PERU: La incertidumbre es la única certeza

El ex jefe de inteligencia de Perú Vladimiro Montesinos afirmó hoy que regresó de Panamá después de un mes de ausencia por temor a ser asesinado, pero la oposición teme una reacción militar para protegerlo.

El inesperado retorno de Montesinos de Panamá, donde había solicitado asilo político, generó inquietud en la oposición por temor a que impulse a los militares a imponer una reforma constitucional para asegurar la amnistía a quienes podrían ser acusados de violación de los derechos humanos.

Montesinos, considerado el poder detrás del trono hasta la divulgación de un video en el que compraba al parecer el pase de un parlamentario opositor al oficialismo, dijo haber abandonado Panamá porque los grupos insurgentes peruanos Sendero Luminoso y Movimiento Revolucionario Tupac Amaru se proponían asesinarlo en aquel país.

«He regresado porque me iban a matar, no porque tenga intención alguna de desestabilizar la paz política en mi país», dijo en comunicación telefónica con Radio Programas.

En tanto, el presidente Fujimori afirmó que «es necesario terminar con las especulaciones». «Yo ejerzo el poder y tengo el total control militar como jefe supremo de las Fuerzas Armadas», aseguró.

El mandatario informó este martes de madrugada, al finalizar una serie de visitas a centros del ejército en Lima, que había cambiado de destino a algunos coroneles.

El congresista opositor Fernando Olivera sostuvo que los mandos militares, «que en este momento tienen el poder real en Perú, pese a la falsa impresión que quiere crear Fujimori, decidieron el retorno de Montesinos con un propósito que desconocemos, pero cuyo carácter antidemocrático sospechamos».

El ex jefe de inteligencia del gobierno de Fujimori arribó el lunes de madrugada al aeropuerto militar de Pisco, 230 kilómetros al sur de Lima, y actualmente se desconoce su paradero.

Fujimori indicó que Montesinos «probablemente» abandonó en automóvil el aeropuerto de Pisco, anticipándose a la vigilancia periodística, para luego utilizar un helicóptero y otro automóvil.

«Su paradero no es un tema primordial para ningún efecto práctico», dijo el presidente, al tiempo que criticó como «facilista» la renuncia de su primer vicepresidente, Francisco Tudela, quien condenó el regreso de Montesinos y que el gobierno intenta condicionar la realización de las elecciones presidenciales anunciadas para julio de 2001.

El matutino El Comercio, en versión atribuida a «fuentes castrenses», informó que Montesinos ingresó a las 11 hora local del lunes al local del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) en el complejo militar de Chorrillos.

La sede del SIN fue visitada por Fujimori repetidas veces entre la noche del lunes y el mediodía de este martes.

Hace un mes, Fujimori pidió ayuda a la Organización de Estados Americanos (OEA) para sacar del país a Montesinos, a quién acusó de promover un golpe militar para impedir su destitución y la desactivación del SIN.

El líder opositor Alejandro Toledo afirmó a la cadena de televisión estadounidense CNN que Fujimori «es fuente de desestabilización» y que debe renunciar.

Mientras, el secretario general de la OEA, César Gaviria, expresó en Washington su preocupación por el retorno de Montesinos a Perú, porque supone un riesgo para el proceso de democratización, y recordó que la gestión de asilo en Panamá que hizo en su favor fue solicitada por el propio Fujimori.

Gaviria señaló también que no hará ninguna otra gestión de asilo para Montesinos.

El ex jefe del SIN fue sindicado por opositores como el poder real detrás de Fujimori, ya que tenía el control de los ascensos militares y policiales y de los nombramientos en el Poder Judicial, lo cual le permitió crear un mecanismo de presión contra la oposición.

La oposición sostiene que Montesinos organizó fraude electoral en la primera ronda del 9 de abril y también en la segunda realizada el 28 de mayo, a la cual el candidato Alejandro Toledo no se presentó, y que permitió la segunda reelección consecutiva de Fujimori.

Dirigentes políticos aseguran, además, que Montesinos trabajó para la estadounidense Agencia Central de Inteligencia (CIA), a la que habría proporcionado copia de los contratos de compra de armas del gobierno del general Juan Velasco Alvarado (1968-1975) a la desaparecida Unión Soviética.

Organizaciones humanitarias también lo señalan como autor o instigador de atentados contra los derechos básicos de detenidos sospechosos de integrar la guerrilla.

La caída de Montesinos fue provocada por la difusión de un vídeo, supuestamente filmado por orden suya, que lo muestra sobornando al congresista opositor Alberto Kouri para que se pase a la bancada oficialista.

La divulgación de este material derivó en un generalizado sentimiento de repudio, el cual llevó a que Fujimori decidiera acortar su período presidencial y anunciara la convocatoria a elecciones anticipadas para entregar el gobierno el 28 de julio de 2001 a quien gane esos comicios.

Fujimori aseguró que Montesinos resistió la destitución y trató de permanecer en el cargo, movilizando en su favor a los mandos militares, por lo cual el presidente solicitó ayuda a la comunidad internacional para sacarlo del país.

La oposición, que protestó contra la ayuda de la OEA para ubicar a Montesinos en Panamá y pidió al gobierno panameño que lo enviara de regreso, demanda ahora a Fujimori que lo encarcele por su responsabilidad en múltiples violaciones de derechos humanos.

Sin embargo, parece que el ex jefe de inteligencia se encuentra bajo la protección de Fujimori y del Ejército.

A pesar de que Montesinos asegura haber vuelto para evitar ser asesinado, el diario izquierdista La República aporta otra hipótesis.

El matutino publicó que Montesinos escapó de Panamá con ayuda del agregado militar peruano al enterarse que la agencia antidrogas estadounidense DEA había ofrecido a Boris Foguel, narcotraficante panameño preso en ese país, la reducción de su pena a cambio de involucrar al ex jefe del SIN en esa actividad.

El periodista Miguel Gutiérrez, de la unidad de investigación de La República, sostiene que Montesinos «tuvo miedo de que le pasara lo mismo que al general panameño Manuel Noriega, quien también era agente de la CIA y tropezó con la DEA». (FIN/IPS/al/dm/ip/00

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