indica la versión en español para la región del informe del ACNUR, titulada «La situación de los refugiados en el mundo 2000» y presentada el viernes en San José, que incluye un recuento de movimientos migratorios internacionales desde la Segunda Guerra Mundial.
En América Latina y el Caribe, «el flujo de refugiados ya no es tanto por razones políticas, sino por motivos económicos», y en los últimos años se registra un aumento de refugiados provenientes de otras regiones del mundo, explicó a IPS el mexicano Jaime Ruiz, jefe de misión del ACNUR en Costa Rica.
Por ejemplo, han llegado a Brasil miles de angoleños, señaló el experto en la sede de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), donde fue presentado el estudio.
Los datos acerca del número de refugiados en cada país de la región contenidos en el documento se basan en estadísticas oficiales de 1999, según las cuales en Argentina viven 2.300 refugiados, en Panamá 1.300, en Chile 320 y en Uruguay 90.
Ruiz abogó por leyes nacionales y programas preventivos sobre migración y refugiados en los países de la región, y expresó su preocupación en relación con el Plan Colombia, una estrategia conjunta de Washington y Bogotá para erradicar cultivos de coca y promover la inversión en programas sociales en Colombia.
«El propio gobierno de Estados Unidos ha dicho que el Plan Colombia va a provocar mucho movimiento humano», exolicó.
El informe del ACNUR define a refugiados y desplazados como víctimas de acontecimientos que escapan a su control, por ejemplo la persecución, los conflictos armados y las violaciones de los derechos humanos.
Las principales referencias del estudio a América Latina y el Caribe se centran en los problemas migratorios de América Central durante los años 80 y 90.
«Los conflictos civiles que afectaron a El Salvador, Guatemala y Nicaragua en la década de 1980 obligaron a más de dos millones de personas a huir de sus hogares», y en los años 90 hubo en América Central un intenso proceso de repatriación de refugiados, apuntó el ACNUR.
Costa Rica es en la actualidad el país de América Central que recibe más refugiados, en forma creciente por la oleada de personas que provenientes de Colombia que escapan de «difíciles condiciones de seguridad nacional», informó a IPS el encargado de información pública del ACNUR en Costa Rica, Geovanny Monge.
Los colombianos que aspiran a residir en Costa Rica alegan en la mayoría de los casos que en su país sufren persecución e inseguridad debido a la acción de guerrillas y paramilitares, explicó.
El ACNUR dedicó un apartado de su informe a las consecuencias de la dictadura en Chile (1973-1990) que comenzó con un golpe de Estado encabezado por el general Augusto Pinochet.
«La tortura, las desapariciones y los homicidios fueron generalizados» tras el golpe de Estado, y «se calcula que más de 4.000 personas murieron y alrededor de 60.000 fueron detenidas, aunque la mayoría de ellas por breve tiempo», destacó.
El ACNUR sostuvo en un informe de esa época que la situación chilena era semejante a la que impuso en Europa el predominio del nazismo y el fascismo en los años 30.
Expertos regionales sostienen que la comunidad internacional debe esforzarse por evitar que el problema de los refugiados siga en aumento.
El juez brasileño Antonio Cancado, presidente de la CIDH, recordó que el ACNUR fue creado a fines de la Segunda Guerra Mundial para asistir a unos 400.000 refugiados, y subrayó que en la actualidad el total mundial de personas en esa condición es más de 26 millones.
«Esto debe guiarnos a la reflexión, pues el crecimiento de las víctimas ha sido desproporcionado en relación con el crecimiento de la población mundial», añadió. (FIN/IPS/nms/mp/hd/01)
