El triunfo de sectores políticos minoritarios en algunas ciudades, la confirmación del Partido Liberal como la mayor fuerza y el retroceso del gobernante Partido Conservador son los principales resultados de las elecciones departamentes y municipales del domingo en Colombia.
El «golpe» que los independientes dieron a los jefes de los partidos tradicionales (Liberal y Conservador) en el meridional departamento de Cauca y en las ciudades de Bogotá y Cali, fue, en opinión de algunos analistas, lo más destacado de la jornada electoral.
Floro Tunubalá, un indígena, el primero que llega a esa posición, será el próximo gobernador de Cauca. En Bogotá ganó el matemático y filósofo Antanas Mockus, y en la occidental Cali, John Rodríguez.
Los candidatos ajenos a los dos partidos tradicionales lograron 10 de las 32 gobernaciones y triunfaron en nueve de las capitales de esas grandes cincunscripciones.
Luis Valencia, de la estatal Universidad Nacional, dijo a IPS que el triunfo de los independientes puede interpretarse como una reacción de la sociedad «ante la polarización que generan los grupos violentos y el desprestigio de los partidos tradicionales».
«En general, en la parte urbana se observó una especie de plebiscito o voto en contra del gobierno», que ha mantenido una política económica recesiva, en medio de una compleja crisis social, dijo Valencia.
Cerca de 10 millones de votantes participaron en los comicios del domingo, para elegir a 950 alcaldes, 12.118 concejales, 502 diputados departamentales y 30 gobernadores. Dos departamentos y 140 municipios quedaron al margen de la jornada, pues sus autoridades aún no han completado su mandato de tres años.
La abstención, siempre alta en Colombia, fue de 55 por ciento de los 22,9 millones de ciudadanos habilitados para votar.
El Partido Liberal obtuvo 15 de las 30 gobernaciones y venció en 13 de las 30 capitales departamentales. Por su parte, el Partido Conservador no logró ninguna gobernación y sólo controlará dos capitales departamentales.
Para coroner su derrota, el partido gobernante perdió su bastión tradicional del noroccidental departamento de Antioquia, en el que tendrá que ceder la gobernación y la administración de la capital, Medellín.
El diario El Colombiano, de Medellín, señaló este lunes que el triunfo de los liberales Luis Gaviria, gobernador electo de Antioquia, y Luis Pérez, que conducirá el gobierno municipal de aquella ciudad, es «una cuenta de cobro» que los votantes pasaron al Partido Conservador.
La derrota de los conservadores en Antioquia «fue un golpe a la indiferencia del Presidente para con una región que en su nobleza votó mayoritariamente por el señor (Andrés) Pastrana» en las elecciones presidenciales de 1998, dijo El Colombiano.
El Partido Liberal perdió el gobierno municipal de Bogotá, el cargo público más importante después de la Presidencia. La victoria fue para Mockus, del Partido Visionario, que se impuso a la ex canciller María Ema Mejía por unos 150.000 votos.
Mockus vuelve a ser alcalde de la capital de Colombia, un cargo que abandonó hace tres años para para postularse como candidato en las elecciones presidenciales que dieron el triunfo a Pastrana.
El triunfo de Mockus es resultado de un proceso de «renovación de la política» que se registra en Bogotá desde hace varios años y que está caracterizado «por el crecimiento del voto independiente, jalonado con propuestas específicas de gestión urbana», destacó el analista Marco Romero, de la estatal Universidad Nacional.
La sorpresa política de los comicios en Bogotá la dio el lustrabotas Luis Díaz, al obtener uno de los 42 escaños del concejo municipal.
La fotografía de Díaz no aparecía en el tarjetón de votación junto al resto de los candidatos porque, según él mismo explicó, el vigilante del registro electoral no le permitió entrar en el edificio el día en que debía tomarse la foto.
Díaz se postuló por el Partido Popular Colombiano y obtuvo 17.791 votos.
El ministro del Interior, Humberto de la Calle, dijo este lunes que Colombia «le ha dado nuevamente una lección al mundo, porque en medio de tantas dificultades», sólo hubo incidentes aislados.
Pero Gilberto Toro, director de la Federación Colombiana de Municipios, afirmó que «hubo elecciones pero no democracia», porque el ejercicio del voto estuvo afectado por las presiones que los grupos armados ejercieron en los meses previos sobre candidatos y electores.
Toro dijo a IPS que en cerca de 500 de los 950 municipios en que se renovaron autoridades estaban desestabilizados a causa de la acción de alguno de los bandos armados.
Según señaló, 19 candidatos a gobiernos municipales renunciaron por amenazas, 17 fueron asesinados y 15, secuestrados, pese a que las organizaciones armadas aseguraron que no interferirían en las elecciones..
Las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) impidieron la votación en la sudoriental localidad de Vista Hermosa, al apoderarse de las tarjetas de votación, informaron las autoridades electorales.
Así mismo, en la norteña Candelaria, los comicios se suspendieron por denuncias de irregularidades, de acuerdo con la misma fuente.
Por fin, en San Vicente del Caguán, la sede del diálogo entre el gobierno y las FARC, el candidato independiente Nestor Ramírez venció a Josué Durán, un aspirante cercano a la organización insurgente.
San Vicente del Caguán se halla en la llamada zona de distensión, de la que el gobierno retiró al ejército para facilitar la negociación de paz con las FARC y que está controlada por los insurgentes. (FIN/IPS/yf/ff/ip/00
