COLOMBIA: Pastrana a mitad de camino y con el tiempo en contra

El presidente de Colombia, Andrés Pastrana, llegará este lunes a la mitad de su período de gobierno con aciertos y errores en materia de paz, resultados negativos en el campo económico y un buen desempeño en política exterior, según expertos.

Pastrana anunció al comienzo de su mandato el 7 de agosto de 1998 que los principales asuntos de gobierno eran negociar la paz con las guerrillas, reactivar la economía que afrontaba la peor crisis de las últimas tres décadas y recuperar la imagen internacional del país, afectada por el tema del narcotráfico.

A la mitad de su mandato, los colombianos están atrapados en una guerra que amenaza con incrementarse, el desempleo está casi cinco puntos por encima de lo que se encontraba en 1998 y la cantidad de pobres aumentó, según reseñan los observadores.

Sin embargo, hasta sus adversarios coinciden en que hubo importantes avances en materia de política exterior.

Armando Montenegro, director de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) comentó a IPS que los resultados del balance económico "dejan bastante que desear".

El desempleo pasó de 15,6 por ciento en 1998 a 20,4 en junio de este año, el producto interno bruto (PIB) dejó de crecer a un ritmo de cuatro por ciento anual en 1997 hasta caer 4,3 por ciento en 1999 y, en el mejor de los casos, la recuperación esperada para este año es de tres por ciento.

El desempeño económico de Colombia desde que es gobernada por Pastrana también afectó el ingreso por personas, que bajó de 6.810 dólares a 6.008 dólares, según el índice de desarrollo humano elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

El director de ANIF, principal centro de investigaciones del sector financiero, aseguró que la pobreza se ha profundizado en los dos últimos años.

Montenegro explicó que la crisis general de la economía ha hecho que, de los 40 millones de habitantes que tiene Colombia, "por lo menos 20,3 millones son pobres y, de éstos, siete millones viven en la indigencia" .

La ANIF define como pobres a las familias que no pueden comprar la canasta básica alimenticia, para la que se requieren dos salarios mínimos (230 dólares) y como indigentes a quienes no tienen garantizado un ingreso mensual mínimo y no pueden satisfacer sus necesidades básicas (vivienda, salud y educación).

El balance de los dos primeros años del gobierno de Pastrana "no es halagador" y creo que marcha hacia la segunda mitad de su mandato "con el tiempo en contra" por los problemas sociales que se agudizan y comienzan a impacientar a la mayoría de la población, comentó Montenegro.

Por su parte, el investigador Javier Fernández señaló que "el gran mérito de Pastrana es haber puesto la búsqueda de la paz en el centro de su agenda de trabajo y haberla preservado en medio de las dificultades". Sin embargo, entre los colombianos no hay certidumbre de que se logre el objetivo propuesto.

Pastrana inició en enero de 1999 un proceso de diálogo en firme con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la guerrilla más importante y antigua del país, después de más de siete años de infructuosos intentos de gobiernos anteriores.

El mayor logro en este ámbito es haber concretado en la mesa de negociaciones una agenda de trabajo de 12 puntos.

Al respecto, el comisionado presidencial para la paz, Camilo Gómez, dijo el martes en el Congreso que con las FARC se ha superado ya "la etapa de acercamientos, de generación de confianza, de desarrollo de instrumentos (para la negociación), de consenso sobre la agenda y sobre fórmulas para discutir".

Precisó que "en otros países esta parte del proceso se tardó tres o cuatro años, mientras que en Colombia se ha logrado en un año y medio" y que en esta nueva etapa se busca "concretar los acuerdos en todas las materias", en referencia a esos 12 puntos de la agenda.

No obstante, para analistas del Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep), estos signos alentadores que señala el gobierno "no han logrado disolver el clima de escepticismo generalizado" existente desde el inicio de las conversaciones con las FARC.

El Cinep entiende que este clima fue generado por las denuncias de abusos contra civiles por parte de las FARC en la zona desmilitarizada, en el sudeste del país, y por la persistencia de los secuestros y violaciones al derecho internacional humanitario y ataques a poblaciones cometidos por las guerrillas.

El gobierno también comenzó contactos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), segundo grupo rebelde del país.

Este proceso de diálogo para alcanzar la paz ha afrontado dificultades por la falta de decisión gubernamental en otorgar una zona desmilitarizada, similar a la concedida a las FARC, pedida para llevar a cabo una convención nacional en la que negociarán con la sociedad civil una agenda de negociaciones.

En tanto, respecto del desempeño gubernamental en materia de política exterior, aliados y opositores reconocen como un hecho importante la recuperación de la credibilidad de Colombia ante la comunidad internacional, perdida en el cuatrienio anterior por el tema del narcotráfico.

Para el ex director del estatal Departamento de Planeación Nacional de Planeación, Mauricio Cárdenas, el país logró reinsertarse en el escenario mundial, logrando un espacio que había perdido.

El líder del opositor Partido Liberal, Horacio Serpa, comentó que la recomposición de las relaciones con Estados Unidos, que llegaron a su nivel más bajo en el gobierno de Ernesto Samper (1994-1998), "es un hecho importante, dada la trascendencia de esa nación".

Algunos analistas señalan que un resultado concreto del éxito de la política exterior de Pastrana es el respaldo que ha tenido el llamado Plan Colombia, definida como "una estrategia para la lucha contra el narcotráfico y el logro de la paz y el desarrollo económico"

El Plan Colombia, al que sólo le restan 24 meses para su ejecución, tiene un costo de 7.500 millones de dólares, que serán financiados con 4.000 millones aportados por el gobierno, 1.300 millones de Estados Unidos, mientras el resto provendrá de la Organización de las Naciones Unidas y un grupo de países donantes.

Falta aún definir el monto que aportará al respecto la Unión Europea, donde las opiniones están divididas por los cuestionamientos que organizaciones no gubernamentales han hecho al proyecto por considerar que producirá un escalamiento del conflicto armado interno.

Las críticas al Plan Colombia ponen sobre el tapete la crítica situación que vive el país en materia de violación de derechos humanos, con el aumento de al menos 150.000 personas desplazadas, que se suman a los dos millones que ya ha dejado el conflicto en las últimas dos décadas y que representan el cuatro por ciento de la población. (FIN/IPS/yf/dm/ip/00

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