DESARROLLO: Cardenal italiano reclama globalizar la solidaridad

El arzobispo de Milán, Carlo María Martini, reclamó hoy «un gobierno supranacional de la economía» mundial que desarrolle «una globalización de la solidaridad», al recibir en esta ciudad del norte español el premio Príncipe de Asturias en el área de Cooperación.

En un acto presidido por el príncipe Felipe, heredero de la corona española, también recibieron premios en distintas áreas el presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso, el escritor guatemalteco Augusto Monterroso, el semiólogo y escritor italiano Umberto Eco y la cantante estadounidense Barbara Hendricks.

También fueron galardonados con el premio Príncipe de Asturias los expertos en sida Luc Motnagnier y Robert Gallo y las Academias de la Lengua Española de España, América y Filipinas.

Martini, cardenal italiano considerado uno de los posibles sucesores del papa Juan Pablo II, dijo que la humanidad debe proponerse un diálogo con la finalidad de resolver los problemas actuales, «y para ello saber escuchar».

Ese diálogo debe incluir «los problemas sociales y económicos» y permitir «pasar de una globalización de los mercados y de las informaciones a una globalización de la solidaridad», subrayó.

Interpretar la economía y subordinarla a la ética, añadió, citando al papa Juan Pablo II, «conlleva a la búsqueda de instrumentos jurídicos idóneos para un efectivo gobierno supranacional de la economía».

Ese gobierno deberá ser «capaz de expresar formas de subjetividad económica y política inspiradas en la solidaridad y la búsqueda del bien común», sostuvo el religioso.

En términos similares se expresó Cardoso, quien destacó que no existe un gobierno mundial, pero sí una economía mundial.

«No existe un gobierno mundial pero ya existen víctimas de la exclusión del mercado, que reclaman acciones colectivas impulsadas por la solidaridad y por el imperativo ético de una mayor igualdad».

Cardoso, que recibió el premio Príncipe de Asturias en Ciencias Sociales, señaló que Brasil no desea ser sólo informado de las decisiones del Grupo de los Siete, que nuclea a los gobiernos de los países más industrializados.

«Queremos ampliar nuestra participación en las instancias mundiales de deliberación», sostuvo.

La ceremonia anual de entrega de los premios Príncipe de Asturias es un foro de gran peso en Europa.

El presidente brasileño apuntó, en un mensaje dirigido claramente al mundo industrializado, que «en el comercio internacional no es posible defender principios de libre cambio y, a la vez, mantener una vasta y dispendiosa estructura de proteccionismo en los países más ricos».

Cardoso recordó que, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), entre cuyos 29 miembros figuran los países más ricos del mundo, en 1999 se gastaron unos 300.000 millones de dólares para proteger la agricultura de las naciones industrializadas y subvencionar sus exportaciones.

«Esta forma de proteccionismo hiere tanto las reglas de la economía como a los principios de la justicia social», sostuvo.

El príncipe Felipe destacó que la soprano Barbara Hendricks, galardonada con el premio Príncipe de Asturias en Artes, «ha hecho de todo el mundo el centro generoso de sus desvelos», entre otras funciones en su carácter de embajadora de buena voluntad del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.

A Hendricks se debe la iniciativa de crear una institución dedicada a promover la paz y la reconciliación en todo el mundo, afirmó.

El heredero de la Corona destacó que Cardoso, antes de dedicarse a la política, fue un estudioso de la realidad social.

Esa inquietud «le ha permitido abordar con brillantez asuntos complejos y dispares, tales como la inflación, el espíritu democrático, el mundo del capital, el mercado común americano y la mediación entre países», sostuvo.

El príncipe Felipe puntualizó que «un amplio conjunto de países de América precisan desarrollar sus economías nacionales, potenciar y proteger sus culturas y salvaguardar su patrimonio cultural y necesitan de la ayuda» de Brasil y de España.

Esa ayuda «no sólo debe centrarse en proporcionar todos los medios posibles, sino también en resguardarlos de cualquier iniciativa que nazca sólo impulsada por el desarrollo incontrolado, la ambición desmedida y la especulación», concluyó.

La entrega de los premios se realizó en el centenario Teatro Campoamor, con la asistencia de un millar de personalidades de la política, los negocios, el deporte, la cultura y la comunicación. (FIN/IPS/td/mj/ip dv/00

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe