AMBIENTE: El ganado calienta el mundo

Brasil podría reducir buena parte de su responsabilidad en el calentamiento de la Tierra simplemente mejorando su actividad ganadera.

Los rumiantes herbívoros, como los vacunos, producen gran cantidad de metano, uno de los principales causantes del efecto invernadero.

Brasil posee el segundo rebaño vacuno del mundo, con más de 160 millones de animales, cantidad equivalente a su población humana y suficiente para inundar el mercado internacional de carne y leche, si su productividad no fuera tan baja.

La situación sólo es más grave en India, con un rebaño estimado en 270 millones de animales. Pero ese país no participa en el comercio de carnes por motivos religiosos, ya que para el hinduismo, la vaca es sagrada.

En Brasil aún está en elaboración el inventario de emisiones de los distintos gases, aunque se sabe que la ganadería es una de las mayores fuentes en el país, luego de la quema de bosques.

El ganado aporta 29 por ciento del total de metano emitido en el país, ya sea por la fermentación entérica en el proceso digestivo o por las deyecciones, dijo a IPS Magda Lima, quien coordinó el inventario de esa área.

El gas metano es también producido por combustibles fósiles, por la agricultura y por residuos y procesos naturales de los pantanos, por ejemplo. Además de los animales rumiantes, el cultivo de arroz inundado es otra gran fuente, concentrada en Asia en 90 por ciento.

Las emisiones ganaderas mundiales suman cerca de 94 teragramos (Tg=millones de toneladas) al año y Brasil contribuyó con 9,97 por ciento del total en el período 1986-1995, según estimación del centro ambiental de la estatal Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria, en la que trabaja Lima.

Pero esa participación podría bajar mucho, ya que el país no necesita tanto ganado para mantener su producción alimentaria actual. En el caso de la leche, por ejemplo, bastaría con un quinto de las vacas, estimó la investigadora.

Esto sería posible si Brasil alcanzara los niveles de productividad de Australia y Nueva Zelanda, expresó Paulo Machado, profesor de la Escuela de Agronomía de la Universidad de SFo Paulo, que asesora por convenio a la Asociación Brasileña de Criadores de Vacunos de Raza Holandesa.

Con vacas como las de Estados Unidos, que producen siete toneladas anuales de leche, se podría reducir el rebaño lechero brasileño a un décimo del actual, añadió.

La tendencia es a una disminución drástica de la cantidad de animales, aunque por ahora sea lenta y en un futuro no muy lejano se duplique el consumo nacional de leche, evaluó Machado. Para eso deberá contribuir un Programa Nacional de Calidad, anunciado por el gobierno.

Aunque admitió el exceso de ganado existente en Brasil y su responsabilidad en el efecto invernadero, Machado subrayó la importancia de los animales capaces de transformar pastizales, y otros vegetales no comestibles por el ser humano, en alimentos nobles, como carne y leche, y materias primas como el cuero.

Pero el ganado no solo genera el gas que contribuye a calentar la Tierra. En Brasil está también asociado al mayor problema ambiental nacional, los incendios forestales, y a la fuerte concentración de la propiedad rural, fuente de graves conflictos sociales.

En muchos casos, especialmente en la frontera agrícola, se queman los bosques para abrir pastizales, y allí se instalan y se abandonan miles de vacunos, sólo para asegurar la tenencia de grandes extensones de tierra, como una señal de ocupación. La producción de carne y leche no es el objetivo central.

Esto es lo que más preocupa a ambientalistas como Rubens Born, director de la organización no gubernamental Vitae Civilis: la ganadería como impulsor de las «quemadas» en la Amazonia, que generan las mayores emisiones de gases en Brasil, en este caso el dióxido de carbono, mayor responsable del efecto invernadero.

Born, quien participa actualmente en La Haya en la Conferencia de las Partes de la Convención Marco sobre Cambio Climático, prefiere esperar la conclusión del inventario nacional para tener una idea más precisa de la responsabilidad proporcional del metano ganadero.

De todos modos, la prioridad para evitar la catástrofe del calentamiento del planeta consiste en reducir el consumo de combustibles fósiles, que generan principalmente dióxido de carbono. (FIN/IPS/mo/ag/en/00

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