/Integración y Desarrollo/ AMERICA LATINA: Seis de cada 10 pobres viven en ciudades

Seis de cada 10 pobres de América Latina, la región más urbanizada del mundo en desarrollo junto con el Caribe, residen en ciudades, advirtió la Cepal en una conferencia regional realizada esta semana en la capital de Chile.

La urbanización de la pobreza, el vínculo entre economía y vida urbana y la incorporación de las demandas de las minorías en los asuntos de ciudad fueron analizados en la conferencia regional de América Latina y el Caribe.

A la reunión que concluyó el viernes asistieron representantes de 22 gobiernos de los países miembros de la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), de organizaciones no gubernamentales, de gobiernos locales, de asociaciones de municipalidades y expertos.

En esta instancia se revisó el cumplimiento de los acuerdos de la Segunda Conferencia de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (Hábitat II), celebrada en Estambul en 1996, y preparó la postura de la región para la reunión internacional de seguimiento que se celebrará el año próximo.

El informe central de la Cepal, «De la urbanización acelerada a la consolidación de los asentamientos humanos en América Latina y el Caribe: el espacio regional», revela que seis de cada 10 pobres latinoamericanos habitan en zonas urbanas.

Esa proporción convierte a América Latina en la región en desarrollo que mejor ejemplifica la tendencia mundial a la urbanización de la pobreza, y contrasta con las de Asia y Africa, donde la mayoría de los pobres aún viven en el áreas rurales.

Gran parte de los habitantes de las ciudades latinoamericanas y caribeñas deben afrontar inseguridad de la tenencia de la vivienda, escaso acceso a medios de transporte, degradación ambiental, violencia excesiva y una creciente segregación social y espacial, entre otros muchos problemas.

Estas constataciones corresponden al «Examen de la Aplicación del Programa de Hábitat en América Latina y el Caribe», informe preparado por el Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (Hábitat).

Según este documento, la región ofrece pocas perspectivas de mejoramiento pronto y tangible en materia de calidad de vida urbana y de vivienda a causa de la grave y creciente desigualdad social.

«Aun cuando el cumplimiento de los acuerdos ha variado en los distintos países, la gobernabilidad urbana y la tenencia segura de la vivienda y la tierra son problemas que cruzan toda la región», dijo a IPS Ricardo Jordán, experto de la Cepal en asentamientos urbanos.

«Por otro lado, esta creciente urbanización nos alerta sobre el papel cada vez más importante que los municipios y gobiernos locales deberían tener», agregó Jordán.

Por su parte, Alicia Bárcena, directora de la división de ambiente y asentamientos de la Cepal, advirtió que uno de los mayores problemas de las ciudades es la enorme segregación socioeconómica de sus espacios.

A eso se suma la debilitación de los mecanismos tradicionales de integración, como la enseñanza y los sistemas públicos de salud.

Los hogares pobres siguen ocupando zonas alejadas o áreas de riesgo con alojamientos precarios y serias carencias de equipamiento, donde las malas condiciones materiales de vida se agravan debido a la insuficiencia de los servicios sociales.

Diversas medidas impulsadas por los países para frenar esta situación han chocado con las escasas posiblidades de influir en el mercado de suelos urbanos.

La segregación de las ciudades trae consigo el aumento de la violencia, que afecta en lo fundamental a los jóvenes varones de estratos socioeconómicos bajos.

América Latina sufre 20 homicidios por cada 10.000 habitantes por año, y los centros urbanos que presentan mayores diferencias socioeconómicas evidencian las mayores tasas de asesinatos.

Esto ocurre en medio de crecientes problemas ambientales generados por el aumento del transporte en vehículos movidos por combustibles fósiles y por la expansión de la actividad industrial.

La contaminación atmosférica afecta la salud de más de 80 millones de habitantes de la región y significa unos 65 millones de días de trabajo perdidos, mientras la situación de los desechos sólidos urbanos es desalentadora, en especial en América Central, donde la mayoría de los residuos no recibe tratamiento.

El déficit de vivienda alcanza a 78 por ciento en Bolivia, 35 por ciento en Colombia, 31 por ciento en Chile y 27 por ciento en Uruguay, lo que se traduce en un alto número de personas que ocupan viviendas informales.

La conferencia regional reiteró la vigencia del plan de acción regional diseñado en 1995 en la reunión preparatoria de América Latina y el Caribe para Hábitat II, y constató el acercamiento entre los organismos internacionales respecto de medidas conjuntas.

La reunión recomendó a los países la creación de instrumentos comunes para la implementación y el diseño de políticas de desarrollo urbano.

«Ya tenemos más o menos claros los rumbos a seguir y hay consenso en los asuntos importantes. Esta es la década en que se deben materializar los acuerdos y propuestas, y reconocer la importancia que una ciudad eficiente tiene en el contexto de la actual economía», señaló Jordán.

Al mismo tiempo, el Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (Hábitat) dio a conocer dos campañas mundiales: una sobre gobernabilidad urbana y otra sobre tenencia segura de tierra y vivienda.

El objetivo de la campaña de gobernabilidad urbana es construir la ciudad como «el lugar donde todos, más allá de medios económicos, género, raza o religión, están capacitados para gozar de las oportunidades», explicó Alberto Paranho, de la Oficina Regional de Habitat para América Latina y el Caribe.

La idea es apoyar los procesos de descentralización y aumentar la capacidad de los gobiernos locales y de otros actores públicos y privados que actúan en las ciudades.

También se procurará valorar la equidad en el acceso al proceso de toma de decisiones y a la satisfacción de las necesidades básicas de la vida urbana, la eficiencia en la prestación de servicios públicos, así como la transparencia y la responsabilidad de las autoridades urbanas.

La segunda campaña mundial, que se refiere a la seguridad en la tenencia de la tierra, se refiere a la situación de entre 40 y 50 por ciento de los habitantes de América Latina y el Caribe viven en viviendas y predios que usufructúan de modo ilegal.

Una de las prioridades de esta campaña es promover el desarrollo de programas de regularización y mejoramiento de los asentamientos precarios con la participación de sus habitantes.

Aún son insuficientes los ejemplos de acción conjunta entre los países a pesar de las intenciones y metas fijadas cuatro años después de Hábitat II, y cuando América Latina y el Caribe se ha convertido en la región más urbanizada del mundo en desarrollo. (FIN/IPS/as/mj/dv/00

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