El presidente Hugo Chávez sorprendió con una inesperada reorganización de la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), que ubica en la dirección a militares en procura de un mejor manejo financiero, dijo hoy el viceministro de Energía, Alvaro Silva.
Chávez, un teniente coronel retirado, colocó a tres militares en puestos claves en menos de una semana, en una acción coronada sorpresivamente este domingo con la designación del general activo Guaicaipuro Lameda como presidente de la compañía.
Silva aseguró que en PDVSA «hay mucho que hacer en materia macroeconómica, financiera», y añadió que se requiere capacidad gerencial y tino político para «manejar los recursos» extraordinarios «que se están produciendo ahora».
Lameda es colaborador de Chávez desde que este comenzó a gobernar en febrero de 1999. Estuvo al frente de la Oficina Central de Presupuesto y es el tercer presidente de la petrolera venezolana en menos de dos años, lo que refleja —en opinión de analistas— las dificultades internas de la industria.
«Cuando iniciamos este gobierno, PDVSA estaba en una mala situación financiera», sostuvo Silva.
Medios empresariales reaccionaron con cautela ante el nombramiento de Lameda. Silva recordó que no será la primera vez que un militar ajeno a la industria petrolera esté al frente de la empresa estatal.
«PDVSA nació con un gerente que había sido militar y que no era de la industria petrolera», recordó, en referencia al general Rafael Alfonso Ravard, al frente de la compañía por un lapso de siete años hasta 1983.
Lameda estará escoltado por otro militar en la dirección de PDVSA, pues Chávez designó la semana pasada al también general Cipriano Martínez Morales como vicepresidente.
Martínez Morales sustituyó a otro general, Oswaldo Contreras Maza, quien también de forma sorpresiva fue nombrado presidente de Citgo, empresa de PDVSA a cargo de la distribución y comercialización de combustible en Estados Unidos, donde posee unas 14.000 estaciones de servicio.
«Contreras Maza demostró ser un gerente importante, competente», dijo el viceministro, y recordó que Venezuela tiene la potestad de reestructurar a Citgo. El general será el primer venezolano que asuma la dirección de esta empresa, que había sido manejada por gerentes estadounidenses.
Chávez sorprendió a los venezolanos al anunciar la designación del general Lameda al frente de PDVSA, cuyas exportaciones representan alrededor de 75 por ciento de los ingresos de divisas al país.
El anuncio de la designación fue efectuado en la transmisión del programa radial «Aló, presidente», que hace Chávez cada domingo. El jefe de Estado aseguró que está revisando «con una lupa» los gastos de la empresa petrolera. «Tenemos que cuidarla mucho, alimentarla», dijo.
«Hay mucha tela que cortar todavía, hay gastos millonarios, pensiones millonarias, multimillonarias. Eso es lo que estamos revisando y desde hoy comienza una reestructuración en PDVSA a fondo, desde la Presidencia hasta los niveles de abajo», anunció el presidente.
Chávez es un militar que encabezó un intento de golpe de Estado en febrero de 1992. Después de estar preso poco más de dos años, pasó a retiro para dedicarse de lleno a la política, pero hace constantes referencias en sus discursos a la vida castrense.
De hecho, pidió un permiso especial para hacer uso del uniforme militar en algunas celebraciones oficiales.
El presidente, además, se ha rodeado de cercanos colaboradores procedentes de filas castrenses y ha «sacado a la calle» a efectivos de las Fuerzas Armadas para «labores de servicio social» de distinto tipo.
Lameda sustituye a Héctor Ciavaldini, quien dirigió la empresa por 15 meses y que, a su vez, reemplazó a Roberto Mandini, que apenas permaneció por seis meses.
La salida de Ciavaldini fue anunciada por Chávez un día después de finalizada una huelga de trabajadores petroleros que se extendió cinco días y que, según los sindicatos, pudo haberse evitado de no ser por el carácter «intransigente e irresponsable» del presidente de PDVSA. (FIN/IPS/ac/mj/ip if/00