/REPETICION CORREGIDA/ DESARROLLO: El Sur se reúne en Cuba en busca de soluciones

La cumbre de jefes de Estado y de gobierno del Grupo de los 77 (G-77), que se realizará en la capital cubana desde el próximo lunes hasta el viernes 14, afrontará el desafío de buscar solución a los más acuciantes problemas del Sur en desarrollo.

Los anfitriones de la reunión consideran que cohesión y unidad deben ser palabras de orden de la cita, a la que habrían confirmado su asistencia mandatarios de 65 de los 133 países que hoy integran el G-77.

"Separados, desunidos, no tenemos opción. Unidos, integrados, defendiendo de manera conjunta nuestros intereses, tenemos una posibilidad real de que nuestra voz se oiga", dijo el canciller cubano Felipe Pérez Roque.

Para Pérez Roque, presidente del comité organizador de la cumbre, existe la posibilidad real de que se "abra un proceso de concertación" de los integrantes del G-77 para luchar por objetivos comunes.

El otro gran desafío, desde su punto de vista, consiste en lograr que el encuentro rinda frutos a mediano y largo plazo. "Habrá que ver si somos capaces" de evitar que la cumbre se convierta "sólo en una discusión retórica de los problemas, que no tenga seguimiento ni un impacto práctico después", dijo.

La globalización y su impacto en los países del Sur, educación y tecnología, la cooperación Sur-Sur y las relaciones Norte-Sur, son los cuatro asuntos a discutirse.

Al término de los debates, los participantes aprobarán una declaración final que delineará la estrategia del G-77 para el futuro y un plan de acción que incluirá los cuatro temas discutidos y la identificación de objetivos y plazos para poner en práctica las decisiones.

Las resoluciones podrían ser incorporadas a un plan de la Organización de las Naciones Unidas para el siglo XXI, que se espera aprobar en la llamada Cumbre del Milenio, de septiembre en Nueva York, a la que fueron invitados los gobernantes de los 188 países miembro del foro mundial.

El borrador del plan de acción, preparado por la presidencia del G-77 (Nigeria), demanda, entre otros puntos, la reforma del sistema mundial de comercio, que actualmente cierra el paso con medidas proteccionistas a las exportaciones del Sur.

Otra propuesta apunta a crear una organización financiera mundial que asegure la plena participación de las naciones en desarrollo en la toma de decisiones en materia de política económica internacional.

La mayoría de los países en desarrollo se quejan de que ese proceso está en manos de instituciones financieras multilaterales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que son dominadas por los países donantes industrializados del Norte.

Así mismo, se considera que el sistema multilateral de comercio debe potenciar el crecimiento económico de las naciones del Sur en primer lugar, y que la organización Mundial de Comercio no puede exigir las mismas obligaciones a todos sus miembros, sin tomar en cuenta los diferentes niveles de desarrollo.

La reforma de la estructura financiera internacional debe comprender mecanismos para "la financiación del desarrollo, así como las cuestiones relativas a la estabilidad financiera".

Esta reforma incluiría la regulación del movimiento de fondos especulativos y el fortalecimiento de la capacidad de respuesta para ayudar a los países a hacer frente a situaciones de emergencia y a crisis como la asiática (1997-1998).

Los documentos de la cumbre reflejan asimismo preocupación ante el aumento del servicio de la deuda de muchos países en desarrollo. El pago de esos compromisos creció durante la última década a un ritmo mayor que la deuda misma.

De acuerdo con datos oficiales, el endeudamiento de las naciones del Sur aumentó de poco más de 500.000 millones de dólares en 1980 a cerca de un 1,5 billones en 1990 y a 2,5 billones en 1998.

Fundado en octubre de 1967, el G-77 debe su nombre a la alianza de los 77 países en desarrollo que asistieron a la primera reunión de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, efectuada en 1964 en Ginebra.

La agenda de la reunión de La Habana prevé también el diálogo bilateral de participantes, al estilo de los que se han hecho usuales en las Cumbres Iberoamericanas.

Las sesiones plenarias tendrán lugar en el Palacio de Convenciones, un moderno y funcional edificio construido en La Habana para la VI Cumbre de Países No Alineados, en 1979, a la que asistieron 48 jefes de Estado. (FIN/IPS/pg/ff/dv ip/00

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