El parlamento que aprobó esta semana a Yoshiro Mori como el nuevo primer ministro de Japón está formado por hombres en su abrumadora mayoría, pero muchas japonesas están determinadas a conquistar escaños en las próximas elecciones.
Mori, un político veterano y ex periodista, sustituyó a Keizo Obuchi, un aliado político que sufrió un derrame cerebral el domingo. El nuevo mandatario prometió continuar el programa económico de su predecesor.
Mientras, una organización política que intenta aumentar la presencia femenina en el parlamento anunció que dispone del equivalente a 28.500 dólares para aquellas mujeres que deseen postularse para las elecciones generales del próximo otoño boreal.
WIN WIN, la filial japonesa de la estadounidense Emily's List, lanzada en 1985 por miembros del Partido Demócrata, informó que tiene 700 afiliados, 90 por ciento de ellos mujeres, y que cada uno donó como mínimo 95 dólares para el fondo de campañas femeninas.
El fondo de WIN WIN es sin duda pequeño comparado con las arcas de los grandes partidos, pero esto no parece preocupar a su secretaria, Yoko Harada. Lo que esta organización desea poner de relieve, explicó, es que Japón debe tener más mujeres políticas.
"Existe la urgente necesidad de mejorar el índice actual, que colocan a Japón, uno de los países más desarrollados, en el último lugar de la lista (de naciones por orden de representación femenina en el parlamento)", exhortó.
Las mujeres constituyen 8,9 por ciento de la Dieta (legislativo bicameral), lo que coloca al país en el lugar 123 de esa lista.
Las mujeres también ocupan apenas 25 escaños, o cinco por ciento de la poderosa cámara baja. Esta cifra representa el doble que hace un decenio, pero igualmente es muy inferior a la de Alemania (30,9 por ciento del congreso federal), Gran Bretaña (18,4 por ciento) y Estados Unidos (13,8 por ciento).
Por supuesto, Japón está mejor que su vecina Corea del Sur, donde solo 3,7 por ciento de los legisladores son mujeres.
Pero esta situación podría cambiar pronto. En febrero, el parlamento surcoreano aprobó una ley que obliga a los partidos a incluir 30 por ciento de mujeres en sus respectivas listas de candidatos para las elecciones nacionales y locales.
La ley modificará pronto la proporción de mujeres legisladoras y hará que Corea del Sur supere a Japón en la lista, advirtió Yomiuri Shimbun, el diario de mayor circulación de este país.
Pero eso solo ocurrirá si las mujeres japonesas fracasan en su intento de conquistar más escaños. Solo el mes pasado, un total de 137 mujeres expresaron públicamente su voluntad de postularse para las próximas elecciones generales.
En los últimos comicios generales, hubo 153 mujeres candidatas, de las cuales siete ganaron en circunscripciones de un único escaño y 16 fueron elegidas por representación proporcional.
Entre las mujeres candidatas para las próximas elecciones de la cámara baja habrá al menos 16 del Partido Democrático de Japón (Minshuto), un grupo separado del gobernante Partido Democrático Liberal (PDL).
Miho Takai, de 28 años, está entre las candidatas de Minshuto y afirmó que ya recibió 9.500 dólares para su campaña. El mes pasado, el partido anunció que establecería un fondo especial para sus candidatas femeninas.
Takai competirá contra un representante de 50 años que también es un miembro veterano del PDL.
Misako Natori, quien ganó un escaño en 1998 en las elecciones municipales de Hino, era un ama de casa común con tres hijos antes de decidirse a postularse para un cargo público.
Pidió dinero a sus padres, se postuló como candidata independiente e hizo campaña por el bienestar social y la reducción de la basura, dos temas que según ella preocupan a las mujeres directamente.
"Nunca hubiera ganado sin el apoyo voluntario de las mujeres de mi barrio", dijo Natori, quien ahora es una de las seis mujeres que representan al distrito de Hino, perteneciente a Tokio.
"Las mujeres me apoyaron porque son ellas las que deben cuidar de los ancianos y hacerse cargo de la basura doméstica", declaró.
Agregó que "la lucha es muy dura para las mujeres, porque carecen de fondos esenciales para la campaña y del apoyo social para ingresar a la política. La norma es que la política es un mundo de hombres, y las mujeres, mejor que se dediquen a la familia".
Pero algunos analistas señalaron que la victoria de Natori, aunque modesta, señala que Japón experimentó cambios que podrían traducirse en mayores oportunidades políticas para las mujeres en el futuro.
"En contraste con lo que sucedía hace 20 años, cuando el crecimiento económico era la única preocupación, Japón enfrenta ahora el envejecimiento de su población, que convierte el tema del bienestar social en objeto de intenso debate", observó Minoru Tada, un comentador político.
"Por lo tanto, habrá más votos para las mujeres, que tradicionalmente se consideran más capacitadas para abordar estos problemas", vaticinó. (FIN/IPS/tra-en/sk/ccb/ral/mlm/ip-hd/00