Activistas de diversos países se congregan en Praga para protestar en las calles durante el encuentro del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) que comenzó hoy y terminará el día 28.
La movilización de grupos de la sociedad civil, sindicatos y organizaciones de estudiantes tiene como objetivo pedir reformas del banco y el FMI, y el cese de la aplicación de varias de sus actuales políticas en países en desarrollo, pero también habrá activistas que reclaman la disolución de ambas instituciones.
Habrá más de 18.000 funcionarios en las reuniones del banco y el Fondo, y se espera que unas 20.000 personas participen en las protestas.
El gobierno checo adquirió más de 200 limusinas blindadas para garantizar la seguridad de los funcionarios, desplegará a unos 11.000 policías para controlar los 215 actos de protesta que han sido anunciados hasta el momento, y mantendrá en reserva a 5.000 soldados y a unidades policiales especiales.
Hubo reclamos similares durante la III Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio, que terminó sin acuerdos el 4 de diciembre en la ciudad noroccidental estadounidense de Seattle, y en la reunión de primavera (boreal) del banco y el Fondo, que se llevó a cabo en Washington en abril.
Los activistas anunciaron que en esta ocasión las actividades estarán mejor organizadas y alcanzarán su clímax el día 28, con una manifestación masiva en las estrechas calles de Praga que será acompañada por protestas simultáneas en otras capitales.
"Nuestra meta es amplificar, y no sustituir, las voces de personas del Sur en desarrollo que no podrán estar en Praga. La coalición mundial contra la globalización se fortalece, pese a los informes que afirman lo contrario", dijo Njoki Njoroge Njehu director de la campaña internacional "50 Años es Suficiente".
El lema de esa campaña, impulsada por una coalición de organizaciones y coordinada en Estados Unidos, alude a los años transcurridos desde la creación en 1944 del Banco Mundial y el FMI, en la localidad nororiental estadounidense de Bretton Woods.
La coalición plantea siete demandas al banco y el Fondo.
– Cancelación de todas las deudas de países en desarrollo.
– Cese inmediato de la imposición de medidas de austeridad económica a naciones que piden préstamos u otro tipo de asistencia, y de todas las modalidades de la iniciativa para Páises Pobres Altamente Endeudados (HIPC) que ofrecen alivio de deuda externa a cambio de reformas políticas y económicas.
– Reconocimiento de que ambas instituciones son responsables del impacto desastroso en las economías de naciones pobres de los programas de ajuste estructural y otras reformas macroeconómicas que impulsaron.
– Pago de indemnizaciones a las personas que fueron reasentadas o sufrieron otros perjuicios a causa de grandes proyectos financiados por el banco y el FMI, por ejemplo represas.
– Que el Banco Mundial deje de aconsejar a los países políticas beneficiosas para el avance de la grandes compañías en el marco de la globalización económica, por ejemplo privatizaciones, mediante la Corporación Financiera Internacional.
– Que se juzgue a los funcionarios del banco y el Fondo cómplices de actos de corrupción en diversos países, y que las instituciones responsables indemnicen a los perjudicados por el robo o el deterioro de recursos que resultaron de esos actos de corrupción.
– Que las políticas, la estructura y la propia existencia en el futuro de las instituciones financieras internacionales se decidan mediante procesos democráticos y transparentes.
Otros activistas protestarán contra el desarrollo de organismos genéticamente modificados y el monopolio de patentes de semillas por parte de grandes corporaciones.
La Federación Estadounidense del Trabajo-Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO), una confederación de sindicatos de Estados Unidos, apoyará una protesta el día 26.
Hay un vínculo entre las luchas de los trabajadores de países en desarrollo que sufren consecuencias de programas de ajuste estructural, y las de los trabajadores de naciones industrializadas, afirmó Thea Lee, dirigente de la AFL-CIO.
"No podemos triunfar en nuestros países si no defendemos los derechos de todos los trabajadores del mundo", explicó.
Analistas opinan que los trascendidos acerca de que el banco y el Fondo adoptarán en Praga medidas beneficiosas para los países en desarrollo apuntan a debilitar de antemano las protestas.
Entre las medidas que se manejan está la adopción de criterios más laxos para acceder a la iniciativa para HIPC, que permitirían duplicar a fines de este año el número de naciones incluidas en la actualidad en ese programa, pero funcionarios del Banco Mundial en Washington se negaron a dar detalles en la materia.
También se simplificarían las exigencias planteadas a las naciones ya incluidas en esa iniciativa, para que puedan comenzar a emplear la parte que les corresponde de los 17.000 millones de dólares de alivio de deuda previstos en el programa.
Los países más poderosos, reunidos en la cumbre del Grupo de los Siete (G-7) realizada el año pasado en la ciudad occidental alemana de Colonia, se comprometieron a cancelar la deuda de por lo menos 20 naciones a fines de este año.
Pero el cumplimiento de ese compromiso del G-7, integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón, ha sido frenado por trámites burocráticos y severas exigencias de programas de ajuste como contrapartida.
Ya han sido calificados como HIPC Benin, Bolivia, Burkina Faso, Camerún, Honduras, Mauritania, Mozambique, Senegal, Tanzania y Uganda.
Los gobiernos de esas naciones cumplieron la exigencia de diseñar y aprobar complejas estrategias para reducir la pobreza, pero otros países afirman que no cuentan con los recursos necesarios para hacer lo mismo.
Se espera que el establecimiento de exigencias menos estrictas permita incluir en la iniciativa antes de fin de año a Chad, Gambia, Guinea, Guyana, Guinea-Bissau, Malawi, Nicaragua, Ruanda and Zambia.
Se prevé que el banco y el FMI aprueben nuevos programas de alivio de la pobreza, y destinen más fondos a la educación, la salud y la lucha contra el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) en los países más pobres.
También se espera que el Banco Mundial anuncie una nueva y cuantiosa línea de crédito con bajos intereses para naciones pobres.
La semana pasada, sin embargo, el FMI resolvió imponer condiciones más severas en sus líneas de crédito, entre ellas la disminución de algunos plazos de pago y el aumento de tasas de interés, para desestimular el uso excesivo de esos servicios.
Esas medidas habían sido exigidas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos. (FIN/IPS/tra-eng/gm/da/mp/dv if ip/00