AMBIENTE: El Sur pide que el Norte le pague "deuda ecológica"

Una nueva alianza de organizaciones no gubernamentales (ONG) pidió en Praga que el Norte industrializado reconozca que es deudor y no acreedor del Sur en desarrollo, al cual ha causado graves daños económicos, sociales y ambientales.

La Alianza de Acreedores de la Deuda Ecológica de Pueblos del Sur se formó durante encuentros de ONG realizados en el marco de protestas masivas contra el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, que llevan a cabo en Praga su reunión anual.

Sus promotores retomaron el concepto de la "deuda ecológica" del Norte con el Sur, y pensaron primero llamarse Club de Acreedores de la Deuda Ecológica de las Comunidades del Tercer Mundo, en una referencia irónica al Club de París, que agrupa a gobiernos acreedores de deuda privada.

La alianza aduce que "la ilegítima deuda financiera" del Sur es escasa en comparación con la suma de las riquezas extraídas de los países en desarrollo durante la dominación colonial, las décadas posteriores de comercio en términos desiguales de intercambio, y la actual era de la globalización económica.

Cada año, las transferencias del Sur al Norte por amortización de deuda tienen un valor nueve veces mayor que el de la asistencia del Norte al Sur, sostuvo Jubileo 2000, un grupo de ONG ambientalistas, religiosas, humanitarias y promotoras del desarrollo que piden la cancelación de la deuda este año.

La ONG ambientalista Amigos de la Tierra, integrante de Jubileo 2000, definió la "deuda ecológica" como "una responsabilidad acumulada de los países industrializados por la destrucción que han causado sus pautas de producción y consumo".

El Norte, al extraer riqueza natural perteneciente a los pueblos del Sur, causó contaminación del legado natural y las fuentes de sustento del mundo en desarrollo, arguyó Amigos de la Tierra, que también forma parte de la nueva Alianza de Acreedores.

"La deuda ecológica incluye la apropiación ilícita de la atmósfera y de la capacidad de absorción del planeta por parte del mundo industrializado. Esa deuda es el resultado de un modelo de desarrollo que se propaga por el mundo y amenaza con sustituir a economías locales más sustentables", añadió.

La idea de la "deuda ecológica" del Norte con el Sur no es nueva en el marco de 20 años de campaña por la cancelación de la deuda del mundo en desarrollo, señaló a IPS Aurora Donoso, integrante de la ONG ecuatoriana Acción Ecológica y de la nueva Alianza de Acreedores.

Sin embargo, esa idea "renació" en talleres de trabajo organizados el fin de semana en el marco del foro público "Una visión diferente", organizado por Amigos de la Tierra, Jubileo 2000 y CEE Bankwatch, una ONG de vigilancia ambientalista y financiera de Europa Oriental, con el auspicio de ONG checas, apuntó.

La iniciativa de formar la nueva Alianza de Acreedores se vinculó con la intención de las ONG congregadas en Praga de vincular cuestiones ambientales, sociales y económicas relevantes para el desarrollo.

Es importante cambiar por completo la naturaleza del debate sobre cancelación de la deuda, tanto en las calles de Praga como en la mentalidad de los pueblos en desarrollo, afirmó Donoso, quien discutió el asunto con activistas de Colombia, India y Nigeria durante el foro "Una visión diferente".

"La deuda externa ha sido pagada más de dos veces en un absurdo juego económico" que consiste en pedir prestado al Banco Mundial y al FMI para pagar el servicio de esa deuda y "sólo sirve para empobrecernos más", aseguró.

El pago se ha realizado con "vidas humanas, mano de obra barata e incluso esclavitud, en el marco de la explotación de nuestras tierras y pueblos", y la presión por el pago de la deuda conduce a mayor explotación de la tierra y destrucción del ambiente, añadió.

Acción Ecológica trató el asunto en un panfleto titulado "Deuda externa y deuda ecológica, ¿Quién debe a quién?", en el cual pidió que las sociedades del Norte y las instituciones financieras internacionales paguen su deuda con el Sur mediante inversiones para preservar sus culturas y recursos naturales.

El pago de servicio de deuda por parte de países pobres fuertemente endeudados desvía recursos que deberían destinarse e la recuperación económica, a programas de salud y educación op a la protección del ambiente, y hunde más en la pobreza a esas naciones, arguyeron los activistas reunidos en Praga.

Africa subsahariana, por ejemplo, gasta cuatro veces más en pagar deuda externa que en salud pública.

José Padua, un activista brasileño, sostuvo que el gobierno de su país ganó 130.000 millones de dólares entre 1989 y 1999 por privatizaciones impuestas por el FMI, pero debió pagar en el mismo período 230.000 millones de dólares por servicios de deuda externa.

Donoso afirmó que "el primer producto de exportación de América Latina es el dólar". (FIN/IPS/tra-eng/bk/da/ego/mp/en dv if/00)

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