MEXICO: La rebelión del viejo sindicalismo del PRI

Dos organizaciones sindicales de México, tradicionales aliadas del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), se rebelan contra el presidente saliente Ernesto Zedillo, a quien culpan de sus males y derrotas.

La Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, que representa a cerca de dos millones de trabajadores, bloqueó este viernes por segundo día consecutivo calles en diferentes ciudades para demandar el pago de un bono extraordinario por el fin de la gestión de Zedillo.

Basado en normas aprobadas el año pasado por el Congreso legislativo, Zedillo se niega a pagar el bono de gratificación -un sueldo adicional- que en el pasado los empleados del Estado recibían siempre en el último mes del gobierno saliente.

Terminó el populismo de antaño, ahora se cumplen las leyes, declaró este viernes Zedillo, que el 1 de diciembre entregará la Presidencia al opositor Vicente Fox.

Por su parte, la Confederación de Trabajadores de México (CTM), que agrupa a más de cinco millones de obreros, señaló el jueves que su «alianza histórica» con el PRI finaliza al llegar Fox a la Presidencia.

La Federación y la CTM no realizaron ninguna huelga nacional en las últimas décadas, de gobierno del PRI. Sus dirigentes siempre lograron controlar la presión de sus bases en procura de medidas de protesta.

La salida del PRI del gobierno después de 71 años de ininterrumpida hegemonía, marca el fin «de la alianza histórica» que el sindicalismo mantuvo invariablemente con el poder, dijo el jueves José Ramírez, secretario de Acción Política de la CTM.

La relación con el PRI se sostuvo «a pesar del innegable deterioro y sacrificio que impusieron las políticas neoliberales a sus trabajadores y familias», destacó Ramírez.

La CTM afirma que el deterioro salarial de los trabajadores mexicanos es de 78 por ciento respecto de 1988.

El opositor Partido de la Revolución Democrática apoyó al PRI el jueves para aprobar en el Congreso legislativo una resolución que exhorta a Zedillo a pagar el «bono sexenal» a los trabajadores del Estado.

Con el PRI derrotado, sus miembros se culpan y luchan por ocupar un nuevo espacio en la democracia real, comentó el analista político Carlos Ramírez.

«Los viejos sindicatos 'priistas' han iniciado su tan esperada rebelión contra el PRI, o al menos ante el PRI liberal representado por el presidente Zedillo», opinó el columnista Sergio Sarmiento, del diario Reforma.

Hace menos de seis meses era impensable que los sindicatos del PRI presentaran públicamente reclamos al presidente ni que ofrecieran apoyo a la oposición.

Pero la CTM y la federación de trabajadores del Estado renegaron de su relación con el PRI y ofrecieron apoyo al presidente electo.

Fox prometió respetar el empleo de los trabajadores del Estado, pero advirtió que quien se resista al «nuevo clima de servicio a la población» y de lucha contra la corrupción, dejará su cargo.

También aseguró que la CTM será uno de sus interlocutores y que tomará en cuenta sus opiniones.

Otras organizaciones sindicales que han estado aliadas al PRI, como la Confederación Campesina y el Sindicato de Trabajadores de la Educación, también ofrecieron apoyo a Fox y anunciaron que revisarán su relación con el PRI.

Para redefinir su papel como partido, revisar sus estatutos y principios y elegir nuevos dirigentes, el PRI se propone realizar a principios del año próximo un congreso extraordinario.

En el camino a ese congreso, los sectores del partido mantienen diálogo, pero también pugnas. Algunos incluso exigen que se expulse del PRI al ex presidente Carlos Salinas (1988-1994) y a Zedillo, por haber impulsado las políticas «neoliberales». (FIN/IPS/dc/ff/lb/00

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe