Cientos de policías, en un operativo sin precedente, ocuparon hoy el barrio Tepito, en la capital de México, uno de los centros del contrabando y de otros delitos más grande de América Latina, donde el jueves se registraron incidentes violentos y robos en masa.
La acción policial, que contó con 600 patrullas y 1.800 efectivos, cantidades nunca antes vistas en la zona, permitió retomar la madrugada de este viernes el control de Tepito, o «barrio bravo», como lo llaman los capitalinos, informaron portavoces del gobierno de ciudad de México.
Sin embargo, no se pudieron incautar los productos piratas o robados que se buscaban, que desaparecieron junto con los delincuentes, pero la mayoría del comercio del lugar se detuvo por primera vez en más de 40 años
Tepito, ubicado en el centro de la capital, no muy lejos de la plaza principal y de la casa de gobierno, es uno de los principales centros de venta de mercadería de contrabando y pirata de América Latina, señala un estudio del Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual.
El comercio mexicano de vídeos, medicinas, música, ropa, programas de computación, licores, libros y otras decenas de productos no originales obtiene ganancias anuales por alrededor de 500 millones de dólares, estima el Instituto.
Por su parte, la Confederación de Cámaras Industriales afirma que el valor de los productos de contrabando que ingresan a México ascendió a 33.000 millones de dólares entre 1998 y 1999. Gran parte de ello se vende en Tepito.
La imposibilidad de poner orden en Tepito es atribuida por la policía a «sofisticados» canales de comunicación y a las complicidades que existen entre los pobladores de la zona, donde viven y comercian día y noche unas 50.000 personas.
Habitantes del lugar detuvieron el jueves dentro de los laberintos de tiendas y comercios a varios policías que intentaban cumplir una orden de cateo.
Los agentes lograron huir luego de evitar que los lincharan, pero los pobladores explotaron en furia.
Un centenar de personas saquearon entonces comercios, destruyeron patrullas de la policía, incendiaron dos camiones y obligaron a decenas de policías a huir del lugar. Durante más de ocho horas nadie pudo entrar ni poner orden en Tepito.
El barrio, que hace 500 años albergó a comunidades nativas de comerciantes, se ganó la fama de violento en los últimos años.
Sus calles, plazas y vecindades se transformaron en un laberinto de pequeños comercios, donde hasta la policía tiene miedo de ingresar.
En el lugar se puede comprar desde camiones hasta drogas y sofisticadas armas, pasando por toda clase de productos piratas, robados o ingresados al país de contrabando.
En los últimos seis meses la policía efectuó varios operativos en Tepito, en los que recuperó mercancías robadas y confiscó productos no originales y más de 500 dosis de cocaína.
Los controles sobre Tepito son ínfimos. Allí existe corrupción con policías y una comunidad de delincuentes perfectamente organizada, dijo Alejandro Martínez, presidente de la Confederación de Cámaras de Industriales.
Los saqueos y la violencia del jueves demostraron que no existe la ley en ese barrio de unas 50 manzanas de extensión, añadió.
Luego de los problemas del jueves, apenas nueve personas fueron detenidas y se abrieron 16 investigaciones contra presuntos delincuentes.
Portavoces del gobierno capitalino del Partido de la Revolución Democrática, de centroizquierda, indicaron que los problemas de esta semana pudieron haber sido peores si la policía ingresaba a Tepito en el momento de los saqueos.
Desde ahora, con la masiva presencia de la policía, se comenzará a retomar el orden en el lugar, prometieron.
Sin embargo, los comerciantes e industriales del país dudan que esa promesa se cumpla, ya que el crimen organizado es muy fuerte y la corrupción de la policía también, sostienen.
Tepito se convirtió «en un laboratorio socioeconómico de la delincuencia», entre otras causas, porque el «sistema propicia una economía subterránea involucrada con el crimen y el narcotráfico», dijo Alfonso Hernández, presidente del Centro de Estudios Tepiteños, agrupación que documenta la historia del barrio.
Aunque la policía recomienda no visitar Tepito y comprar en zonas seguras y productos legales, miles de personas recorren cada día sus laberintos y salen cargadas de mercaderías que seguramente son robadas, falsificadas o de contrabando, pero también baratas. (FIN/IPS/dc/dm/ip/00
