CUMBRE DEL MILENIO: Gorbachov critica la globalización

Mijail Gorbachov, ex presidente de la antigua Unión Soviética y premio Nobel de la Paz, condenó la "privatización" de la globalización en un foro paralelo a la Cumbre del Milenio, que comenzó hoy en la sede de la ONU.

La cooperación internacional posterior a la guerra fría no ayudó a los más necesitados, dijo Gorbachov al "Foro 2000", una reunión de organizaciones no gubernamentales (ONG) que se desarrolla en forma paralela a la cumbre.

"La globalización ha sido privatizada por un puñado de países. Hay 1.000 millones de personas desempleadas y 1.200 millones viven con menos de un dólar al día. Se ha creado un cuarto mundo, aunque la cooperación reemplazó a la confrontación de la guerra fría", agregó.

Además, "20 por ciento de la población mundial utiliza hasta 80 por ciento de todos los recursos naturales, y las empresas transnacionales han monopolizado los descubrimientos científicos", destacó Gorbachov el martes en su carácter de presidente del Estado del Foro Mundial.

El Estado del Foro Mundial es una organización sin fines de lucro que trabaja por una globalización sustentable y organizó el Foro 2000, de seis días de duración, para confrontar opiniones sobre el tema.

El ex mandatario soviético criticó duramente al Grupo de los Siete países más industrializados, conformado por Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Canadá y Japón.

"Los fuertes y poderosos siguen actuando a la vieja manera, ignorando a la sociedad civil. Las consecuencias más graves de la globalización hasta ahora fueron la crisis financiera internacional, la guerra de Kosovo y las protestas (de la ronda mundial de comercio) de Seattle", afirmó.

El financista húngaro-estadounidense George Soros criticó el estado actual de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) y consideró que la Cumbre del Milenio "no cambiará nada".

Soros destacó que las limitaciones de la estructura de la ONU reducen su eficacia, en especial en asuntos económicos.

"La ONU no es buena organización para las decisiones que deben tomarse en materia económica, principalmente porque todos los miembros deben estar de acuerdo… Debemos buscar otras instituciones o usar la ONU para crear otras instituciones", sugirió.

Soros citó el ejemplo del tratado para la eliminación de las minas terrestres, resultado en su mayor parte del trabajo de la sociedad civil.

La fortaleza de la ONU radica principalmente en que ofrece "un foro de discusión", opinó.

Por su parte, Gorbachov se manifestó partidario del establecimiento de un Consejo de Seguridad Económica de la ONU y de la concesión de más poder a los organismos ambientales.

"Los problemas internacionales no pueden resolverse por la fuerza", afirmó el ex líder soviético, y destacó la creciente importancia de las ONG para los gobiernos, ya que "les transmiten la opinión pública de una forma estructurada".

"Ya tenemos los hechos. Lo que necesitamos ahora es un mecanismo de cooperación entre los estados y la sociedad civil", dijo.

John Sweeney, presidente de la Federación Estadounidense del Trabajo-Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO), habló a la conferencia sobre las implicaciones de la globalización para las normas laborales.

"La globalización fue concebida por gobiernos poderosos e ideólogos conservadores, y aplicada por la fuerza de las empresas multinacionales", sostuvo.

Sweeney destacó que los activos de los tres hombres más ricos del mundo son superiores a los ingresos de los 48 países más pobres del mundo combinados.

Según la Organización Internacional del Trabajo, la pobreza empujó al trabajo a 250 millones de niños, "privándolos no solo de su infancia, sino también de su futuro".

Otra oradora del Foro 2000, la activista india Vandana Shiva, señaló a los participantes que la globalización agravó la desigualdad social en todo el mundo.

"Los ideólogos de la globalización pertenecen al Norte industrial, al género masculino y a una etnia en particular. No podemos permitir la globalización de nuestros alimentos, nuestra agua, nuestra cultura, nuestra educación y salud", dijo.

"Mujeres que antes tenían seguridad laboral ahora venden sus cuerpos. Si mujeres y niños deben venderse para mantener las economías en funcionamiento, entonces no son economías, son perversiones. El libre mercado a menudo debilita la democracia", afirmó Shiva.

La activista consideró que el aumento del fundamentalismo y la violencia comunal son "un legado de la globalización". (FIN/IPS/tra-en/ml/mu/mlm/dv/00

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