La cerrada lucha por la Presidencia de México evidencia una mayor apertura de los medios de comunicación, pero algunos analistas creen que aún hay mucho camino para andar en la materia.
México dejó atrás las peores etapas de persecución a la prensa, a pesar de que aquí murieron, según la Federación Latinoamericana de Periodistas, dos de los 11 representantes del sector asesinados desde enero en la región.
Este país encabeza junto con Colombia la nómina de países latinoamericanos por la cantidad de periodistas víctimas de asesinato en el ejercicio de su profesión.
En la región fueron asesinados 220 periodistas en la última década, mientras en todo el mundo perecieron 87 en 1999, de acuerdo con el último informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (Unesco).
La actual campaña política, la más reñida en la historia del país, sacó a la luz pública la relación de los medios con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) que ganó abrumadoramente todas las batallas electorales por la Presidencia desde hace 71 años.
El Instituto Federal Electoral (IFE) convocó a casi 60 millones de ciudadanos a elecciones presidenciales y legislativas para el 2 de julio.
Aunque lejos del 83,1 por ciento del espacio en radio y televisión que disfrutaba hace doce años, el gobernante PRI mantiene ventaja noticiosa sobre el resto de los partidos.
Los noticieros de la radio y la televisión mexicana rompieron viejos esquemas en la cobertura de las campañas del Partido Acción Nacional (PAN, conservador) y del Partido de la Revolución Democrática (PRD, centroizquierda), los principales de oposición.
El PRI dejó de ser beneficiario exclusivo y sistemático de la inequidad en la distribución del espacio en los principales noticieros de radio del país, según un estudio del IFE divulgado este miércoles.
El análisis de 13 noticieros radiofónicos reveló que el PRI recibe más tiempo informativo, aunque en ningún caso la cobertura de las campañas del partido oficial rebasó 53,66 por ciento.
Monitor, el noticiero más importante a nivel nacional, otorgó al partido oficialista la menor cobertura, con 20,60 por ciento, contra 48,23 por ciento del PAN y 10,51 por ciento del PRD.
En este país con escasa tradición de lectura de periódicos, los poderosos medios electrónicos habían concedido en 1988 apenas 3,1 por ciento de su espacio noticioso al PAN y 1,6 por ciento al PRD, de acuerdo con datos del IFE.
Para las elecciones que llevaron al poder al presidente Ernesto Zedillo en 1994, el PRI contó con 41 por ciento de información sobre su campaña en radio y televisión. El PAN logró 18,7 por ciento y el PRD, 17,8 por ciento, según la misma fuente.
"Los avances que México ha logrado en materia de libertad de prensa a lo largo de los últimos años son muy importantes. Pero eso no significa que la batalla esté ya ganada", afirmó el analista Sergio Sarmiento.
La recomendación de la Presidencia a los medios para no cubrir un incidente en el que desconocidos dispararon armas casi a las puertas de la residencia del jefe de Estado fue citada como una reminiscencia de los viejos tiempos de coto a la información.
Pero también como señal de la independencia frente al gobierno con que actúan hoy los periodistas, ya que "casi nadie hizo caso a la recomendación", destacó Sarmiento.
El semanario Proceso, emblema del periodismo independiente desde que nació, a mediados de la década del 70, informó meses atrás sobre la existencia de un supuesto archivo especial del ejército que contiene los datos personales de periodistas e intelectuales.
Las versiones sobre la nómina provocó una ola de denuncias de periodistas que se declararon víctimas de espionaje por parte del gobierno.
Sin embargo, las organizaciones que representan a los medios de comunicación reconocen los pasos adelante en materia de libertad de expresión en el país.
Los vínculos entre el gobierno y los medios alcanzó un nivel tal que en 1963 propietarios y concesionarios de 455 estaciones de radio y televisión se afiliaron masivamente al PRI. (FIN/IPS/pf/mj/ip cr/00
