La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) evitó una «catastrófica» guerra de precios, pero aún debe insistir en la estabilidad del mercado, afirmó hoy el ministro venezolano de Energía y Minas, Alí Rodríguez, quien asumirá el 1 de enero la Secretaría de la organización.
Rodríguez indicó que la OPEP se habría visto envuelta en una guerra de precios «con resultados catastróficos» de no haberse dado el actual proceso de fortalecimiento y consenso entre los países miembros.
Al hacer un balance del año 2000, el ministro venezolano declaró a la prensa que quedó «atrás la época de fuertes enfrentamientos internos», así como la imagen de que la organización «manipulaba los precios del mercado internacional».
Analistas han reconocido que la designación por unanimidad de Rodríguez como nuevo secretario de la entidad y la realización en septiembre en Caracas de la segunda Cumbre de la OPEP son signos del éxito de la política petrolera del gobierno de Hugo Chávez.
«Venezuela puede vanagloriarse hoy de que sostiene una posición muy seria y reconocida (dentro de la OPEP)», aseveró el ministro.
Rodríguez recalcó que la meta de su gestión será estabilizar los precios, partiendo de un diálogo entre países productores y consumidores, establecer un nuevo marcador para el mercado mundial de crudos y «actualizar la OPEP para adaptarla al mundo actual».
El ministro venezolano fue presidente de la OPEP en este año y a partir del 1 de enero asumirá la secretaría general, para lo cual se trasladará a Viena, donde se encuentra la sede de la organización.
«Los expertos trabajarán en un nuevo marcador que refleje la realidad del mercado», adelantó el alto funcionario petrolero, quien calificó de absurdo que los precios internacionales se rijan por combustibles como el West Texas Intermediate, el Brent del Mar del Norte y el Dubai.
«Estos tres marcadores en su conjunto no suman el millón de barriles diarios», aseguró Rodríguez, al tiempo que recalcó que en el nuevo marcador debe estar reflejada la producción de la OPEP, Rusia, México, Angola y Omán, «que suman alrededor de 30 millones de barriles por día».
Al referirse a otro de sus retos, como es lograr la estabilidad en las cotizaciones del crudo, Rodríguez recalcó que la OPEP «viene haciendo esfuerzos sostenidos y sistemáticos» y rechazó que en la actual coyuntura se pueda acusar a la organización de «manipular los precios».
Recordó que la OPEP ha apostado a una banda de precios que fluctúe entre 22 y 28 dólares por cada barril de 159 litros, con el fin de dar más transparencia y previsión al mercado.
Sin embargo, mencionó cuatro factores que inciden en los altos precios como los registrados entre septiembre y noviembre, «cuando no existían razones motivadas por la oferta y la demanda» para ello.
Estos factores, según el ministro venezolano, son los cuellos de botella en la refinación, los fuertes impuestos al combustible en los países del norte industrializado, el incremento en las tarifas del transporte marítimo y la especulación.
«La alteración generada por la especulación le suma entre cuatro y ocho dólares a cada barril de petróleo en este momento», precisó.
El West Texas y el Brent se vendían a 34,48 y 32,51 dólares, respectivamente, hace dos semanas al concluir noviembre.
El ministro venezolano indicó que este lunes las cotizaciones eran de 29,10 y 24,85 dólares por cada barril de estos dos marcadores. La cesta de siete crudos de la OPEP se cotizaba, en tanto, en 23,12 dólares.
Por otra parte, destacó que la cesta de la OPEP tiene un precio promedio en este año de 27,76 dólares, con lo cual «se coloca en la banda establecida».
La OPEP produce casi 40 por ciento de los 77 millones de barriles diarios de petróleo que demanda el mercado mundial, lo cual equivale entre 27 y 30 millones, según se considere o no la producción de Iraq, sometida a un embargo por la Organización de las Naciones Unidas después de la invasión a Kuwait de 1990. (FIN/IPS/ac/ag/if/00