Siete civiles armados dieron un golpe de Estado en Fiji y retienen al primer ministro y su gabinete en el edificio del Parlamento, mientras el presidente declaró estado de emergencia y los militares ayudan a la policía a mantener el orden, pero sin actuar contra los golpistas.
El empresario George Speight y seis hombres más ingresaron al Parlamento en Suva la mañana de este viernes y dominaron al primer ministro Mahendra Chaudhry, el primero en su país de origen étnico indio, y a sus ministros.
Speight dijo que actuaba en nombre de la población indígena de Fiji, que comprende poco más de la mitad de los 700.000 habitantes.
Speight se declaró confiado de que los militares no actuarán en su contra.
"A pesar de la exhortación de algunos miembros del público, incluido el presidente, los militares (no actuarán) porque si lo hacen, atentarán contra la voluntad del pueblo indígena", declaró.
Varios gobiernos extranjeros, entre ellos Australia, Gran Bretaña, India y Nueva Zelanda, condenaron el intento de golpe y dijeron que esperan que se mantenga el gobierno legítimo.
"Creemos que las Fuerzas Armadas y la policía son leales a la Constitución", declaró el canciller en ejercicio australiano John Moore.
Speight y sus hombres encerraron al gabinete en una habitación del Parlamento. Los golpistas declararon que Chaudhry y los ministros están bien y que serán retenidos por un lapso indefinido.
La radio local dijo que los legisladores indígenas fueron separados de aquellos de origen indio.
Speight sostuvo que el estado de emergencia declarado por el presidente es nulo ya que, según la constitución, el presidente necesita consultar al gabinete para declararlo, pero que esto evidentemente no ocurrió.
"Hasta que se anuncie una nueve serie de decretos, no hay leyes que gobiernen a este país", aseguró.
El golpe se produce en el primer aniversario del gobierno de Chaudri, perteneciente al Partido Laborista de Fiji (FLP), que llegó al poder tras una abrumadora victoria electoral considerada un primer paso para cerrar las heridas por enfrentamientos étnicos.
La medida de este viernes muestra que las tensiones raciales entre los fijianos indígenas y aquellos de origen indio siguen vigentes.
Cerca de 45 por ciento de la población es de origen indio, descendiente de trabajadores esclavos traídos a las islas por Inglaterra en el siglo XIX para trabajar en las plantaciones de caña de azúcar.
Hace 13 años ocurrió un golpe similar, cuando otro gobierno dominado por fijianos de origen indio fue derrocado por un golpe militar liderado por el coronoel Sitiveni Rabuka.
Tras 12 años en el poder, Rabuka perdió las elecciones de mayo de 1999, celebradas según una nueva constitución que le dio igualdad en el sistema político a ambas comunidades.
Rabuka es hoy el presidente del Gran Consejo de Jefes, la institución máxima que custodia los derechos y privilegios de la población indígena. Informes de Suva indican que Rabuka está detrás del golpe de este viernes.
Rabuka habría ingresado al Parlamento después de que los golpistas tomaron de rehén al gobierno. Así mismo, se cree que el ex presidente de facto participó en la composición del nuevo gabinete y en la redacción de la primera declaración de Speight.
Speight es un joven empresario autóctono cuya familia estaría estrechamente vinculada a Rabuka. Es el presidente de las compañías madereras Fiji Pine Ltd y Fiji Hardwood Corporation Ltd, una de las cuales perdió recientemente una lucrativa licitación pública.
Es hijo de Sam Speight, legislador del partido opositor Soqosoqo ni Vakavulewa ni Taukei (SVT).
El SVT es el partido político de fijianos autóctonos que Rabuka creó después del golpe de 1987. Fue por este medio que Rabuka ganó las elecciones en dos ocasiones y fue elegido primer ministro en los años 90.
Speight anunció un nuevo gabinete integrado sólo por fijianos autóctonos y liderado por el legislador del Partido de Asociación Fijiano (FAP), Ratu Timoci Silatolu, un ex técnico en telecomunicaciones.
Hubo rumores de golpe desde hace semanas, mientras el nacionalista Movimiento Taukei solicitó abiertamente el derrocamiento del gobierno de Chaudry.
El secretario del movimiento Apisai Tora aseguró en reiteradas ocasiones que Chaudry y su gobierno son insensibles a los derechos indígenas.
El golpe de este viernes tuvo lugar mientras se realizaba una manifestación de protesta contra el gobierno organizada por los nacionalistas.
"La gestión del gobierno de Chaudry era muy buena. Los nacionalistas temían quedar fuera del poder durante muchos años ya que no tenían políticas alternativas", dijo a IPS Sam Ramon, presidente del Movimiento por la Democracia y los Derechos Humanos en Fiji, con sede en Australia.
"Los precios de los alimentos, la electricidad y el agua bajaron. Los intereses de las hipotecas bajaron y se consideraba seriamente un uso alternativo de la tierra. La corrupción se estaba combatiendo en serio", aseguró.
"Pero algunos ex políticos no pudieron sobrevivir sin poner la mano en la bolsa pública. Y como todos los canallas, apelaron a los temores primarios de la población rural indígena", agregó. (FIN/IPS/tra-en/ks/js/aq/ip/00