Las predicciones de nuevas lluvias monzónicas en India alegraron a los agricultores, al gobierno y a la próspera industria de bienes de consumo, pero no consuelan a centenas de millones de indios subalimentados.
Aunque la producción de granos continúa en aumento y previsiblemente generará este año el mayor excedente de la historia nacional, un tercio de los 1.000 millones de habitantes no obtienen alimentos suficientes.
El Departamento de Meteorología anunció a mediados de este mes que en el año en curso India tendrá una buena temporada de lluvias por décimotercera vez consecutiva.
El monzón, de cuatro meses de duración, surge por el océano Indico y el mar de Arabia, y se prevé que llegará primero a la ciudad costera suroccidental de Kerala alrededor del 1 de junio.
La optimista estimación gubernamental de un crecimiento económico de siete por ciento en su último presupuesto, a fines de febrero, se basó en la expectativa de buenas lluvias monzónicas.
Las sucesivas buenas lluvias aumentaron la seguridad alimentaria. Pese a la escasez de agua en los estados occidentales de Gujarat y Rajastán, el gobierno espera cosechar a nivel nacional 42 millones de toneladas de granos para fin de junio, lo que creará el mayor excedente de la historia nacional.
Con ese excedente, India podría hacer frente a dos sequías consecutivas sin alterar el actual nivel de consumo, estimó Ashok Gulati, del Instituto de Crecimiento Económico.
India solo necesita una reserva de 24 millones de toneladas, calculó Gulati.
Sin embargo, aclaró, esto no significa que el hambre haya desaparecido de este país, y el excedente se debe en parte al bajo consumo por parte de aquellos que más lo necesitan.
Pese a varios años de buenas cosechas, se estima que un tercio de los 1.000 millones de habitantes de India no reciben una nutrición adecuada, señaló Gulati.
"Esta coexistencia de excedente de granos con hambre en gran escala debería hacer pensar a cualquier planificador de políticas serio", exhortó.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) clasificó a India como un país de bajos ingresos deficiente en alimentos, con un tercio de su población con "inseguridad alimentaria" y consumo por debajo de los requerimientos básicos de energía.
Aunque el gobierno estableció una red de puntos de venta de granos subsidiados para los pobres, estudios independientes revelaron que los verdaderamente pobres, que viven en aldeas, no pueden sacar provecho de esas tiendas.
Los aumentos de los últimos años en el precio de los granos vendidos por esas tiendas redujeron la diferencia respecto del mercado abierto.
El primer ministro Atal Behari Vajpayee aumentó el precio de los granos subsidiados bajo presión de las instituciones financieras multilaterales.
La disponibilidad anual de alimentos por habitante en India es de 175 kilogramos, frente a 300 en la mayoría de los países, señaló Y.P. Gupta, científico del Instituto Indio de Investigación Agrícola.
India no puede depender providencialmente de buenos monzones, y en cambio debe promover la productividad agrícola tanto en las zonas lluviosas como en las secas, sugirió.
India tendría que duplicar su producción agrícola en los próximos 15 años, no solo para alimentar a su creciente población, sino también para crear empleos relacionados con la agricultura para decenas de millones de desempleados rurales, estimó Gupta.
También es importante asegurar la calidad de la alimentación, agregó. Un documento publicado el año pasado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Población advirtió que el consumo de proteínas por habitante de India se redujo a la mitad desde 1951.
Una nueva política agrícola nacional presentada este año ante el Parlamento destaca que el crecimiento de la agricultura es vital para el crecimiento de la industria, y exige que la agricultura sea tratada como una actividad industrial.
"Las lluvias copiosas se traducen en un aumento de la producción agrícola, y ésta, a su vez, implica un mayor volumen de ventas de bienes de consumo de rápido movimiento y de electrodomésticos", señaló este martes el diario The Times of India en un editorial.
Las empresas fabricantes de bienes de consumo acechan desde hace tiempo las zonas rurales de India para ampliar su mercado, pese a su persistente imagen de pobreza.
Un estudio de la Confederación de la Industria India reveló, por ejemplo, que la industria de los jabones de tocador y de lavar encontró 40 millones de nuevos clientes en las aldeas rurales (más de 500 millones en toda India) entre 1995 y 1998. (FIN/IPS/tra- en/rdr/mu/mlm/dv/00