La jamaiquina Judy Mowatt integró las I- Three, el coro que en los años 70 acompañó al ídolo máximo del reggae y de la religión rastafari, el fallecido Bob Marley. En los años 90 se convirtió al cristianismo, y ahora festeja su conversión con un nuevo disco.
«Called To Serve» («Convocados para servir») no es un disco solista. Es una colección de canciones interpretada por artistas que, al igual que Mowatt, fueron exponentes de música profana: los disc-jockeys Papa San y Stitchie y los cantantes Carlene Davis, Chevelle Franklyn y Junior Tucker.
«Sentí que debíamos sacar un disco para celebrar nuestra transformación», dijo Mowatt. El grupo que ensambló Mowatt fue denominado Soldiers for Jesus Christ («Soldados para Jesucristo»), y el disco salió a la venta este mes.
Además de los intérpretes jamaiquinos, «Called To Serve» incluye canciones del cantante Junior C, de Bermudas, y Betty Wright, una leyenda del rythm and blues estadounidense convertida hace poco al cristianismo.
Este disco es «un testimonio de lo que somos ahora» y refleja, según Mowatt, la transformación espiritual de muchos artistas profanos jamaiquinos a mediados de los años 90.
«Nadie puede decir que la voluntad de Dios es una manía. Dios es poderoso, y usa su poder. Esto no es una manía, sino un movimiento del Espíritu Santo», dijo Mowatt, quien durante 30 años profesó la fe rastafari que consideraba mesías al emperador etíope Haile Selassie.
Mowatt lideró el grupo The Gaylettes, hasta que en los 70 inició una carrera solista. Su popularidad comenzó en 1973 cuando se unió, casi por casualidad, a Marcia Griffiths y a Rita Marley, la esposa de Bob Marley, en una sesión de grabación.
Marley grabó entonces los coros de su éxito «Jah Live» («Dios vive», en la terminología rastafari). Al año siguiente, Mowatt, Griffiths y Rita Marley, ya como las I-Three, fueron su coro femenino en el disco «Natty Dread».
La afinada armonía de las I-Three agregó una dimensión diferente al revolucionario sonido de Marley, y esa característica fue básica en éxitos mundiales como «No Woman No Cry» («Mujer, no llores»).
Las tres se dedicaron, luego de la muerte de Marley en 1980, a sus carreras solistas. Mowatt tuvo éxito con los aclamados discos «Black Woman» y «Working Wonders», candidata a un premio Grammy en 1986.
Mientras, Mowatt se sentía atraída por la música gospel, cultivada en las iglesias cristianas negras de Estados Unidos, a pesar de su ferviente fe rastafari. Así, solía asistir a iglesias cristianas, proceso en el cual se sintió tentada a abandonar su religión en reiteradas ocasiones.
«Tuve la sensación y la premonición, hace muchos años, de que mi vida cambiaría», dijo.
Confundida por la dirección que tomaría su vida, la artista acudió a la Biblia, que, dijo, le dio las respuestas que había estado buscando durante mucho tiempo. «La Biblia es la guía que Dios nos dio y es la verdad de Dios. Entonces, como rastafariana, no creía en que Jesucristo fuera el hijo de Dios», afirmó.
En 1994, cuando dos de sus cinco hijos pasaban por problemas personales, Mowatt buscó consuelo en la iglesia. Su conversión fue gradual, y ella aún luce los dreadlocks (rulos rastafari) que lucía cuando estaba en las I-Three.
En 1997, hizo pública su nueva fe cristiana, aplaudida por sus nuevos correligionarios y criticada por los rastafarianos. Grabó «Love», un disco de música gospel, en 1999.
En un espectáculo, muchos rastas la criticaron por «venderse a Babilonia». Pero eso no la detuvo.
«Aun Jesús, cuando caminaba por la Tierra, afrontó las críticas. Deberé enfrentarme con la persecución, la oposición y las ofensas, pero, con Dios dentro de mí, combatiré el mal con el arma del amor», replicó. (FIN/IPS/tra-eng/hc/da/mj/cr/00