El FMI elogió a México por reembolsarle 3.000 millones de dólares en forma anticipada, en lo que describió como una señal de recuperación económica de un país devastado por un colapso financiero hace cinco años.
"Esto es una prueba sólida de buen desempeño… y de la sustentabilidad del programa de reformas económicas adoptado luego de la crisis", destacó Eduardo Aninat, subdirector gerente del FMI (Fondo Monetario Internacional).
"Notamos una marcada reducción de la inflación, y las nuevas autoridades ya indicaron que están dispuestas a adoptar otras medidas fiscales si es necesario", anunció Aninat a la prensa el jueves.
El producto interno bruto (PIB) por habitante volvió a su nivel previo a la crisis, tras alcanzar un crecimiento promedio de seis por ciento en 1996-1997, mientras la inflación se redujo de 52 por ciento en 1995 a menos de 16 por ciento en 1997, observó el FMI.
Tras el colapso del peso mexicano a fines de 1994, que desencadenó la peor crisis financiera de la historia nacional, México pidió ayuda al FMI y obtuvo 12.000 millones de dólares para solventar reformas económicas.
México también pidió un préstamo de emergencia al Fondo en 1999, previendo inestabilidad financiera por el acercamiento de las elecciones nacionales, el pasado julio. El acuerdo estará vigente hasta el próximo noviembre, pero el gobierno no utilizó todos los fondos recibidos bajo este programa.
El presidente Ernesto Zedillo entregará el gobierno en diciembre a Vicente Fox, quien se convertirá en el primer presidente en 71 años no perteneciente al Partido Revolucionario Institucional. Fox pertenece al Partido de la Acción Nacional.
Hasta ahora, el período de transición ha estado libre de problemas.
El reembolso de la deuda está destinado a "preparar el terreno para la transición hacia una nueva administración", explicó Agustine Cartens, director ejecutivo del FMI por México.
Algunos especulan con que el reembolso temprano tiene por finalidad posicionar a México como el primer candidato para la línea de créditos de contingencia del FMI.
Dicha línea de créditos, creada luego de la crisis de Rusia en 1998, permite a países con políticas económicas sustentables recibir ayuda financiera en caso de una crisis inesperada.
Para calificar, los países deben cumplir las normas internacionales sobre deuda y sistema bancario, y mantener buenas relaciones con los acreedores, además de recibir el buen parecer del FMI en su estudio económico anual.
"No estoy en condiciones de especular sobre la forma en que el próximo gobierno desea relacionarse con el Fondo", declaró Carstens, y agregó que, en todo caso, el FMI no finalizó aún su revisión del mecanismo de la línea de créditos de contingencia.
Aunque México no realizó ninguna solicitud oficial al FMI sobre la nueva línea de créditos, las autoridades ya indicaron que quisiera continuar trabajando con el Fondo, señaló Aninat.
El gobierno se propuso alcanzar este año un crecimiento real del PIB de cinco por ciento, frente a tres por ciento en 1999, y reducir la inflación de 13 por ciento el año pasado a 10 por ciento para fines de 2000.
Así mismo, las autoridades tratan de lograr prestigio ante las instituciones financieras para poder acceder a los mercados internacionales de capital, señaló Cartens.
Se prevé que cerca de dos tercios de la financiación externa del déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos (el comercio exterior y los ingresos y egresos por servicios, que incluyen el pago de intereses de deuda) procederá de la inversión extranjera directa, y el resto de otros flujos de capital de largo plazo. (FIN/IPS/tra-en/gm/da/mlm/if-dv/00