Dos obras teatrales escritas por peruanas y estrenadas en Lima, «Sueño de una noche dominical» y «Una especie de ausencia», exploran el universo femenino.
Una tercera obra escrita por un hombre, «Pareja abierta», del premio Nobel de Literatura italiano Darío Fo, recalca el interés por las cuestiones de género en la cartelera teatral limeña.
La estudiante peruana Maritza Nuñez obtuvo en 1999 el Premio Nacional de dramaturgia en Bélgica, donde reside, con «Sueño de una noche dominical», pieza que recrea la vida de la pintora mexicana Frida Kahlo, un icono de la mujer latinoamericana.
Kahlo, militante de izquierda y amante del muralista Diego Rivera, surgió en el crisol social y cultural de la revolución mexicana iniciada en 1910. Un grave accidente de tránsito la dejó casi paralítica hasta su muerte, a los 47 años, en una espantosa cárcel de sufrimiento físico.
La obra de Núñez prioriza la pasión por la creación artística que devoraba a la artista.
«Generalmente se alude més a su relación con Diego Rivera y a su bisexualidad que a su pasión artística. Ella luchó por su identidad como mujer y como artista en una época en que eran muy pocas las mujeres que se atrevían a hacerlo», dijo Nuñez.
«Si uno lee el diario de Frida, se da cuenta de la cantidad de propuestas estéticas que tenía urgencia de desarrollar. No le alcanzó el tiempo», añadió la dramaturga.
«Desde su accidente, su vida estuvo siempre en riesgo, de modo que Frida nunca pensó en el futuro sino en el presente. Algunos críticos la califican de egocéntrica porque se pintaba a ella misma, pero es necesario entenderla cuando explica que no pintó sus sueños sino su vida», concluyó.
Mientras, «Una especia de ausencia», de la poetisa Marcela Robles, reafirma la condición femenina en confrontación con lo masculino.
Desfilan y se entrecruzan en la escena varios personajes femeninos: una mujer que asiste a psicoterapia, la madre que mintió sobre la paternidad de su hija, la mujer que sufre la maternidad negada y una escritora libre, sin pareja pero inconforme con su sexualidad.
«El aire en mi piel es agradable si lo dice una mujer, pero es todo lo contrario en la voz de un hombre», dice la escritora.
«El texto de Marcela Robles no se inscribe en el neofeminismo ni en el rabioso feminismo a ultranza de los primeros años del movimiento, pero reafirma la condición central de lo femenino en su identidad, sin dependencia con lo masculino», comentó el crítico teatral Silvio de Ferrari.
Por su parte, «Pareja abierta», de Fo, reabre un debate feminista de los años 80: la posibilidad de ensayar una relación sexual sin ataduras ni compromisos.
«Elegí esta pieza porque considero que sigue vigente el problema de la falta de equidad en las parejas, desigualdad que se refleja en el diferente manejo de la infidelidad», explicó el director Litman Gallo.
«Se trata de desentrañar la compleja convivencia entre los dos sexos. El personaje masculino, interesado en establecer su derecho a ser infiel, propone a su esposa un esquema de libre relación sexual con terceros, pero cuando ella consigue un amante descubre que no le es posible soportarlo», añadió.
«Fo desarrolla esta cuestión con humor e ironía. Además, mediante lo que podríamos llamar la desaparición de la cuarta pared, hace que los actores se dirijan a los espectadores, invitándolos a interactuar, para recordarles que quienes están en el escenario podrían ser ellos mismos», afirmó Gallo. (FIN/IPS/al/mj/cr/00