Organizaciones de consumidores de 25 países de América Latina y Europa acordaron un plan de acción común que incluye, entre otros objetivos, la adopción de medidas para afrontar la amenaza de la enfermedad de las vacas locas.
El plan fue aprobado por 80 representantes de grupos de consumidores, gobiernos y expertos, reunidos entre los días 23 y 26 en Cartagena de Indias, Colombia, informó este martes en Santiago la oficina regional para América Latina y el Caribe de Consumers International (CI).
La conferencia dio inicio al Diálogo Euro-Latinoamericano por el Desarrollo y la Democracia, y dio origen al plan de acción que prevé actividades hasta 2003, señaló Marcela Ortiz, coordinadora del Programa de Comunicaciones de la oficina regional de CI.
El encuentro de Cartagena de Indias fue convocado por la Unión Europea (UE) y CI, la mayor federación mundial de organizaciones de consumidores, que cuenta con 271 asociaciones de más de 110 países.
Entre los acuerdos adoptados figura la creación de un banco de datos, accesible en varios idiomas, sobre experiencias judiciales en procesos de defensa del consumidor, cuestión de larga data en la UE que se comenzó a difundir en América Latina solo en la última década.
En encuentros de legisladores europeos y latinoamericanos con las organizaciones de consumidores se intercambiarán antecedentes sobre el asunto y se promoverán tareas de capacitación.
Chile será sede en septiembre u octubre de este año de una reunión de entidades gubernamentales de protección de los consumidores de América Latina y Europa, anunció Alberto Undurraga, director del Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) de este país.
Undurraga fue uno de los representantes gubernamentales que participaron en la conferencia de Cartagena de Indias, en que se dieron cita dirigentes y expertos de unas 70 organizaciones latinoamericanas y europeas.
«Creo que es importante intercambiar información entre otros países y gobiernos en materia de protección al consumidor. Desde el momento en que hay una liberalización del comercio, es bueno conocer cuáles son las posturas de los otros países con relación a los consumidores», expresó el director del Sernac.
Esta organización se asoció como miembro afiliado de CI en noviembre de 2000, en el congreso mundial número 16 de esta entidad, celebrado en Durban, Sudáfrica.
Undurraga defendió en la conferencia de Colombia la apertura de los mercados, como un proceso que, a juicio del gobierno chileno, favorece a los consumidores, aunque provoca grandes resistencias en las organizaciones ciudadanas.
Uno de los objetivos del Diálogo Euro-Latinoamericano por el Desarrollo y la Democracia es profundizar en este asunto y orientar un debate informado al respecto tanto de los consumidores y los gobiernos, así como en un intercambio de ambos sectores.
Esta instancia de intercambio entre latinoamericanos y europeos tiene características similares a las del Diálogo Transatlántico de Consumidores y al Foro Euro-Mediterráneo sobre Políticas de Consumo y Protección de la Salud, ambos iniciados en 1998.
Ortiz indicó que el plan de acción a desarrollar en el contexto del diálogo eurolatinoamericano pondrá especial acento en los servicios públicos, la protección legal y la seguridad alimentaria de los consumidores de ambas regiones.
La oficina regional de CI realiza desde mediados de la década pasada un proyecto de investigación y diagnóstico acerca de las relaciones de los consumidores con servicios públicos básicos como electricidad, telecomunicaciones y atención sanitaria, muchos privatizados en las últimas dos décadas.
En Cartagena se acordó efectuar una investigación sobre la legislación vigente en América Latina y Europa sobre servicios públicos, y la elaboración de un mapa acerca de la inversión transnacional en el sector y de un «Proyecto de Ley Marco de Servicios Públicos para América Latina».
En lo que respecta a la seguridad alimentaria, el plan de acción plantea que el banco de datos sirva para identificar a empresas y otras instituciones que «en nombre de los consumidores promueven, aunque no abiertamente, la introducción de alimentos con riesgo para la salud, como los genéticamente modificados».
Al mismo tiempo, se acordó desarrollar acciones conjuntas en las organizaciones de consumidores europeas y latinoamericanas para enfrentar «la amenaza» de la encefalopatía espongiforme bovina o mal de las vacas locas.
La ingestión de la carne vacuna infectada con este mal provoca en los seres humanos la mortal e incurable enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.
El mal de las vacas locas, originado en Gran Bretaña, se expandió al resto de Europa con un incremento de los casos en las últimas semanas en España, Italia y Francia, lo cual llevó a Argentina y Brasil a prohibir la importación de productos cárnicos desde la UE. (FIN/IPS/ggr/mj/dv/01
