Brasil lidera el plan de la Asociación de los Países Productores de Café (APPC) de retener parte del grano exportable, pero enfrenta crecientes presiones internas contra esa política ante la persistencia de los bajos precios internacionales.
El ministro de Agricultura, Marcus Pratini de Moraes, advirtió a los miembros de la APPC, que confirmaron el programa en una reunión realizada este miércoles en Londres, que el esfuerzo brasileño sólo proseguirá si es acompañado por los demás países.
Brasil retuvo 1,87 millones de sacos de café de 60 kilogramos el año pasado, cuando exportó 15,68 millones del producto sin tostar, 25 por ciento menos que en 1999, y obtuvo sólo 1.459 millones de dólares, los más bajos ingresos en los siete últimos años.
El plan establece el almacenaje del volumen equivalente a 20 por ciento de las exportaciones, en un intento por neutralizar el exceso de producción y reducir las existencias en los países importadores, para recuperar los precios que cayeron a la mitad de los vigentes hace un año.
Sin la retención, adoptada por APPC en mayo pasado, la caída sería mas grave aún, sostuvo Pratini de Moraes, ante las críticas de varios sectores a la medida, por no haber siquiera interrumpido las pérdidas hasta ahora.
Hace falta algún tiempo más para que la medida tenga los efectos esperados, señaló el ministro.
Los caficultores brasileños se quejan de que los actuales niveles de precios no cubren los costos de producción.
El problema es que, pese al plan de APPC, el volumen total exportado por los países productores el año pasado ascendió a 88,1 millones de sacos, tres por ciento más que en 1999, según los datos de la Organización Internacional del Café (OIC), que reúne a productores e importadores.
La reducción en las ventas de Brasil, el mayor productor y exportador mundial, fue anulada con creces por el aumento de otros grandes países cafeteros, como Colombia, el tercer productor mundial, México y Vietnam, este último pasando al segundo lugar en volumen exportado.
Con la producción mundial superando largamente el consumo, es muy difícil revertir la tendencia a la baja, si los países asociados no cumplen la reducción acordada en las exportaciones.
Habrá recuperación porque la próxima cosecha brasileña será muy inferior a la del año pasado, dijo Gilson Ximenes, presidente del Consejo Nacional del Café, organización representativa de los más de 200.000 caficultores brasileños.
La estimación oficial, de la Empresa Brasileña de Pesquisa Agropecuaria, indica que Brasil cosechará 26,7 millones de sacos, 14 por ciento menos que en el año cafetero corriente.
Pero son desalentadoras las conclusiones de investigadores del mercado mundial. Un estudio del Instituto de Economía Agrícola, de Sao Paulo, prevé que este año será tan malo como 2000, porque la oferta mundial sigue creciendo más que la demanda.
En el exterior, la Economist Intelligence Unit hace previsiones más catastróficas, indicando que en 2002 los precios del café serán los más bajos de los últimos 30 años.
La misma OIC estima que el mundo está produciendo 112,9 millones de sacos de café, 10,5 millones de sacos por encima del consumo.
Ante esas perspectivas, aumentan las críticas contra el plan de retención, acusado de provocar solamente una pérdida de mercado por parte de Brasil.
El director del Instituto de Economía Agrícola estimó en 400 millones de dólares la pérdida brasileña, al acatar el acuerdo de APPC del año pasado.
El país seguirá vendiendo menos café y a precios más bajos, por eso debe poner fin al plan de retención, opinó Luiz Hafers, presidente de la Sociedad Rural Brasileña, organización de grandes agricultores.
Los críticos acusan a los caficultores de imponer esa política, desconociendo la situación del mercado mundial. Pero las decisiones son adoptadas por un Consejo de Política Cafetera en que, además del gobierno, tienen asiento tanto los productores como los exportadores y la industria de torrefacción.
Con la decisión de la APPC de mantener la retención, confirmada este miércoles en Londres, persistirá también esa discusión, hasta que el plan de los exportadores obtenga la esperada recuperación de las cotizaciones o se confirme el fracaso ya identificado por los opositores. (FIN/IPS/mo/dm/if/01
