La oposición aventaja al gobernante ZANU-PF al comenzar hoy el escrutinio de las elecciones parlamentarias del sábado y el domingo en Zimbabwe, aunque el resultado final no se tendrá quizás hasta el miércoles.
Los primeros resultados divulgados parecen confirmar la fuerza electoral del Movimiento por el Cambio Democrático (MDC), que ganó 18 de los 31 escaños resueltos hasta el momento. Los otros 13 correspondieron al ZANU-PF (Frente Popular de la Unión Nacional Africana de Zimbabwe), del presidente Robert Mugabe.
Si bien todavía resta saber el destino de 89 escaños, la oposición ya ha avanzado un gran paso, dado que en el parlamento saliente sólo tres diputados no pertenecen al ZANU-PF, que gobierna Zimbabwe desde su independencia, en 1980.
Los observadores destacados por la Unión Europea se negaron a avalar el proceso electoral, debido a la violencia que marcó la campaña política, con el resultado de 32 muertos.
Pero admitieron que sólo hubo escasos incidentes en las dos jornadas de votación, mientras que la oposición denunció casos de intimidación de sus partidarios.
Los calificativos de "limpias y justas" no se pueden aplicar a estas elecciones, declaró el jefe del equipo de observadores de la UE, Pierre Schori.
Un portavoz del gobierno desestimó las denuncias de Schori, atribuyendo a los observadores europeos simpatías por la oposición.
Las autoridades electorales señalaron que la participación de votantes fue de 65 por ciento de los cinco millones de inscriptos, una proporción sin precedentes desde los comicios de 1980. Esa alta concurrencia a las urnas es la causa de la demora del escrutinio, afirmaron.
El gobierno informó haber dispuesto una operación extraordinaria de seguridad en todo el país para mantener el orden. El MDC fue el grupo más castigado por la violencia preelectoral, atribuida a militantes del ZANU-PF.
Mientras, el presidente del partido gobernante, John Nkomo, afirmó que el ZANU-PF formará el próximo gobierno sea cual fuere el resultado de los comicios.
La Constitución autoriza al presidente a formar gobierno con su partido aunque éste quede en minoría en el parlamento, explicó Nkomo.
De modo que Mugabe, quien además puede designar directamente a 30 diputados, para completar un Poder legislativo de 150 miembros, no será influido por el resultado de las elecciones.
Nkomo realizó su afirmación en respuesta al MDC, para el cual el ZANU-PF no tendría otra salida que compartir el poder si perdiera las elecciones.
El MDC puede bloquear las decisiones presidenciales si gana dos tercios de los 120 escaños resultantes de la votación popular, pero aún el más fervoroso de sus partidarios sabe que eso no es posible.
Analistas consideran que mientras el MDC puede triunfar en las zonas urbanas, el ámbito rural, que alberga 70 por ciento de la población, es todavía bastión del ZANU-PF.
El presidente del MDC, Morgan Tsvangirai, repitió en un diálogo con la prensa que cualquier resultado que le de a su partido minoría en el parlamento sería "fruto del fraude".
Consultado si sus partidarios aceptarían la derrota, Tsvangirai dijo que no podría controlar las reacciones espontáneas y que seguramente habrá protestas.
También dijo que espera, en el caso de triunfo del MDC, que el ZANU-PF acepte compartir el poder. "La coexistencia es la única salida", afirmó Tsvangirai, un ex dirigente sindical que fundó el MDC hace menos de un año.
A su juicio, las elecciones han evidenciado el deseo de la población de acabar con "la corrupción, la ineptitud y el autoritarismo" que los opositores atribuyen al gobierno
Por su parte, Mugabe predijo que su partido vencerá al MDC, a cuyo líder calificó de "secuaz" de Gran Bretaña, la antigua potencia colonial de Zimbabwe. "Vamos a ganar las elecciones", aseguró el presidente, después de emitir su voto, el sábado.
Mugabe tiene por delante otros dos años de mandato. Las elecciones presidenciales se llevarán a cabo en el 2002, pero Tsvangirai confía en que la presión pública obligará a que el presidente renuncie si su partido es humillado en las urnas. (FIN/IPS/lm/sm/rp-ff/ip/00