Slobodan Milosevic, presidente de la República Federal de Yugoslavia desde hace 10 años, se enfrentará a una prueba crucial en las elecciones presidenciales y parlamentarias del 24 de septiembre, según analistas políticos.
"Las elecciones se pueden ver como una prueba importante para todos los actores que participan en la escena política del país", integrado por las repúblicas de Serbia y Montenegro, dijo el analista de Belgrado Ivan Torov.
"Significan un juego de supervivencia para Milosevic y su régimen, pero también para la oposición que intenta sin éxito derrocarlo desde hace años", agregó.
En julio, cinco encuestas de opinión revelaron la caída de la popularidad de Milosevic y su régimen. Más de 70 por ciento de los serbios culpan al régimen por el aislamiento y la catástrofe económica sin precedentes que padece el país.
"Todos los pronósticos, después de las cinco encuestas, señalan que los partidos opositores ganarán por victoria abrumadora", dijo a IPS Srecko Mihajlovic, del Instituto de Ciencias Sociales de Belgrado.
"Los partidos opositores unidos ganarían 44 por ciento de los votos, la coalición de gobierno 19 por ciento, y 37 por ciento corresponde a los indecisos", explicó.
"El resultado se mantendría incluso con la amplia gama de manipulaciones que el régimen aplicaría en estas ocasiones", aseguró Mihajlovic.
Citó como ejemplo la campaña, a través de los medios de comunicación estatales, que sostiene que el gobierno reconstruyó con éxito el país después de los bombardeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte el año pasado.
También y repentinamente aparecieron en el mercado productos como azúcar y aceite de cocina, que escaseaban desde hace meses.
Así mismo, como muchos expertos, Mihajlovic dijo que los mayores obstáculos a las elecciones libres son el control absoluto del régimen sobre el registro electoral y el conteo de votos, y la falta de observadores extranjeros.
Ningún observador, tanto nacional como extranjero, certificó que las elecciones celebradas en el país a partir de 1990, año en que comenzó a gobernar Milosevic, fueran libres y transparentes.
"Las nuevas leyes electorales fueron diseñadas evidentemente para que Milosevic y su régimen se queden en el poder", agregó Mihajlovic.
Milosevic convocó a las elecciones el 28 de julio, luego de que el parlamento federal adoptara una reforma constitucional el mes pasado.
Los partidos opositores, así como los de Montenegro, no votaron por la reforma, pero esta se aprobó gracias a la mayoría que tiene Milosevic en el legislativo.
La reforma permite que Milosevic se presente a dos períodos más de gobierno, cada uno por cuatro años, mediante el voto directo, lo cual pasa por alto la diferencia de población entre Serbia (7,5 millones de habitantes) y Montenegro (650.000 habitantes).
Anteriormente, el presidente era elegido por un solo período y estaba previsto que el mandato de Milosevic terminara en julio próximo.
El sistema del voto directo se aplica a la cámara alta del parlamento federal, que confirma todas las decisiones de la cámara baja. Antes estaba integrado por 20 legisladores de Serbia y 20 de Montenegro.
El voto directo para este organismo significa que el parlamento montenegrino será pasado por alto.
Desde 1998, el parlamento de la pequeña república es controlado por el Partido Democrático de Socialistas, del presidente montenegrino Milo Djukanovic. Djukanovic culpa a Milosevic del aislamiento y la crisis económica.
Uno de los cambios más importantes es el que elimina la necesidad de que al menos 50 por ciento de los electores participen en los comicios para que estos sean válidos.
"Esto es muy importante, ya que Milosevic preferiría que la oposición de Montenegro y Serbia boicotee las elecciones", dijo el analista Bratislav Grubacic.
"Sólo haría falta que sus simpatizantes votaran por él para mantenerlo en el poder. En realidad, no le importa lo que el mundo diga sobre la transparencia de las elecciones", agregó.
Altos funcionarios de Montenegro señalaron en reiteradas ocasiones que la república boicoteará las elecciones.
"No podemos aceptar comicios injustos y discriminatorios como los que el círculo gobernante de Milosevic promovió para sus propios fines", dijo Miodrag Vukovic, asesor del líder opositor Milo Djukanovic, a la prensa independiente de Belgrado.
Sin embargo, los principales partidos opositores serbios, unidos en la Oposición Democrática de Serbia, decidieron participar en los comicios, confiados en el creciente descontento popular.
En una reunión celebrada en Belgrado el fin de semana, representantes de 15 partidos opositores dijeron que era su "deber y obligación" enfrentarse a Milosevic, a pesar de que las reglas no están a su favor.
El mayor partido opositor, el Movimiento de Renovación Serbia, dirigido por Vuk Draskovic, decidirá este domingo si participará o no en la contienda electoral.
Djukanovic será presionado por representantes de Europa occidental y Estados Unidos cuando se reúna con ellos esta semana. Sus aliados occidentales sostienen que el eje formado por Djukanovic y la oposición serbia podría derrocar a Milosevic.
El 24 de septiembre también se celebrarán elecciones municipales en toda Serbia, lo que significa que, junto con los comicios generales, se elegirán las autoridades para más de 200 municipios.
Desde 1997, las 15 mayores ciudades de Serbia, incluso Belgrado, la capital de 2,5 millones de habitantes, son dirigidas por partidos opuestos a Milosevic. Todos los partidos participarán en las elecciones locales. (FIN/IPS/tra-en/vpz/sm/aq/ip/00


