El conflicto árabe-israelí, vigente desde hace 50 años, se ha trasladado al espacio cibernético, donde palestinos y libaneses por un lado e israelíes por otro tratan de destruirse entre sí los sitios web.
La última guerra cibernética comenzó el 29 de septiembre, un día después del estallido de la nueva ola de enfrentamientos entre palestinos e israelíes. Los choques dejaron hasta ahora un saldo de al menos 135 muertos, todos palestinos o árabes israelíes excepto ocho.
Dos de los sitios web del movimiento fundamentalista islámico Hizbollah padecen una intensa presión debido al incremento de los accesos.
Hizbollah jugó un papel fundamental en el retiro de Israel del sur de Líbano el mayo pasado, luego de 22 años de ocupación.
Al principio se pensaba que el incremento de los ingresos al sitio se debía a un aumento del interés mundial por Hizbollah, considerando que tanto este movimiento como los palestinos están vinculados por su lucha contra Israel.
Pero para el 7 de este mes quedó claro que se trataba de algo más que curiosidad, en especial después que Hizbollah secuestró a tres soldados israelíes sobre la frontera entre Líbano e Israel.
El día 16, dos de los sitios web de Hizbollah cedieron bajo la presión de nueve millones de ingresos.
«No es la primera vez que somos atacados de esta forma. Cuando atacábamos posiciones israelíes en el sur de Líbano, también había un aumento de ingresos a nuestro sitio, que a veces lo enlentecía», declaró Alí Ayoub, administrador de los sitios web de Hizbollah.
Esta vez, el culpable es una fuerza más organizada, afirmó, y acusó a Israel de crear un sitio web (www.wizel.com) que exhorta en la página de bienvenida a «atacar y destruir a Hizbollah».
Wizel enumera una serie de objetivos a atacar, entre ellos los sitios de Hizbollah, el de su canal de televisión, Al Manar, así como los de la Autoridad Nacional Palestina y el grupo extremista palestino Hamas (Movimiento de Resistencia Islámica).
Junto a cada objetivo figura una descripción y un botón para destruirlo. Al hacer click en ese botón, el usuario activa una función que ataca al sitio una vez por segundo.
En países con conexión a Internet las 24 horas, es posible abrir varias ventanas, hacer click en los comandos de destrucción de todas ellas y así multiplicar la reacción al infinito para destruir el sitio.
Otro tipo de ataques al que Hizbollah está acostumbrado son las cartas de odio, que incluyen desde insultos y obscenidades hasta referencias irrespetuosas a la madre del profeta islámico Mahoma.
Pero Ayoub no se deja amedrentar. Su equipo ya creó varios sitios de respaldo y está convencido de que, para cuando los «hackers» hayan destruido el tercer objetivo, los dos primeros ya estarán en funcionamiento de nuevo.
«Nuestro contraataque consiste en permanecer en la red y seguir brindando información verdadera, en oposición a sus mentiras», declaró.
«Creemos en el derecho de todos a la libertad de expresión, y no haremos lo mismo a sus sitios», aseguró Ayoub.
Hizbollah escogió en cambio la vía legal y presentó una queja a su proveedor de servicios de Internet por los ataques.
Mientras, en Líbano, donde hay unos 280.000 usuarios de Internet en una población de 3,5 millones, se creó un sitio web llamado «Defensores de la resistencia» que ataca sitios israelíes de la misma manera que éstos atacan los de Hizbollah.
Por ese medio, los «ciberguerrilleros» sabotean sitios del gobierno y el ejército israelíes, además de www.wizel.com.
No llevó mucho tiempo. El sitio web del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel fue neutralizado durante varias horas el lunes, y el proveedor de servicios de Internet Netvision fue enlentecido.
En Líbano, los ataques sufridos por Hizbollah afectaron también a Inconet, su proveedor de servicios de Internet. El día 6, Inconet envió un mensaje por correo electrónico a sus usuarios informándoles de que había sido atacado desde Israel.
No está claro si Inconet fue el único proveedor atacado. Sus administradores se negaron a ofrecer detalles, y sólo informaron que los ataques «tuvieron origen en cinco sitios diferentes de Israel, cuatro de ellos oficiales».
«Esta es una nueva forma de guerra, y así como atacaban nuestra infraestructura con aviones, ahora pueden atacar nuestros espacios en Internet y nuestra capacidad tecnológica. Debemos estar listos», exhortó Mahasen Ajam, ejecutivo de Inconet. (FIN/IPS/tra- en/kg/da/mlm/ip-sc/00