Mujeres de toda Colombia se concentrarán este viernes en el nororiental puerto petrolero de Barrancabermeja para protestar contra la violencia y exigir una solución negociada al conflicto armado interno que vive el país desde hace más de cuatro décadas.
La medida fue convocada por la Organización Femenina Popular y las mujeres de la Ruta Pacífica, que desde 1996 trabajan en la búsqueda de una solución política para el conflicto armado.
Las mujeres vestirán de luto «para expresar su profundo rechazo a la guerra y protestar por los crímenes que se han cometido y las distintas formas de violencia que les ha tocado sufrir», dijo a IPS Olga Sánchez, directora de la Casa de la Mujer, una destacada organización no gubernamental (ONG).
Sánchez destacó que si bien la mujer es la que más sufre las consecuencias de la guerra, esa situación no se refleja en los indicadores por múltiples razones.
Las únicas cifras existentes son las de la Consultaría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (Codhes), según las cuales de los casi dos millones de desplazados que ha dejado el conflicto armado desde 1985 (4,5 por ciento de la población), entre el 65 y 70 por ciento son mujeres.
Y al menos el 30 por ciento de ellas ha debido asumir el papel de jefe de hogar porque sus compañeros han sido asesinados.
Estos desplazamientos ocurren por lo general después de una masacre (asesinato de más de cuatro personas en el mismo tiempo y lugar), en las que las mujeres sufren violaciones y agresiones sexuales que no denuncian por amenazas o por pudor, indicó Sánchez.
La elección de Barrancabermeja para la concentración, que tendrá su punto culminante el sábado con la celebración del Día Internacional contra la Violencia contra las Mujeres, se debió a las graves violaciones de los derechos humanos que ocurren allí por el conflicto entre guerrilleros, paramilitares y el ejército.
En Barrancabermeja, con un millón de habitantes y considerada la capital petrolera de Colombia, han sido asesinadas en este año más de 400 personas, cifra que según los organismos de seguridad corresponde a la de una ciudad con el doble de habitantes.
Las organizadoras de la concentración han pedido a los grupos armados que respeten el «corredor humanitario y de movilización y expresión de las mujeres sobre la guerra» que establecerán desde este viernes hasta el domingo, en las vías que comunican la ciudad, para facilitar el desplazamiento de las participantes.
Los «corredores humanitarios» están contemplados en las normas del Derecho Internacional Humanitario (DIH) relativas a la protección de los civiles en situación de conflicto armado interno.
«Si un hijo quieren de mi para la guerra, un hijo no voy a parir» o «las mujeres no parimos ni forjamos vida para la guerra, queremos vivir sin violencias», dirán las pancartas que portarán las mujeres en la concentración.
Así mismo, pedirán al gobierno que entable negociaciones no sólo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor y más antigua organización guerrillera del país, sino también con otros grupos armados.
El gobierno inició un proceso de negociación con las FARC en enero de 1999, que se encuentra actualmente congelado, y lleva a cabo un acercamiento con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), segunda fuerza guerrillera de Colombia.
El diálogo, en el que participan sólo el gobierno y la guerrilla, es «un espacio demasiado limitado para la gran mayoría de las mujeres, que tienen una convivencia obligada con los distintos agentes generadores de violencia, dijo Florence Thomas, del grupo Mujer y Sociedad, de la estatal Universidad Nacional.
Mujer y Sociedad propuso el 25 de junio, en una audiencia en la sudoriental localidad de El Caguán, sede del diálogo entre el gobierno y las FARC, que todos los actores cumplan las normas del DIH que sancionan los casos de violación y todo tipo de violencia sexual contra la mujer en situación de conflicto armado.
Otras ONG denunciaron en esa audiencia que las condiciones de desigualdad entre hombres y mujeres en Colombia se ven agravadas por el conflicto armado interno, tal como habían señalado el 2 de junio durante una sesión especial de las Naciones Unidas (ONU) de seguimiento de la Conferencia sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995.
El desempleo femenino es de 21 por ciento, dos puntos por encima del índice general, y la participación de la mujer en cargos públicos no supera 15 por ciento, según el documento presentado en la ONU. (FIN/IPS/yf/ag/hd/00
