Empresarios, empleados y granjeros blancos dieron hoy en Zimbabwe un fuerte respaldo a la candidatura presidencial de Morgan Tsvangirai al sumarse a una huelga contra la violencia política organizada por sindicatos afines a la oposición.
La huelga de un día, convocada por el Congreso de Sindicatos de Zimbabwe (ZCTU), también exigió el cese de la ocupación de granjas propiedad de blancos por parte de veteranos negros de la guerra de independencia del país.
El opositor Movimiento por el Cambio Democrático (MDC), presidido por Tsvangirai, apoyó la medida sindical.
Tsvangirai fue durante 10 años el secretario general del ZCTU, mientras el vicepresidente del MDC es el presidente del sindicato, el mayor del país.
El MDC se formó hace 10 meses y, junto con el gobernante ZANU- PF, protagonizó en junio las elecciones parlamentarias más reñidas del país. El gobierno retuvo la mayoría de las bancas, pero la oposición se quedó con 58 de las 120 bancas en elección.
El ZCTU, Tsvangirai y los granjeros blancos están contentos con el éxito de la huelga, pero la medida significó un golpe más para la crítica economía del país debido a que la mayoría de los negocios cerraron.
La radio estatal informó que la vida comercial en la mayoría de las pequeñas ciudades del país prácticamente se paralizó. Los comercios minoristas cerraron mientras los empleados públicos, advertidos por el gobierno que no debían sumarse a la huelga, se presentaron a trabajar.
"La huelga tuvo mucho éxito. En algunos centros (urbanos), la mayoría de la gente no se presentó a trabajar", dijo Nomore Sibanda, funcionario de información del ZCTU.
Algunos padres no permitieron que sus hijos fueran a clases por temor a que la medida sindical provocara violencia.
La huelga también se realizó contra el alto costo de la vida en el país, lo cual se atribuyó a la escasez de moneda extranjera debido a la tasa de cambio desfavorable que perjudica al comercio local.
Con el fin de dinamizar la economía, el gobierno devaluó la moneda local el martes a 50 dólares zimbabwenses por cada dólar de Estados Unidos.
"Evidentemente es mucho mejor que nada… pero la devaluación por sí sola no desencadenará ninguna respuesta positiva del sector privado", declaró el economista Edmore Tobaiwa.
"Necesitamos incentivos impositivos para estimular nuestra sufrida base manufacturera e inyectar vida a la economía", exhortó.
Hasta el martes, el gobierno se negaba a devaluar. "No podíamos permitir una caída masiva (de la moneda) en esta etapa por las consecuencias que tiene sobre los precios en el mercado y por diversos compromisos, especialmente externos", explicó Simba Makoni, el nuevo ministro de Finanzas.
"Por otra parte, necesitábamos fijar una tarifa que fuera suficientemente competitiva y atractiva para las reservas de moneda extranjera que en la actualidad no ingresan al país. Creemos que hemos logrado un equilibrio razonable entre estas dos fuerzas competidoras", agregó Makoni.
Analistas del mercado señalan que el gobierno decidió la devaluación debido a la presión del mercado paralelo, donde la tasa de cambio llegó hasta 65 dólares zimbabwenses por dólar estadounidense.
"La devaluación asegurará que la tasa de cambio fomente la competitivdad de las exportaciones y el crecimiento económico. La medida es parte de un paquete de medidas de estabilización a corto plazo que esperamos ponga la economía en camino", precisó Makoni.
La inflación llega a 60 por ciento y la escasez de moneda extranjera provocó falta de combustible, lo cual desalentó a los granjeros a plantar cultivos cuando quizá no tengan suficiente combustible para cosechar sus productos.
Zimbabwe pasa por su peor crisis económica desde que obtuvo la independencia de Gran Bretaña en 1980.
Algunos analistas calculan que el déficit presupuestario llegará casi a los mil millones de dólares para fines de este año, lo cual equivale a 15 por ciento del producto interno bruto. Otros señalan que podría llegar al 25 por ciento.
Pero muchos agricultores sostienen que la devaluación, decidida después del comienzo de la temporada de venta de tabaco (que genera 30 por ciento del ingreso externo del país), llegó muy tarde y es insuficiente. La mayoría seguirá comerciando en el mercado paralelo donde obtendrán una tarifa más alta.
Algunos productores de tabaco vendieron su cosecha a precios poco competitivos o la destruyeron durante la crisis política provocada por las ocupaciones de sus granjas por los veteranos de guerra. Cuatro granjeros fueron asesinados en los incidentes.
Los veteranos ocupan ilegalmente más de 1.000 granjas, donde han sido acusados de violar, golpear y matar a trabajadores agrícolas.
Organismos y países donantes, que retienen 1.000 millones de dólares en ayuda financiera al país, advirtieron que no entregarán el dinero hasta que cesen las ocupaciones. (FIN/IPS/tra-en/lm/sm/aq/ip-lb/00


