/BOLETIN-AMBIENTE/ ONU: Annan pide responsabilidad ambiental de corporaciones

Kofi Annan, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), quiere que el sector privado coopere en forma voluntaria con el foro mundial, pero también que las firmas transnacionales se hagan responsables de sus daños al ambiente.

Los jóvenes que se preparan para ser "líderes de corporaciones" tendrán la responsabilidad de mantenerse atentos y sensibles ante la destrucción del ambiente, dijo Annan la semana pasada, durante una ceremonia de graduación en la universidad estadounidense de Stanford.

El secretario general afirmó que la mayoría de las compañías transnacionales han ganado dinero mediante la contaminación del ambiente.

Esas firmas "ganan fortunas y producen muchos bienes, pero también pueden contaminar ríos y matar peces", indicó.

"Las compañías se volverán más responsables" si la comunidad internacional introduce el concepto de "contabilidad verde" para obligar a las corporaciones a pagar el costo ambiental de su producción, aseguró.

Annan está convencido de que las grandes firmas ganarán aun más dinero si solucionan los problemas ambientales que ellas mismas crearon. "Por lo tanto, debemos desafiarlas a cooperar con nosotros", argumentó.

"Si la explotación de los recursos del planeta continúa en la forma en que la realizamos en la actualidad, no podremos legar un mundo saludable a nuestros hijos", advirtió.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) señaló en su informe anual, titulado "Derechos humanos y desarrollo humano" y divulgado el jueves, que la sociedad ya no acepta que la conducta de las transnacionales sólo sea regulada por leyes de cada uno de los países en los cuales actúan.

Esas firmas tienen poder e inluencia en escala mundial, y por lo tanto deben aceptar que la comunidad internacionales les imponga grandes exigencias de protección del ambiente y respeto de los derechos humanos, incluyendo los laborales, y abstenerse de apoyar o tolerar a regímenes que violan esos derechos.

El PNUD apuntó que las compañías transnacionales pueden ser responsables en forma indirecta de violaciones de los derechos humanos, cuando se apoyan en regímenes represivos con el objetivo de lograr un ambiente seguro para sus inversiones.

Pero también pueden ser agentes de un cambio positivo en materia de respeto de los derechos humanos, si ejercen presión política sobre los gobiernos vinculada con asuntos económicos, acotó.

En el informe se recordó que integrantes de la etnia ogoni de Nigeria, liderados por el activista Ken Saro-Wiwa, formaron en 1990 el Movimiento por la Supervivencia del Pueblo Ogoni, para resistir en forma pacífica violaciones de los derechos humanos por parte de la firma petrolera Shell.

Esa compañía suspendió en 1993 sus actividades en Ogonilandia, pero siguió extrayendo de Nigeria más de 250.000 barriles de petróleo por día, casi 12 por ciento de su producción mundial.

Tras la ejecución de Saro-Wiwa por el gobierno nigeriano en 1994, organizaciones no gubernamentales (ONG) humanitarias y defensoras de normas éticas para el comercio lanzaron una campaña contra la Shell.

El daño causado por esa campaña a la imagen pública y las ganancias de Shell hizo que la firma admitiera sus errores y adoptaran un código de conducta en relación con los derechos humanos, subrayó el PNUD.

Annan argumentó el domingo 25 de junio, durante un foro de ONG realizado en Ginebra, que esas organizaciones son un parte muy importante de la sociedad civil, pero que la misma es mucho más que el conjunto de las ONG, ya que incluye, por ejemplo, a universidades, fundaciones privadas, sindicatos y compañías.

"Las firmas privadas producen la mayor parte de la riqueza del mundo, y sólo eso bastaría para que fuera tonto que las ignoremos", indicó.

"Seríamos tontos si no buscáramos involucrar a esas compañías en la búsqueda de objetivos que van más allá del lucro en el corto plazo, por ejemplo, la creación de un mundo con más equidad, en el cual todos tengan la oportunidad de participar en el mercado global como consumidores o productores", apuntó.

"Muchas corporaciones reconocen en la actualidad que tienen algo que aprender de nosotros, como nosotros debemos aprender algo de ellas. Sólo podremos impulsar cambios mediante el diálogo", arguyó.

El año pasado, Annan desafió a los líderes del mundo empresarial a rediseñar las política y prácticas de sus corporaciones, para adecuarlas a principios básicos establecidos por la ONU en materia de derechos humanos, normas laborales internacionales y protección del ambiente.

Aquella iniciativa fue lanzada cuando algunas de las mayores compañías transnacionales eran acusadas de causar graves daños al ambiente y de cooperar con regímenes violadores de los derechos humanos y de las normas laborales internacionales.

El objetivo del secretario general era alcanzar un acuerdo acerca de valores y principios compartidos por la ONU y el mundo de los negocios, para humanizar el mercado mundial.

"Las metas de las Naciones Unidas y las de la comunidad empresarial pueden ser articuladas en forma productiva para ambas partes, como lo hemos demostrado mediante acuerdos y acciones conjuntas", aseguró.

La ONU organizó el año pasado un encuentro de líderes empresariales en el cual participaron representantes de grandes firmas como BAT Industries, Bata, Coca Cola, Goldman Sachs, McDonald's, Rio Tinto, Unilever y US West.

En aquella ocasión, Annan urgió a los empresarios a respetar la libertad de asociación y el derecho a la negociación colectiva de los trabajadores, y afirmó que es preciso "elegir entre un mercado mundial guiado en forma exclusiva por cálculos de beneficio en el corto plazo, y uno con rostro humano". (FIN/IPS/tra-eng/td/da/en hd if/00

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