DERECHOS HUMANOS: Mujeres marchan contra pobreza y violencia

Mujeres de todo el mundo se reunirán este martes en Nueva York para la etapa final de la «Marcha mundial», que reclama la promoción de la igualdad de género y el fin de la pobreza y la violencia contra la mujer.

La protesta del martes será «la gran final de esta iniciativa extraordinaria llamada Marcha mundial», decía un panfleto distribuido el sábado en Bruselas por participantes de una jornada de protesta.

«La marcha mundial de las mujeres» es una iniciativa internacional que une a 5.000 grupos de 157 países y territorios, y tiene una plataforma global de 17 demandas.

Sus organizadoras y participantes exigen de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y sus países miembros medidas concretas para eliminar la pobreza y la violencia contra la mujer y garantizar la igualdad entre los géneros.

Las organizadoras pretenden forzar a gobiernos, individuos con poder de decisión y personas de todo el mundo a instituir los cambios necesarios para mejorar la calidad de vida y el estatuto de la mujer.

También el martes, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, recibirá una delegación de 200 miembros de la marcha en Nueva York. Este lunes lo hicieron el presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, y el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Horst Kohler.

«Planeamos entregar a la ONU millones de firmas en apoyo de las demandas mundiales de la marcha», dice el folleto distribuido el sábado.

La jornada de protesta en la capital de Bélgica atrajo a decenas de miles de activistas y a unas 300 organizaciones no gubernamentales (ONG) locales.

La policía estimó que unas 45.000 mujeres participaron de la jornada. «Si esa es la estimación oficial, quizás había unas 50.000», dijo a IPS Gerd de Clerck, una de las coordinadoras de la marcha en Bélgica.

Las participantes llegaron desde todas partes de Europa y más allá. La manifestación fue pacífica y tuvo un aire festivo, con puestos de comida tradicional congoleña, india e indonesia, música en vivo y otras actividades culturales por la noche.

La consigna de la marcha del sábado fue «Compartir la riqueza y combatir la pobreza: Contra la violencia de género y por el respeto a la integridad femenina».

En todo el parque del Cincuentenario, en el centro de Bruselas, diversas ONG establecieron puestos informativos, organizaron conferencias, realizaron parodias teatrales sobre la explotación laboral y sexual de la mujer, mientras algunas bandas tocaban música en el escenario central.

Algunas participantes tejieron una bufanda de unos cinco kilómetros de largo, inspiradas en las revolucionarias francesas del siglo XVIII, que tejían mientras asistían a las sesiones de la asamblea nacional.

«Quisimos recordarlas, no porque fueran víctimas o heroínas, sino porque lucharon por tener voz en la vida política, y eso sigue siendo tan importante hoy como entonces», dijo a IPS Lucresse Marna, creadora del proyecto.

Otra de las consignas de la jornada fue «2000 buenas razones para marchar», que incluyeron las demandas más diversas de mujeres de distintos lugares del planeta.

Mujeres de las Islas Molucas (Indonesia) reclamaron el fin de la violencia sectaria en su tierra, y mujeres kurdas un territorio para su pueblo.

Lesbianas francesas pidieron la adopción de leyes contra la discriminación por organismos internacionales; las filipinas pidieron el fin del tráfico de mujeres; niñeras belgas solicitaron mejores condiciones de trabajo, e inmigrantes árabes mejor acceso a una atención social básica.

Los discursos fueron muy limitados. Suzanne Cautaert, de la organización belga Refleks, denunció el tráfico de mujeres y niñas, la prostitución forzada y la violencia física y sexual, y exigió a las autoridades europeas la asignación de fondos para «un plan real de acció n» contra la violencia de género.

Una representante de la coalición filipina Liberación de la Deuda, Jean Enríquez, habló del impacto de la globalización y denunció la feminización de la pobreza.

«Las mujeres del Norte y el Sur debemos realizar intercambios y cooperar entre nosotras», exhortó Noell Rugense, de la República Democrática de Congo (ex Zaire).

Sophie Zafari, coordinadora francesa de la marcha, reclamó «una redivisión real de las actividades sociales y los recursos humanos».

«Esta marcha mundial pretende denunciar los mecanismos absurdos e injustos que empobrecen e las mujeres. Nuestras demandas son las respuestas que se deben dar a esta situación», dijo. (FIN/IPS/tra- en/bk/da/mlm/hd/00)

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