/Integración y Desarrollo/ CUMBRE SUR: Annan instó a la unidad del Grupo de los 77

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Kofi Annan, apeló a la unidad del Grupo de los 77 (G-77) para garantizar una posición común de los países del Sur con vista a las deliberaciones de la Asamblea General del foro mundial, que comenzarán en septiembre.

"La voz del Sur no debe ser sólo alta y clara, sino consistente y constructiva", de forma tal que haga "más creíble y convincente" cualquier demanda al Norte industrializado, afirmó Annan ante representantes de 122 países que asistieron a la Cumbre Sur en la capital de Cuba.

La reunión de este año de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que en sus tramos iniciales convoca a numerosos jefes de Estado y de gobierno, es denominada la Cumbre del Milenio.

Annan también instó a los países del Norte a "borrar de sus libros" las deudas oficiales de las naciones más pobres y endeudadas, abrir los mercados a los productos del Sur y a ser más generosos en la ayuda para el desarrollo.

"Estoy seguro de que estas demandas encontrarán eco en esta cumbre", que no pudo haberse realizado en "un momento mejor", dijo Annan en la reunión de jefes de Estado y de gobierno del G- 77, la mayor alianza de países del Sur en la ONU.

El G-77, constituido oficialmente en octubre de 1967 y que grupa en la actualidad a 133 naciones, debe su nombre a la alianza de 77 países en desarrollo que asistieron a la primera reunión de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, realizada en 1964 en Ginebra.

La demanda sobre la deuda externa fue compartida por los otros tres oradores de la sesión de este miércoles, el presidente de Nigeria y del G-77, Olusegun Obasanjo, su par de Sudáfrica y del Movimiento de Países No Alineados, Thabo Mbeki, y el mandatario cubano Fidel Castro.

"Una vez más debo repetir lo que desde 1985 venimos planteando: la deuda ya ha sido pagada", dijo Castro en un duro discurso que solicitó quedara para el final de la sesión inaugural.

Por su parte, Obasanjo afirmó que, en el espíritu de responsabilidad compartida por la crisis de la deuda, los países industrializados deben pensar en la posibilidad de una moratoria para eliminar de inmediato el peso que ésta representa para los más pobres.

El sudafricano Mbeki, en tanto, insistió en las consecuencias que podría acarrear al Norte cualquier crisis en los países en desarrollo.

La advertencia había sido hecha también en la víspera por el canciller cubano Felipe Pérez Roque, quien dejó por sentado que un aumento de la miseria en el Sur podría conducir a una explosión emigratoria hacia el Norte, nada beneficiosa para unos ni para otros.

Annan señaló que el Sur deberá jugar "un papel más activo e influyente" en los asuntos mundiales, pero lograrlo dependerá sólo de los "propios esfuerzos" de estas naciones y de la capacidad que tengan para interactuar unas con otras.

Esto cobra especial importancia ahora, dado que la Cumbre del Milenio podría convertirse en "una oportunidad única" para "movilizar las energías del mundo alrededor de una agenda común".

Annan afirmó que su informe del milenio, que será presentado oficialmente en septiembre en Nueva York, pretende centrarse en aquellas prioridades que pueden unir a todos los países, en lugar de separarlos "país por país o región por región".

"La humanidad no se beneficiaría de una cumbre en que los líderes del mundo se enfrenten y lamenten", advirtió, al resumir sus propuestas para reducir la pobreza, combatir el tráfico ilegal de armas y permitir el acceso del Sur a las nuevas tecnología.

Asimismo, resaltó que, si el Sur tiene que insertarse en la nueva economía global, tendrá que hacerlo a través del acceso a la nueva tecnología de información.

Estas tecnologías requieren "menos contenido de capital que la antigua tecnología industrial" y, por este motivo, brindan a los países pobres la posibilidad de saltarse algunas de las largas etapas de desarrollo por las que otros tuvieron que pasar, afirmó.

El secretario general de la ONU, quien realiza una visita oficial a Cuba desde el martes, afirmó que el país anfitrión de la Cumbre Sur ha demostrado que "una nación pobre no necesita dejar a su pueblo indefenso" frente a las peores calamidades de la vida.

Annan se reunió el martes en privado con el presidente Castro e impartió una conferencia magistral en el aula magna de la Universidad de La Habana sobre la globalización, uno de los puntos centrales de la Cumbre Sur, que se desarrolla hasta el viernes.

Además de Annan, se encuentran en la isla altos representantes del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y del Fondo de las Naciones Unidas para la Población.

A la cumbre de La Habana asisten 42 mandatarios, 13 vicepresidentes y viceprimeros ministros y 77 cancilleres, según los últimos datos oficiales. (FIN/IPS/da/dm/ip/00

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