AMBIENTE: Cuarta conferencia para combatir la desertización

Más de 2.000 delegados de todo el mundo discutirán a partir del lunes en Bonn los problemas que causan la sequía y la desertización provocadas por el recalentamiento planetario y las actividades humanas.

La situación será analizada en la cuarta sesión de la Conferencia de Partes (COP-4) de la Convención de las Naciones Unidas para Combatir la Desertización (UNCCD), que se desarrollará desde el lunes 11 y hasta el viernes 22 en la capital de Alemania.

La Convención entró en vigencia el 26 de diciembre de 1996, 90 días después de que se recibió la ratificación número 50 de la misma, y hace hincapié en la necesidad de fomentar el desarrollo sustentable, sobre todo en las zonas secas del planeta.

Se trata de un documento obligatorio derivado de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Ambiente y Desarrollo, celebrada en junio de 1992 en Río de Janeiro.

Una declaración en la página en Internet de la Convención de parte de Hama Arba Diallo, secretaria ejecutiva del organismo, informó que 171 países habían adherido al instrumento.

Eso refleja la creciente importancia designada a la desertización, según Diallo. Más de 80 informes nacionales sobre la situación en distintos países serán presentados este año en Bonn.

Desde que la Convención entró en vigor se adoptaron más de 30 programas de acción nacional para combatir la desertización y mitigar los efectos de la sequía.

«Existen actividades en camino para fortalecer la colaboración en los ámbitos subrregional, regional e interregional», agregó la declaración de Diallo.

En Africa y Asia las iniciativas se concentran en la administración del agua, la forestación, la conservación de la tierra, el control de la desertización y la fijación de las dunas, entre otros puntos, agregó.

No obstante, la impresión dominante es que no se presta suficiente atención al combate de la desertización.

Theo Ben Gurirab, presidente de la 54 sesión de la Asamblea General de la ONU y ministro de Relaciones Exteriores de Namibia, manifiesta su «creciente inquietud» porque al proceso de combate de la desertización «le falta el tipo de apoyo que le corresponde en… ayuda financiera de la comunidad internacional».

«La cantidad recabada para cubrir las necesidades de todos los países africanos para la preparación de sus informes nacionales es equivalente a lo que el Fondo Global del Medio Ambiente destina a un solo país para sus actividades», agregó.

El Fondo Global del Medio Ambiente fue creado en 1990 por el Banco Mundial, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

Actúa como mecanismo financiero para llevar a la práctica la UNFCCC y la Convención de Biodiversidad de las Naciones Unidas.

El Fondo fue creado para conceder donaciones y fondos a países en desarrollo para financiar proyectos e iniciativas que protejan el ambiente, como la lucha contra la desertización.

Sin embargo, el Fondo no es el mecanismo financiero de la UNCCD. Eso le corresponde al Mecanismo Global, que moviliza y canaliza los recursos financieros necesarios, como la transferencia de tecnología a los países en desarrollo perjudicados por la sequía y la desertización.

«La aplicación de la UNCCD no se puede concebir sólo en términos bilaterales ya que sigue siendo un instrumento multilateral que se dedica al punto vital del desarrollo sustentable en los ecosistemas áridos», dijo Gurirab.

Este tipo de cosas garantiza la continuación del debate que comenzó en la COP3 en Recife, Brasil, en noviembre de 1999.

La opinión de los países industrializados se refleja en un informe del gobierno alemán sobre las medidas adoptadas para ayudar a aplicar la Convención en los países afectados, con énfasis puesto en América Latina y Asia.

«Hay varios ejemplos alentadores… pero sigue siendo un desafío convertir a la Convención en un marco estratégico de aceptación universal para administrar los recursos en zonas áridas», señala.

«Varios países en desarrollo produjeron programas de acción nacional, pero aún existen inversiones en ámbitos importantes relacionados con la Convención que se hacen sin atención a los principios de la misma», agrega.

Entre los delegados presentes en Bonn habrá jefes de Estado y de gobierno, ministros, representantes de organizaciones no gubernamentales y de los medios de comunicación. (FIN/IPS/tra-en/raj/sm/aq/en/00

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