El líder de las FARC, Manuel Marulanda, aceptó hoy la propuesta del presidente de Colombia, Andrés Pastrana, de reunirse para intentar reanudar el diálogo de paz, suspendido desde el 14 de noviembre por decisión de esa guerrilla.
Las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) divulgaron la decisión en un comunicado en el cual plantean que el encuentro se concrete el próximo jueves en la zona del sudeste del país desmilitarizada hace dos años para instalar la mesa de negociaciones.
La guerrilla comunicó que avala la agenda de trabajo propuesta por Pastrana el miércoles, pero pidieron que se incluya la lucha contra los paramilitares de derecha y el Plan Colombia, antidrogas y definido por el gobierno como «una estrategia para la paz, la prosperidad y el fortalecimiento del Estado».
También piden que se extienda por tiempo indefinido la desmilitarización del área de 42.000 kilómetros cuadrados, cuya cabecera es San Vicente del Caguán, plazo que vence este domingo luego de que fuera prorrogado por Pastrana el miércoles.
Pastrana convocó ese día a Marulanda a conversar sobre la reanudación de negociaciones hasta lograr un acuerdo definitivo, examinar un convenio humanitario que permita la liberación de prisioneros, crear mecanismos de control para la zona desmilitarizada y formas de sustitución de cultivos ilícitos.
Alfonso Cano, jefe político de los insurgentes, afirmó al leer el comunicado que «la respuesta del comandante Marulanda es concreta, acepta la reunión y está dispuesto a conversar sobre los temas propuestos».
Las FARC, principal guerrilla izquierdista colombiana, suspendieron en forma unilateral el diálogo de paz, en demanda de «acciones estatales concretas» contra las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia, a las que responsabilizan de 80 por ciento de las masacres que ocurren en el país.
Los paramilitares fueron acusados por los organismos de seguridad de cometer unas 20 masacres en el primer mes del año, en las que resultaron muertas 130 personas.
Los jefes de las FARC ponen énfasis en discutir con el gobierno el Plan Colombia, que cuenta con una asistencia especial de 1.300 millones de dólares de Estados Unidos, al que se oponen por considerar que «es un plan para la guerra».
El aporte de Washington a ese programa, que tiene un costo de 7.000 millones de dólares, será destinado a la erradicación de cultivos ilícitos en el sudeste del país, donde existe una fuerte presencia guerrillera, lo cual hace pensar a algunos analistas que conducirá a un recrudecimiento de la guerra.
El diputado independiente Antonio Navarro, ex guerrillero del M- 19, sostuvo que es viable la discusión del Plan Colombia pedida por las FARC, ya que en la propuesta de reunión de Pastrana esta incluido el asunto de los cultivos ilícitos, relacionados con la estrategia gubernamental.
Navarro, también miembro del Frente por la Paz de civiles que piden la solución negociada del conflicto armado interno, dijo a IPS que la respuesta de las FARC al presidente Pastrana hay que mirarla con optimismo, porque es «un indicativo de que el proceso de diálogo con este grupo está saliendo de su estancamiento».
Explicó que en adelante lo importante «será que la reunión sea productiva y que haya un relanzamiento del proceso de paz (…) y se diseñe una agenda que conduzca a resultados parciales en los próximos meses».
«Se debe destacar que se va a dar una reunión al más alto nivel, en la que discutirán asuntos importantes para la continuidad de las negociaciones», agregó Navarro.
La respuesta de las FARC a Pastrana se produjo un día después de que el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Kofi Annan, el secretario general de la Organización de Estados Americanos, César Gaviria, y los embajadores de la Unión Europea (UE) acreditados en Colombia expresaron su respaldo al proceso de paz entre Bogotá y los rebeldes.
Annan pidió, en una declaración emitida el jueves, que el gobierno de Colombia y las FARC «no pierdan esta oportunidad de continuar en el camino de la paz por medio del diálogo y las negociaciones».
Por su parte, los representantes de los 15 países de la UE instaron a la guerrilla a volver a la mesa de negociaciones y a «hacerlo con miras a alcanzar resultados concretos durante las mismas».
El gobierno y las FARC lograron desde el comienzo del diálogo, en enero de 1999, avanzar en la elaboración de una agenda de 12 puntos y realizar audiencias públicas, en las que recogieron las opiniones de distintos sectores sobre los asuntos económicos que integran el primer gran bloque de discusión. (FIN/IPS/yf/dm/ip/01
