AMERICA LATINA: Aumenta exclusión social pese a menor pobreza

América Latina experimenta un aumento de las diferencias sociales y económicas aún en aquellos países donde se ha reducido la pobreza, advirtieron hoy en la capital de Chile el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Banco Mundial.

Expertos de ambos organismos presentaron en la sede del PNUD en Santiago el libro "Exclusión social y pobreza en América Latina", fruto de una investigación en varios países coordinada por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) desde Costa Rica.

Este es tal vez el primer trabajo sistemático que se realiza en la región sobre la exclusión social, un concepto que trasciende los criterios exclusivamente económicos para la medición de la pobreza e incorpora dimensiones sociales, políticas y culturales tanto en una óptica cuantitativa como cualitativa.

El libro es un aporte a los esfuerzos por construir un marco conceptual riguroso acerca de la exclusión social y metodologías para dimensionarla, y a la vez entrega elementos para la formulación de políticas ante este fenómeno, señaló Estanislao Gacitúa, del Banco Mundial.

Gacitúa, experto chileno, es uno de los editores del libro, en conjunto con el costarricense Carlos Sojo, quien destacó a su vez que en América Latina se está dando un proceso de estancamiento social, en tanto se cierran posibilidades de ascenso para los más pobres.

Los investigadores recogieron diversas manifestaciones de este proceso tanto en países como en sectores determinados, de acuerdo a los textos de la obra presentada por Myrna Alexander, directora del Banco Mundial para Argentina, Chile y Uruguay, y Thierry Lemaresquier, representante residente del PNUD en Chile.

El libro aborda en términos generales los factores económicos, políticos y jurídico-institucionales que contribuyen a aumentar las diferencias sociales en la región y trata mediante estudios particulares los principales niveles de exclusión.

Sojo indicó que existen tres niveles sociales de exclusión claramente establecidos, que son los de género, relativos a la situación de la mujer, los étnico-raciales, que afectan a indígenas y negros, y los etarios, que aluden sobre todo a los jóvenes.

Norman Hicks, especialista en pobreza del Banco Mundial, dijo que en Argentina y Colombia las estadísticas muestran en los últimos años un incremento sostenido de las remuneraciones de los profesionales y una caída también constante en los salarios de los trabajadores no calificados.

Hicks recordó que, según estadísticas de 1998, hay 175 millones de latinoamericanos que viven por debajo de la línea de pobreza, lo cual implica 36 por ciento de la población, con 15 por ciento en situación de pobreza extrema.

Agregó que 53 por ciento de la población rural es pobre y que 59 por ciento de la pobreza extrema está en las áreas rurales. Entre los 30 millones de indígenas de la región, el promedio de pobreza es de 80 por ciento.

La población negra de América Latina tiene una tasa de analfabetismo de 14 por ciento contra cinco por ciento de los blancos. La tasa de pobreza de las familias negras duplica a los promedios generales.

El índice de desigualdad, que establece la diferencia entre los segmentos más ricos y más pobres, es de 49,3 por ciento en la región, uno de los más altos del mundo, continuó señalando el experto del Banco Mundial.

América Latina tiene en la actualidad la mayor tasa de violencia del mundo, con un crecimiento exponencial de la tasa de homicidios desde la década de los años 80, indicó Hicks.

El problema número uno para los pobres es el desempleo, y se da un vínculo entre la falta de trabajo, la violencia, las drogas y el alcoholismo, según concluyó una investigación que el Banco Mundial realizó en 26 países, cinco de ellos latinoamericanos.

Los pobres desconfían de los políticos, consideran corruptos a los gobiernos y ven a la Iglesia Católica como la institución más efectiva en la atención de sus problemas.

La población pobre desea una mayor dotación de servicios de agua, electricidad, transporte, irrigación, caminos y de salud, ya que las enfermedades son la mayor causa de problemas, al provocar desempleo y pérdida de ingresos.

El libro plantea que para disminuir la exclusión social se debe generar empleos, mejorar los servicios básicos, reducir los riesgos en salud, atacar la corrupción y, sobre todo, hacer que las soluciones lleguen a los grupos más vulnerables.

En la presentación del libro participó también la viceministra de la Secretaría General de Gobierno de Chile, Carolina Tohá, quien ocupa el cargo desde el 11 de marzo y participó en 1999 en la investigación con un trabajo sobre la exclusión social de los jóvenes. (FIN/IPS/ggr/dm/dv/00

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