El secretario general de la ONU, Kofi Annan, marcó el tono de la conferencia internacional que analiza el estado del cumplimiento del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) con un discurso pesimista que se reflejó en las intervenciones de otros oradores.
"El hecho es que el cumplimiento de las obligaciones de no proliferación (nuclear)… sigue siendo incompleto y no siempre ha sido satisfactorio", declaró Annan el lunes.
"Debemos reconocer que el régimen internacional de no proliferación nuclear está en un estado de tensión", declaró la canciller de México, Rosario Green.
Esta opinión se basa en la creencia de que Estados Unidos y Rusia no hicieron lo suficiente para eliminar la amenaza de la aniquilación nuclear y también en que las políticas de Washington atentan contra el Tratado Antimisiles (ABM).
El TNP "es una paradoja. El hecho de que 187 estados lo firmaron confirma su atractivo internacional. Pero nadie puede estar satisfecho con el grado de implementación hasta el momento", dijo Annan.
"Su desafío hoy y en el futuro será embarcarse en un proceso que asegure la plena aplicación de todos los artículos del tratado por todos los estados parte", declaró el secretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) a los representantes de gobiernos presentes en Nueva York.
El desafío más reciente "es la creciente presión de desplegar misiles nacionales de defensa. Esta presión pone en peligro al Tratado ABM… y podría conducir a una nueva carrera armamentista, retrasar el desarme y la no proliferación nuclear y crear nuevos incentivos para la proliferación de misiles", agregó.
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Madeleine Albright, defendió la política de su país. "No existe una buena razón para que (el ABM) no se modifique una vez más para reflejar las nuevas amenazas procedentes de terceros países fuera del régimen de disuasión estratégica".
Estados Unidos investiga y prueba un sistema nacional de misiles para presuntamente defenderse de los ataques externos de misiles de largo alcance. El presidente estadounidense Bill Clinton tomará la decisión final sobre los misiles en el otoño boreal. La mayoría de los gobiernos y expertos argumentan que el sistema no funcionará y violará al ABM.
Estados Unidos "comparte la frustración que muchos sienten sobre el ritmo del progreso hacia un mundo libre de armas nucleares. Pero también sabemos que si algunos países exigen medidas poco realistas y prematuras, perjudicarán al TNP", sostuvo Albright.
Esta conferencia, que se celebra cada cinco años, tiene el fin de revisar la efectividad del tratado durante los cinco años transcurridos y fijar objetivos para el próximo período.
En la última conferencia, celebrada en 1995, el tratado se extendió en forma indefinida, como lo deseaban las potencias nucleares, pero el resto de las partes consiguieron que los países con capacidad nuclear bélica fijaran metas para cumplir sus obligaciones.
"El colapso del tratado ABM tendría un destructivo efecto dominó para el sistema existente de acuerdos de desarme", escribió el canciller ruso Igor Ivanov en la edición del lunes del diario estadounidense The New York Times.
Si Estados Unidos rechaza el Tratado del AMB, "Rusia no se sentiría atada a sus obligaciones en materia de reducción de armas estratégicas. Volveríamos a una época de sospechas y enfrentamientos".
La canciller Green presentó la posición conjunta del grupo Nueva Agenda, y dijo que es una forma "pragmática y realista de plantear pasos sucesivos para que la comunidad internacional implemente las obligaciones de este tratado".
El grupo de la Nueva Agenda está integrado por siete estados sin capacidad nuclear bélica: Brasil, Egipto, Irlanda, México, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Suecia.
El grupo propone un plan de desarme que incluye la negociación de la eliminación de las armas nucleares por parte de las potencias, el retiro de estas armas del estado de alerta máxima (unas 5.000 ojivas están listas para lanzarse con menos de cinco minutos de aviso) y la destrucción de las armas de corto alcance.
También solicita a las potencias nucleares que se comprometan a no usar las armas atómicas contra los estados no nucleares que firmaron el TNP.
Después de su discurso, Albright dijo a la prensa que "no tiene por qué haber un enfrentamiento" por el ABM. "No existe la suficiente comprensión sobre cómo Estados Unidos intenta lidiar con el problema" de las amenazas de los misiles de Corea del Norte e Iráq, agregó.
Pero las críticas contra la actitud de Estados Unidos no sólo proceden del exterior. Una carta dirigida a Clinton firmada por 26 legisladores de la Cámara de Representantes señala que se puso en riesgo "la confianza que tiene el mundo en el compromiso de Estados Unidos con la no proliferación nuclear".
"La estridente respuesta estadounidense a las gestiones de países amigos de proponer una nueva agenda de desarme envía la señal de que Estados Unidos flaquea en su compromiso con los requisitos de desarme del Artículo VI del TNP", indicaron los legisladores en referencia al grupo Nueva Agenda. (FIN/IPS/tra-en/jw/da/aq/ip/00