MEXICO: Ataque a reportera agrava conflicto TV Azteca-gobierno

Un ataque a balazos contra una reportera de Televisión Azteca, que causó heridas a tres personas, agravó el enfrentamiento entre ese medio de comunicación y las autoridades de la ciudad de México.

Dos vehículos en los que viajaban la periodista Lilly Téllez, su chofer y dos escoltas, recibieron en la noche del jueves 25 impactos de bala disparados al menos tres hombres, que no fueron identificados. El atentado se produjo en una de las principales vías rápidas de la capital mexicana.

Los hechos fueron narrados ante las cámaras de Televisión Azteca la televisora por Téllez, que resultó ilesa, pese a que su automóvil recibió siete impactos de bala de calibre nueve milímetros.

El vehículo que seguía a Téllez fue alcanzado por 18 proyectiles y sus tres ocupantes resultaron heridos. "Como pude, salí del automóvil y, acompañada de uno de los guardaespaldas herido, abordé un taxi para trasladarme a TV Azteca", relató consternada la reportera.

Autora de reportajes sobre actividades de las organizaciones de narcotraficantes mexicanos, Téllez cobró notoriedad en los últimos meses a raíz de su trabajo informativo sobre la investigación del asesinato, hace un año, de Paco Stanley, un popular comediante de Televisión Azteca.

La muerte de Stanley conmocionó al auditorio mexicano, y Televisión Azteca, una de las dos grandes emisoras del país, emprendió una campaña para responsablizar al gobierno de la capial del asesinato.

Un representante de la comisión estatal de derechos humanos y periodistas entrevistados por Televisión Azteca, relacionaron el ataque contra Téllez con las investigaciones de la reportera sobre la actuación de la procuraduría de justicia capitalina.

La gobernadora de la ciudad de México, Rosario Robles, llamó de inmediato a la empresa de televisión para solicitar prudencia ante los lamentables acontecimientos, y le recomendó no reproducir el ambiente generado cuando murió Stanley.

Aún no es momento de extraer conclusiones, señaló Robles. "No vaya a pasar lo que ocurrió con el caso Stanley, que se culpó a la autoridad y resultó que ese hecho estuvo relacionado con casos muy graves", añadió la jefa de gobierno.

Según las investigaciones judiciales, Stanley, cuyos asesinos aún fueron identificados, era adicto a la cocaína, una droga que distribuía al parecer en el medio artístico.

El procurador de justicia de la capital, Samuel del Villar, denunció que el día del asesinato de Stanley, el 7 de junio de 1999, fue presionado por ejecutivos de Televisión Azteca para no revelar el hallazgo de droga en la ropa de la víctima.

Jorge Mendoza, vicepresidente de la empresa, advirtió a Del Villar que si se divulgaba que Stanley llevaba cocaína cuando fue baleado, en el momento del asesinato, Televisión Azteca afirmaría que la droga fue "sembrada" por la procuraduría.

Entre los sospechosos por la muerte del conductor de televisión se cuenta Ignacio Amezcua, hermano de dos jefes del más poderoso cartel mexicano de metanfetaminas.

Otros testimonios dieron cuenta de la relación entre Stanley y el también fallecido Amado Carrillo, conocido como "Señor de los cielos" y jefe de una banda de narcotraficantes de la norteña ciudad de Juárez. Carrillo murió en 1997, cuando se sometía a cirugía plástica.

La Procuraduría General del país indaga, por su cuenta, el posible delito de lavado de dinero en el caso Stanley, a quien le fueron localizadas millonarias cuentas bancarias en México y el extranjero.

Sin embargo, uno de los capítulos más espinosos de un caso que para las autoridades está vinculado con el narcotráfico, fue el interrogatorio de 18 horas a que fue sometido el 26 de mayo el presidente de Televisión Azteca, Ricardo Salinas.

La procuraduría interrogó a Salinas, uno de los más adinerados empresarios de México, en relación con su servicios personal de seguridad, compuesto de 15 hombres, todos ex miembros del Estado Mayor Presidencial.

Entre esos guardaespaldas se cuenta incluso un ex custodio del asesinado candidato presidencial del gobernante Partido Revolucionario Institucional Luis Donaldo Colosio.

Salinas sostiene que es hostigado por la procuraduría capitalina, y ésta arguye que investigará hasta sus últimas consecuencias un asesinato claramente asociado con el crimen organizado.

Más aún, las averiguaciones llevaron a ordenar un interrogatorio a Raúl Salinas, hermano del ex presidente Carlos Salinas y que purga una condena como autor intelectual del asesinato de un ex dirigente del partido gobernante.

Aunque se abstuvo de responder, el llamado "hermano incómodo" del ex presidente Salinas fue interrogado sobre los términos de su relación con el presidente de Televisión Azteca, y en especial, sobre un préstamo de 2,9 millones de dólares.

El empresario adquirió Televisión Azteca en la ola privatizadora que emprendió el gobierno de Carlos Salinas (1988- 1994). Para tal efecto, recibió dinero de manos de Raúl Salinas, sin que mediara documento de garantía.

El 13 de este mes, Televisión Azteca difundió un reportaje especial de Téllez profusamente publicitado, en el que la periodista reivindicó la imagen de Stanley y presentó a Del Villar como "la encarnación del mal".

"TV Azteca reitera su declaración de guerra al gobierno capitalino por la vía que mejor conoce: la nota roja. Lo hace con el amparo que le da el que su concesión (para operar) depende de la autoridad federal", apuntó sobre la emisión la crítica de cine y televisión Florence Toussaint.

"El trabajo careció de equilibrio. La conductora editorializa, acusa, juzga y condena a las autoridades. Todos sus entrevistados apoyan su versión. Nadie, ni siquiera un peatón cualquiera, habla a favor del caso", observó Toussaint. (FIN/IPS/pf/ff/ip/00

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