VENEZUELA: Un presidente distanciado de la prensa

La campaña electoral apenas había comenzado en Venezuela cuandio el presidente Hugo Chávez se sintió obligado a pedir un aplauso para los periodistas encargados de cubrir un acto popular, aclarando a sus seguidores que su pelea es con los dueños de los medios comunicación y no con los trabajadores.

Pero aún falta saber si ese gesto servirá para evitar en el futuro situaciones como las que se produjeron en los actos de este 1 de mayo, cuando los medios reportaron insultos y amenazas por parte de los simpatizantes del presidente, quienes acusaban a los periodistas de estar en contra del "proyecto" del oficialismo.

El tema afloró este miércoles, Día Mundial de la Libertad de Prensa, una iniciativa de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).

Diarios locales reseñaron la conmemoración asegurando que si bien en Venezuela no hay censura de prensa, existe preocupación ante la intimidación contra el ejercicio de oficios relacionados con la información.

"Nuestra crítica es contra la manipulación de los dueños de los medios y no acepto que se agreda a ningún periodista, ellos sólo cumplen con su trabajo", aclaró Chávez el martes, en un acto de campaña con miras a las elecciones del 28 de mayo.

El mandatario arremetió contra la cobertura de la televisora de noticias Globovisión, y dijo que habría que "responderle".

Las relaciones de Chávez con el mundo de los medios de comunicación no han sido fáciles. Aunque reitera con insistencia su respaldo a la libertad de información, su práctica de ácidos comentarios públicos con frecuencia incluye críticas a la prensa o a los periodistas, a los que incluso menciona con nombre y apellido.

Chávez ha asegurado que los medios están en contra de su proyecto de gobierno y que suelen difundir mentiras, aunque al mismo tiempo niega que existan posibilidades de censura gubernamental.

El secretario general del sindicato de trabajadores de la prensa, Gregorio Salazar, reconoció que no ha habido detenciones ni cierre de medios de comunicación, pero lamentó el clima generado por los comentarios del presidente, pues puede generar rechazo y agresiones contra los profesionales de la información por parte de los seguidores de Chávez.

"Se ha estigmatizado al periodista como enemigo del proceso de cambio", agregó Salazar, en comentarios al matutino El Nacional, que en ocasión del Día Mundial de la Libertad de Prensa publicó un artículo encuesta tiulado "Preocupa a reporteros los obstáculos para ejercer su oficio".

En 1999, la Asociación de la Prensa Extranjera en Caracas hizo notar al mandatario su preocupación por reiterados comentarios negativos sobre el trabajo de los medios internacionales en este país. Chávez aclaró que no tenía nada contra del trabajo de los corresponsales.

En esa ocasión, el presidente había denunciado una campaña internacional contra Venezuela azuzada por los medios, aparentemente molesto con reportajes y artículos publicados en el extranjero en los cuales se criticaba su estilo de gobierno.

Chávez también mantuvo escaramuzas el año pasado con la Sociedad Interamericana de Prensa, que manifestó preocupación por la libertad de expresión en Venezuela. Así mismo, se molestó con la organización Reporteros Sin fronteras.

En diciembre, el opositor Teodoro Petkoff renunció a la dirección del diario El Mundo denunciando presiones judiciales contra los propietarios de ese medio, aunque portavoces del gobierno lo negaron.

La cuestión de la libertad de expresión se transformó en un debate nacional a fines de 1999, cuando la Asamblea Constituyente, dominada por el oficialismo, incluyó en la nueva Constitución vigente desde el 30 de diciembre el derecho a la información "veraz".

Los críticos arguyeron que al calificar la información se abría la posibilidad de futuras iniciativas de control de los medios. El artículo definitivo consagró el derecho a una información "veraz, oportuna e imparcial, sin censura".

El mes último, la gobernación del estado Apure emitió un decreto basado en esa disposición constitucional y orientado al control de la información con apoyo en el calificativo "veraz".

Pero el gobierno de Chávez rechazó ese pronunciamiento regional, que a los pocos días fue anulado.

Durante los primeros cinco meses de 2000, las críticas del mandatario al sector de las comunicaciones han sido reiteradas. Los medios, junto con la Iglesia Católica y los sindicalistas, aparecen con frecuencia en sus discursos como enemigos de su gobierno, definido como una "revolución pacífica y democrática".

En marzo, durante una gira por el estado Aragua, los periodistas de esa región que asistían a una rueda de prensa con Chávez se negaron a realizar preguntas, como protestas por lo que consideraron constantes descalificaciones del mandatario a la profesión.

La protesta fue encabezada por la periodista Amira Muci, quien leyó un comunicado al presidente.

Muci respondió a la encuesta publicada este miércoles por El Nacional asegurando que en Venezuela "no podemos hablar de censores, amenazas, presión, ni estamos amordazados". Pero también comentó que son peligrosos los gobiernos intolerantes ante la crítica.

Informaciones acerca del 1 de mayo indicaron que durante la marcha de Chávez, un presidente con un inédito arraigo popular, se calificó a los periodistas de "enemigos del pueblo", mientras sus vehículos fueron apedrados y golpeados.

Chávez llegó al gobierno en febrero de 1999 anunciando su propósito de "refundar" la democracia, e impulsó la redacción de una nueva Constitución para que sirviera como piedra angular del proceso de cambios.

En las elecciones del 28 de mayo, los venezolanos elegirán más de 6.000 funcionarios, con la finalidad de adecuar la institucionalidad del país a la nueva Constitución. (FIN/IPS/lc/ff/ip hd/00

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