JAPON: Auge tardío del comercio electrónico

Japón ganó fama mundial por sus avances tecnológicos, pero en 1997 sólo tres millones de sus habitantes, en una población de más de 125 millones, empleaban Internet, la red mundial de computadoras. En los últimos años las cosas han cambiado mucho.

En la actualidad hay 28 millones de usuarios de Internet según el Ministerio de Comercio Exterior e Industria, y se registra un rápido crecimiento de las transacciones comerciales mediante esa red, aunque el valor total del llamado comercio electrónico entre firmas aún está en un modesto nivel de 103.057 dólares anuales.

Sin embargo, se espera que ese valor llegue a 584.000 millones de dólares en 2003, y que las ventas directas a consumidores mediante Internet sumen unos 26.000 millones de dólares en ese año.

Atsuko Sato, de 55 años de edad y propietaria de un comercio de Tokio especializado en comestibles importados, no concebía hace dos años la posibilidad de vender algo mediante Internet, pero el mes pasado comenzó a hacerlo.

«Pensaba que Internet era algo que sólo tenía que ver con los jóvenes, pero me di cuenta de que iba a quedar rezagada si no cambiaba mis costumbres y empezaba a aprender el uso de la computadora», dijo a IPS.

Sato pagó más de 5.000 dólares a un especialista para que diseñara el sitio en Internet desde el cual ofrece sus mercaderías.

La comerciante aun no sabe si su nuevo negocio tendrá éxito, pero está decidida a correr riesgos junto con firmas japonesas muy famosas que ingresaron hace poco al mundo del llamado comercio electrónico, entre ellas grandes bancos y gigantes de la industria como Sony y Matsushita.

Otros recién llegados japoneses a los negocios en Internet son templos budistas que instalaron «cementerios virtuales», o sea imágenes de tumbas y mausoleos que los deudos de una persona fallecida pueden «visitar» sin moverse de sus casas, mediante un pago.

«Es indudable que Japón se esfuerza por recuperar el tiempo perdido», opinó Joseph Kim, un especialista en negocios mediante Internet.

Pasará poco tiempo antes de que los japoneses sean tan adictos a Internet como los habitantes de Estados Unidos, el país que lidera en la actualidad el comercio electrónico, predijo Kyoko Fujimoto, una editora de la revista Japan Inc., especializada en ese tipo de negocios.

«Cada vez más personas descubren las ventajas del comercio electrónico», y pronto las firmas japonesas dependerán mucho de sus ventas mediante Internet, agregó.

Según algunos analistas de los negocios en Internet, el aumento de esas actividades en el país se debe en parte a esfuerzos del gobierno.

Las autoridades se proponen que 60 por ciento de los habitantes del país sean usuarios de Internet en 2005, y que en ese año 30 millones de hogares dispongan de conexiones de alta velocidad para la transmisión de datos entre computadoras.

Otros piensan que el principal estímulo al comercio electrónico son los precios bajos.

«Empecé a realizar ventas mediante Internet hace cuatro años, y mi facturación ya asciende a 27.000 dólares mensuales. Los clientes pagan unos 480 dólares por productos que antes debían comprarme a 780 dólares», dijo Masayuki Arai, director de una firma de cosméticos de Tokio.

La venta directa a consumidores permite prescindir de intermediarios minoristas y reducir los precios, explicó.

«Durante décadas pagamos precios mucho mayores que los de otros países, y creímos que ese problema no tenía solución. Internet promueve una revolución del consumo», afirmó Fujimoto.

De todos modos, algunos expertos advirtieron que el auge actual del comercio electrónico puede desvanecerse sin rebajas en el precio de los servicios de conexión telefónica con Internet y normas para regular los nuevos negocios.

Es preocupante el aumento de demandas judiciales contra firmas que operan mediante Internet y emplean sin autorización nombres comerciales, venden materiales pornográficos o están involucradas en el uso fraudulento de tarjetas de crédito, indicaron.

«Es un error pensar que el comercio electrónioco será una mina de oro para todos», advirtió Yuichiro Itakura, quien vendía diversos artículos mediante Internet y quebró hace poco.

«Los consumidores japoneses pueden comprar casi todo lo que necesitan en sus vecindarios, y vender mediante Internet no es tan fácil como en otros países», sostuvo.

Además, quienes aspiran a realizar ventas a otros países afrontarán graves dificultades debidas a la barrera del idioma, señaló.

Fujimoto dijo que es preciso aprender de fracasos como el de Itakura. «Japón ingresa a la cultura de Internet por un camino sin retorno», aseguró. (FIN/IPS/tra-eng/sk/ccb/ego/mp/if/01)

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