MEDIO ORIENTE: Cancilleres de UE apoyan crear Estado palestino

Los representantes de la Unión Europea (UE) en la V Conferencia de cancilleres del llamado Proceso de Barcelona expresaron su aspiración de que se cree pronto un Estado palestino, bajo presión de gobiernos árabes participantes en el encuentro.

El Proceso de Barcelona, iniciado en 1995 en esa ciudad oriental española, es un proyecto de cooperación económica y ayuda al desarrollo, en el cual participan los 15 países de la UE y los 12 ubicados sobre las costas meridional y oriental del Mar Mediterráneo.

Entre los integrantes no europeos están la Autoridad Nacional Palestina, Chipre, Israel, Jordania, Líbano, Malta, Siria y Turquía. Como invitados especiales participan Libia y Mauritania.

Los objetivos de la UE en ese proyecto son crear una zona de libre comercio en 2010, mejorar sus condiciones de seguridad y reducir la migración ilegal hacia Europa desde Africa del Norte.

Los representantes de la UE expresaron su deseo de ver «en el corto plazo, y de preferencia por la vía negociada, el establecimiento de un Estado Palestino soberano, democrático, viable y pacífico», en una declaración divulgada al final de la conferencia, realizada el miércoles y el jueves en la ciudad meridional francesa de Marsella.

La delegación de Israel vetó la aprobación de esa declaración como documento oficial del Proceso de Barcelona, cuyas decisiones sólo pueden ser adoptadas por unanimidad.

De todos modos, la posición expresada por los representantes de la UE fue el resultado más importante de la conferencia, convocada para examinar el proyecto de cooperación económica regional y fortalecerlo mediante la fijación de nuevas metas para el período 2000-2006.

Esa agenda inicial fue opacada por las repercusiones de la nueva oleada de violencia entre israelíes y palestinos, que comenzó el 28 de septiembre y ya ha causado más de 220 muertes, en su gran mayoría de palestinos.

Durante las reuniones de la conferencia, los representantes de países árabes acusaron a la UE de actuar en forma «inmoral» y «cobarde» ante ese conflicto, y el ministro palestino de Cooperación Económica, Nabil Chaath, afirmó que la «neutralidad» de la UE es «perniciosa».

«Demandamos de la UE una participación activa en el conflicto», enfatizó.

El encuentro fue boicoteado por los gobiernos de Siria y Líbano, en protesta por la participación israelí.

Los demás países árabes que participaron en la conferencia no suscribieron la declaración de los delegados de la UE, por considerar que «no refleja las demandas árabes.»

La revisión del proyecto de cooperación económica confirmó sus escasos resultados y las dificultades que existen para implementarlo.

El plan de crear una zona de libre comercio en 2012 es «ilusorio, sobre todo si la UE no reformula en forma generosa su oferta de cooperación», apuntó el Consejo Económico y Social de Francia (CESF), un centro de estudios independiente con sede en París, que analiza con frecuencia el Proceso de Barcelona.

Además, la UE debería aumentar de modo considerable la eficiencia de su ayuda al desarrollo para que esa meta fuera alcanzable, añadió.

De los 3.000 millones de dólares asignados por la UE al presupuesto 1995-1999 de programas de desarrollo para países no europeos del Mediterráneo, sólo 26 por ciento llegaron a gastarse, sobre todo a causa de lentitud burocrática.

Para mejorar el uso de esos recursos, la UE decidió reformar sus procedimientos de adjudicacion de fondos y eliminar cientos de proyectos llamados «durmientes», que obtuvieron financiamiento pero no han avanzado desde su presentación.

El CESF criticó que la UE haya excluido todos los productos agrícolas del plan para crear una zona de libre comercio en el Mediterráneo.

En Marsella se aprobó el presupuesto 2001-2006 de la UE para ayuda al desarrollo de los países mediterráneos no europeos. La Comisión Europea había propuesto un presupuesto de 5.800 millones de dólares, pero los representantes británicos en la conferencia lograron que se redujera a 4.500 millones.

La conferencia de Marsella fue precedida, por primera vez en la historia del Proceso de Barcelona, por un foro de organizaciones no gubernamentales (ONG) de los 27 países participantes.

Los representantes de las ONG ovacionaron a la palestina Leila Shahid, participante en la V Conferencia y en el foro previo, coincidieron en criticar la política europea frente al conflicto entre israelíes y palestinos, y pidieron una intervención más activa de la UE en Medio Oriente.

«Europa no puede dejar la acción diplomática en la región en manos de Estados Unidos», opinó Bernard Stasi, representante de las ONG francesas y presidente del foro.

Sin embargo, diplomáticos franceses presentes en Marsella comentaron que «una posición común de la UE en relación con Medio Oriente sólo puede ser mínima y por completo retórica, dada la diversidad de las opiniones de los gobiernos», y opinaron que no es cierto que Europa pierda influencia en Medio Oriente.

«La verdad es que la UE nunca tuvo influencia allí. Europa hace lo que puede: brinda ayuda económica, e incluso logra que Israel y sus vecinos árabes se reúnan alrededor de una mesa. En las circunstancias actuales, eso ya es mucho,» añadieron. (FIN/IPS/jg/mp/ip/00

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe