La organización internacional Reporteros sin Fronteras (RSF) entregó hoy su premio anual a la periodista española Carmen Gurruchaga por su lucha a favor de la libertad de prensa en el País Vasco, en un acto realizado en su sede central de la capital francesa.
RSF otorgó el primero de sus premios anuales en 1992. El croata Zlatko Dizdarevic lo recibió entonces. Lo siguieron el chino Wang Juntao, el ruandés André Sibomana, la nigeriana Chris Anyanwu, el turco Isik Yurtou, el cubano Raúl Rivero, el sirio Nizar Nayyouf y la birmana San San Nweh.
Este año, además de Gurruchaga, periodista del diario madrileño El Mundo y de Radio Nacional de España, fueron finalistas Ignacio Gómez, de Colombia, Reza Alijan, de Irán, M'Mbayá Tshimanga, de la República Democrática de Congo, y Mrioslav Filipovic, de Serbia.
Gurruchaga nació en la ciudad vasca de San Sebastián y trabajó allí en los periódicos Unidad, Diario 16 y El Mundo. Fue víctima de varios atentados perpetrados por la organización separatista vasca ETA.
La periodista debió trasladarse a Madrid, donde reside y cuenta con protección policial.
Días antes, el 22 de diciembre de 1997, ETA (Patria Vasca y Libertad en idioma euskera) había detonado un explosivo en la puerta de su domicilio. Hubo un incendio, pero no daños personales porque ella y sus hijos menores de edad se encontraban en el patio trasero.
Gurruchaga, conocida como «Mamem» por sus colegas y amigos, dijo a IPS que recibía el premio con emoción y representando «a un colectivo de españoles, vascos incluidos, que trabajan amenazados y atacados por informar con veracidad».
ETA atentó contra varios periodistas en el País Vasco. El 7 de mayo de 2000 asesinó a José Luis López de la Calle, de El Mundo, quien había estado preso por su lucha contra el franquismo (1939- 1975).
En los últimos años ese grupo extendió sus amenazas y envió artefactos explosivos ocultos también a profesionales residentes fuera de aquella región, la mayoría de los cuales fueron detectados a tiempo.
Medio centenar de periodistas deben apelar a la custodia policial, algunos en el País Vasco y otros en Madrid. Otro centenar se encuentran bajo protección oficial o privada y una decena de profesionales debieron marcharse del País Vasco, informó RSF.
Gurruchaga espera que este premio «ayude a pensar a quienes no piensan y actúan de manera irracional, para que cesen en sus actos violentos y antidemocráticos».
«Para quienes informan u opinan sobre política, y en especial sobre la política vasca, es muy difícil trabajar con esa amenaza permanente. Pero estoy segura de que los irracionales finalmente perderán y todos los ciudadanos podrán vivir en libertad y democracia», concluyó.
Gurruchaga, a pesar de los atentados sufridos y de las amenazas que se reiteran contra ella, pronuncia conferencias sobre temas vascos, es cofundadora de la asociación «SOS Balcanes» creada en 1991 para apoyar a las víctimas de la guerra en Yugoslavia y colabora con organizaciones feministas.
En septiembre, junto con otra periodista vasca, Isabel San Sebastián, publicó el libro «El árbol y las nueces», en el que aportaron información y análisis sobre las relaciones entre el líder del moderado Partido Nacionalista Vasco (PNV), Javier Arzalluz, y ETA.
En pocos días, el libro se ubicó entre los más vendidos, con 100.000 ejemplares. (FIN/IPS/dt/mj/hd cr/00
