La dictadura militar de Costa de Marfil se adjudicó hoy la victoria en las elecciones presidenciales del domingo, luego de disolver a la independiente Comisión Nacional Electoral que confirmaba la ventaja del opositor Laurent Gbagbo.
El ejército anunció que el general retirado Robert Guei ganó con 53 por ciento de los votos, mientras el lunes y este martes se producían multitudinarias protestas en Abidjan y otras ciudades contra el régimen militar.
Guei asumió el poder el 24 de diciembre de 1999 luego de encabezar un golpe de Estado contra el presidente Henri Konan Bedie.
En la campaña electoral, los críticos más acérrimos de la dictadura fueron los músicos, especialmente los intérpretes de reggae. Artistas como Alpha Blondy y Tiken Jah Fakoly utilizan las promesas que hiciera Guei para exigir el retorno al gobierno civil a través de sus letras.
«Créanme, no tengo deseos de mantenerme en el poder. Estamos aquí para ayudar a los marfileños a instalar un gobierno responsable que actúe en los mejores intereses de la república», declaró Guei el día que tomó el poder.
Pero el general no mantuvo la promesa. No sólo se postuló a la presidencia, sino que se aseguró de que Alassane Dramane Ouattara no participara en los comicios.
El Tribunal Constitucional impidió a Quattara, ex primer ministro y considerado el principal político de la oposición, participar en las elecciones porque supuestamente no sería ciudadano marfileño.
De esa manera, Gbagbo, presidente del Frente Popular Marfileño, se convirtió en el principal rival de Guei en elecciones a las que la comunidad internacional y la Organización de la Unidad Africana se negaron a enviar observadores por considerarlas antidemocráticas.
Como predijo Gbagbo durante la campaña, los marfileños protestaron en las calles el lunes y este martes, reclamando la victoria de la oposición y exigiendo el cese del gobierno militar.
Alpha Blondy, el músico de reggae destacado por sus críticas a la sociedad, fue uno de los artistas más críticos de la dictadura.
En un concierto en París la semana pasada, Blondy expresó su antipatía hacia los militares. «La voz de las urnas es más fuerte que la voz de las armas», dijo.
Para Blondy, Costa de Marfil está en peligro y hablar en contra del régimen es su manera de negarse a cooperar con el mismo. Ha tenido que pagar un precio. Su casa fue allanada por hombres armados hace varios meses después de que hiciera fuertes declaraciones contra los militares.
El compromiso político de los artistas es apoyado por la escritora Marie Lentine Tchibinda, quien piensa que los artistas deben denunciar los abusos de los poderosos.
«Los artistas son los ojos del pueblo en un país donde la libertad de expresión suele ser la víctima de los tanques, los fusiles y otras armas de destrucción», dijo.
Sin embargo, otros observadores piensan que es antidemocrático que los músicos participen en la política, sobre todo en las vísperas de elecciones.
«Los artistas deben limitarse a denunciar los males sociales. No son políticos y por lo tanto no deben alinearse con ellos, ni pedirle a la gente que vote por los candidatos que prefieren», según un estudiante de Benín.
Los músicos con inquietudes políticas son muy criticados por los círculos en el poder en Africa.
El fallecido Fela Anikulapo Kuti, estrella del llamado afrobeat, era conocido en Nigeria por haber denunciado a los gobiernos militares y condenado la corrupción en altas esferas.
Ahora que el resultado electoral está en disputa en Costa de Marfil, Gbegbo dice que los marfileños tienen una sola opción: optar por la democracia.
Si el general Guei se aferra al poder a pesar de la voluntad popular, entonces el país podría alejarse de la democracia. En este contexto, es probable que la voz del reggae contra la dictadura continúe escuchándose en Africa occidental. (FIN/IPS/tra-en/nrn/sz/aq/ip/00