La Unión Europea (UE) descartó hoy una ayuda militar a Colombia, pero se comprometió a financiar proyectos sociales y de desarrollo contenidos en el nuevo plan antidrogas del presidente Andrés Pastrana.
Los delegados de la UE en la Mesa de Aportantes del Plan Colombia informaron que unos 300 millones de dólares serán desembolsados entre 2000 y 2006 para realizar obras de infraestructura y desarrollo social en las regiones donde se erradicarán cultivos ilegales.
A la reunión, instalada este martes por el canciller Guillermo Fernández, asisten representantes de las 15 naciones del bloque europeo, de otros países y de organismos multilaterales que apoyan el llamado Plan Colombia, que cuenta con asistencia especial de Estados Unidos.
El delegado europeo Renaud Vignal aseguró que el aporte es una contribución sustancial que será orientada a un trabajo desde «lo social y la institucionalidad democrática» a los esfuerzos pacificadores del gobierno colombiano.
Vignal dijo que la UE esta «realmente convencida de que la paz es la única esperanza que tiene este país de poder salir de un período de enfrentamiento, que ha durado varias décadas» y que ha tenido como consecuencia miles de víctimas.
Por su parte, Francisco Da Cámara, director para América Latina de la Comisión Europea (órgano ejecutivo de la UE), negó que la ayuda esté condicionada por denuncias de violaciones a los derechos humanos.
Explicó que ese asunto preocupa al bloque europeo, por lo cual se dialogará con el gobierno de Pastrana y las organizaciones no gubernamentales «para movilizar recursos» que ayuden a mejorar la situación humanitaria.
La UE condenó el 23 de mayo las violaciones de los derechos humanos que ocurren en Colombia, sin destacar en particular a los autores de las mismas.
Ese bloque propuso este martes en Bogotá «reflexionar sobre un modo» de participar en la financiación de la oficina en Bogotá del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, y «sobre los medios de ayudar en forma concreta a los activistas humanitarios actualmente en peligro».
Da Cámara dijo que la intención de la UE es «contribuir con la paz y no aumentar la tensión», en alusión a las críticas expresadas por organizaciones no gubernamentales sobre la parte militar del Plan Colombia, que recibirá una asistencia de 1.300 millones de dólares de Estados Unidos.
«No es posible que colaboremos con el contenido militar, no por mala voluntad sino porque no tenemos competencia en esta materia», dijo el respresentante de la UE para América Latina.
Un portavoz gubernamental comentó que el aporte de la UE a la mesa de donantes tiene como fundamento la aceptación del «principio de corresponsabilidad de los países consumidores y productores» en el problema del narcotráfico.
Pero algunos analistas entienden que, con la posición expresada este martes, la UE asumió una posición intermedia para no discutir de manera frontal con Washington, pese a que no tienen el mismo enfoque sobre el Plan Colombia.
Alfredo Molano, columnista del diario El Espectador, dijo que «los europeos no le harán el feo (crítica) a Pastrana porque lo estiman, y menos discutirán en público con Estados Unidos que es su aliado, pero se irán por el camino del medio ampliando los fondos para los proyectos que no impliquen compromiso de guerra»
El Plan Colombia, que Pastrana y Washington definen, como una «estrategia integral para la paz, la prosperidad y el fortalecimiento del Estado», tiene un costo de 7.500 millones de dólares, 4.500 millones de los cuales serán aportados por el gobierno colombiano.
En la primera mesa de aportantes que se llevó a cabo en Madrid se recibieron recursos por 871 millones de dólares de parte de Canadá, España, Japón y de representantes de organismos multilaterales.
El plan antidrogas fue examinado la semana pasada en una reunión convocada por organizaciones de la sociedad civil en Costa Rica, en la que grupos humanitarios expresaron preocupación por la escalada bélica que ocasionará la iniciativa, como ya ha comenzado a sentirse en el departamento de Putumayo, sudoeste del país.
En Putumayo, considerado por Estados Unidos como el mayor centro de producción de hoja de coca del mundo, arrecian los combates entre el ejército, paramilitares derechistas y guerrilleros izquierdistas en disputa por el control territorial.
La Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento comentó que la erradicación de cultivos ilícitos prevista en el Plan Colombia desplazará a unas 150.000 personas de sus hogares, lo cual generará una severa crisis humanitaria en las fronteras con Brasil, Ecuador, Panamá y Perú. (FIN/IPS/yf/dm/ip/00